Mensaje del presidente – marzo 2021

Ha sido un verdadero honor servir a la Asociación Urantia durante los últimos ocho años. He tenido la bendición de ayudar a guiar a este grupo de personas de todo el mundo, personas amorosas que buscan a Dios y que se han reunido con el propósito común de compartir una revelación de época.  

En estos momentos me acuerdo de un poema de Raymond Carver sobre un manantial de agua que va creciendo hasta convertirse en un río y que acaba fundiéndose con el océano. Cathy Jones, una de las pioneras clave en la formación de la Asociación Urantia, trabajó incansablemente para unir un grupo disperso de manantiales y formar una corriente. Gaétan Charland, nuestro primer presidente, dedicó sus esfuerzos a guiar este arroyo a medida que crecía, y con un salto de fe entregó ese trabajo y me permitió la alegría de dar forma a este movimiento mundial en crecimiento. Ahora nos veo fluir hacia el río que tenemos por delante y entrego el cargo de presidente a Enrique Traver, de Brasil, con una confianza suprema en el futuro.

En El libro de Urantia nos cuentan cómo el cristianismo se convirtió en la religión de occidente, y los líderes de la asociación han tomado nota de ello y han trabajado duro para asegurarse de que el libro y sus enseñanzas no se ciñan a una sola nación, lengua o cultura. La iniciativa de la que me siento más orgulloso en estos últimos ocho años ha sido el desarrollo del programa de coordinación continental, que ha permitido la formación de líderes regionales, un aumento espectacular de las conferencias continentales y los proyectos de servicio, y ha elevado a África, Europa, América Latina y América del Norte como centros de educación e influencia iguales y equilibrados para servir a nuestra comunidad Urantia mundial. 

La Junta Internacional de Servicio está formada por hombres y mujeres entusiastas que dedican una energía y un tiempo extraordinarios a la revelación que todos amamos. Nuestros líderes continentales y nacionales son los capitanes de este barco que toman las decisiones finales sobre los programas que utilizaremos para compartir las enseñanzas con el mundo. Los líderes de las asociaciones locales y de los grupos de estudio son el corazón palpitante de la comunidad Urantia. Estoy profundamente agradecido a todas y cada una de las personas que han dado un paso adelante para «elevarnos juntos».  

Un sabio estudiante de El libro de Urantia me dijo una vez que a lo largo de nuestras carreras de ascensión trabajaremos juntos en equipo, y que por tanto una lección importante en la vida es encontrar a las personas con las que trabajamos mejor y formar un equipo para conseguir alguna cosa. Cuando visité las Asociaciones Urantia de todo el mundo fui testigo de esos focos de personalidades diversas que se han unido en equipos. Mientras se sigan enseñando estas lecciones moronciales en el mundo material, la comunidad Urantia conseguirá preparar al mundo para el día en que hombres y mujeres estén dispuestos a buscar la verdad y la rectitud. 

¡El futuro es brillante! La Fundación Urantia sigue preparando nuevas y emocionantes traducciones de El libro de Urantia y revisando las traducciones ya impresas. Internet ha derribado las barreras de la distribución de libros y, a medida que nuevas comunidades encuentren las enseñanzas, será inevitable que quieran unirse a sus vecinos y a los equipos dinámicos que conforman la Asociación Urantia en nuestro servicio al mundo. «El acto es nuestro; las consecuencias, de Dios». (Documento 48:7, página 556)

Ha sido un honor servir y construir sobre el trabajo de Cathy Jones y Gaétan Charland; ha sido una alegría pasar estos cortos años al servicio de la revelación. Estaré siempre en deuda con la Asociación Urantia Internacional.

Gracias. 
Chris Wood