La Asociación Urantia Internacional existe porque creemos que las enseñanzas de la quinta revelación tienen el potencial de rejuvenecer la espiritualidad en todo el mundo y de incrementar la comodidad, el bienestar y la felicidad de todas las personas.
Queremos llegar a cada persona, a cada individuo, para los que esperamos crear oportunidades de ayudarlos a conectar con Dios compartiendo las enseñanzas de El libro de Urantia.
¿Qué queremos decir con crear? Las oportunidades suelen llegar sin avisar, surgen del espíritu o de repente; no solemos darnos cuenta de ellas y simplemente las dejamos pasar. Buscar su creación nos mantiene conectados, conscientes, para no dejar pasar ninguna oportunidad, incluso las que no creamos pero que se nos presentan.
Crear o tener permiten las mismas oportunidades de llegar al individuo. «Tener» nos concede la oportunidad de percibir la llamada del Espíritu a servir al individuo; saciar su sed y hambre de Dios. «Crear» nos da la oportunidad de pedir al Espíritu que nos ayude a servir a ese individuo y satisfacer su sed y hambre de Dios.
Crear o tener asegura que podamos llegar a todos sin contar con la suerte o la casualidad, porque estamos buscando al individuo y no necesariamente que nos busquen. Cuando nos encontramos con el individuo podemos percibir de inmediato que está buscando ayuda, ya sea de manera oculta o explícita. A menudo el individuo no se da cuenta de que necesita ayuda. De hecho, la mayor parte del tiempo no cree que necesite ayuda en absoluto.
Luego lo que importa es estar conectado con el Espíritu y, con esa compañía, estar listo para servir con amor a nuestros hermanos y hermanas.
Dios es una experiencia personal e intransferible, pero esta experiencia es reveladora y contagiosa porque es una Luz, es un espejo que revela nuestra alma, nuestro ser. Los que han encontrado a Dios no proyectan sombras; al contrario, reflejan la Luz. Si proyectamos sombras es probable que aún no hayamos conectado verdaderamente con Dios. La experiencia de encontrar a Dios y estar con Él es contagiosa, como lo son la bondad, el amor y la alegría. Es imposible pasar desapercibidos cuando permitimos que el Amor y la Luz de Dios fluyan a través de nosotros, cuando inspiramos seguridad y confort, cuando transmitimos esperanza, cuando consolamos con el abrazo, cuando simplemente amamos a una persona y nos preocupamos por ella, cuando tenemos los frutos del espíritu. El resultado casi nunca es inmediato. A menudo requiere tiempo, dedicación y amor; pero cuando sucede, experimentamos una alegría inmensa.
A menudo no es necesario irnos muy lejos; las personas que necesitan ayuda pueden estar muy cerca de nosotros. Nuestra misión es llevar esta revelación a todos los rincones del mundo. Necesitamos prestar atención, ir más allá de los límites y expandir horizontes.
Si nos resulta difícil ayudar a nuestro vecino a conectar con Dios, ¿cómo llegamos a los que están muy lejos? A veces están en otros países o hablan otros idiomas. Por eso debemos trabajar juntos en la Asociación. Les invito a reflexionar sobre este desafío. En los próximos meses trabajaremos duro debatiendo sobre nuestro plan a largo plazo y planteando cómo alcanzar nuestros objetivos. Divulgar la revelación en zonas donde no tenemos afiliados es uno de ellos.
También podemos valorar y participar en los muchos espacios y vías que ya se han creado a partir del trabajo conjunto; conferencias, grupos de estudio, seminarios web, cursos de estudio en línea, foros de debate y comunicaciones como Tidings, todo eso nos permite tener y compartir experiencias que de otro modo no serían posibles.