En octubre, la Asociación Urantia Internacional se unió a la Fundación Urantia y a la Urantia Book Fellowship para participar en el encuentro de 2015 del Parlamento de las Religiones del Mundo, en Salt Lake City. Fue una gran experiencia de aprendizaje que benefició a muchos de nuestros miembros y se diseminó a un público muy numeroso.
Como enlace de la Asociación Urantia en el comité conjunto del Parlamento, tuve el placer de trabajar con un sólido grupo de voluntarios que fueron fundamentales en el éxito del esfuerzo general. También tuve el placer de trabajar con el equipo y los voluntarios de la Fundación Urantia. Trabajar con un gran contingente de miembros del equipo y voluntarios de la Fellowship fue placentero también, incluso mientras nos enfrentábamos a algunos retos relacionados con la diversidad organizativa. Y más importante, unir nuestras manos en una importante cooperación para alcanzar metas compartidas debería contarse como progreso verdadero y bienvenido dentro de nuestra comunidad.
Mi mayor reconocimiento a la administradora ejecutiva, Margaret Slater Thompson. Ella apoyó nuestros esfuerzos desde el primer día hasta después del evento, y proporcionó ayuda económica y de inscripción esencial a nuestro equipo. Ofreció al comité su tiempo de manera generosa y una actitud alegre con las cuentas, la logística y mucho más, me ayudó en todas las fases de la planificación y el apoyo entre organizaciones.
También estoy muy agradecido a Richard Jernigan, el enlace de la Fundación Urantia en el comité conjunto. Su sugerente diseño gráfico fue el que elegimos para dotar de gracia a nuestro stand, y fue también decisivo en nuestra logística y la gestión de la ubicación. Cristina Seaborn, presidenta del comité interreligioso de la Fellowship, era el otro miembro del núcleo del equipo de planificación y trabajo muchísimo en la preparación del stand y en la coordinación de los voluntarios.
Fuimos al Parlamento como un equipo unificado para enseñar a un espectro diverso de seguidores religiosos El libro de Urantia y sus enseñanzas. Siento que tuvimos éxito, pero es difícil dar una medida exacta. Se vendieron libros y se entregó material promocional; en general, todo el material se ajustaba a nuestro acuerdo mutuo de promover únicamente el libro, no a ninguna organización. Los materiales distribuidos no incluían información promocional —únicamente las tres direcciones web estaban impresas en los folletos. Lo mismo para el expositor sencillo pero atractivo que sujetaba nuestro stand. Para leer un excelente relato del evento, vean el artículo de Richard Jernigan en el boletín de la Fundación Urantia:
Vendimos y donamos más de 100 libros, cientos de textos encontraron su camino en manos de los participantes, y tuvieron lugar muchas conversaciones en profundidad entre estudiantes de El libro de Urantia y los asistentes del Parlamento, que fueron oficialmente 10.859 personas. Como ejercicio de asistencia para difundir El libro de Urantia, nuestros esfuerzos deberían calificarse de éxito notable. Además, debido a la gestión cuidadosa y a la generosidad inesperada de la Fundación Urantia, los gastos fueron menos de los previstos.
Nuestra aventura en el Parlamento fue un buen preludio de la conferencia conjunta de este año en San Antonio. Estas actividades traen un bálsamo social a la comunidad de lectores muy necesitado y beneficioso; nuestros equipos organizadores seguirán perfeccionando los detalles de trabajar juntos, cosechar los beneficios de la amistad y la búsqueda de metas comunes. Debemos avanzar y mantener nuestro foco en desarrollar instructores y líderes que estén guiados por la sabiduría del espíritu interior y por una fe inquebrantable. Solo somos actores mortales en el escenario del Supremo en evolución.