Valor espiritual de la Conferencia de Perú

¿Qué hay de valor de supervivencia para el alma en una conferencia? He aquí mi cosecha presente de la conferencia sobre ciudadanía cósmica organizada por la Asociación Urantia de Perú los días 24 y 25 de abril de 2021. 

Primera historia. La oración de apertura de Collins Lomo, de Ghana, me mostró una madurez impresionante de concepto y liderazgo espiritual.

Segunda historia. Se animó a los organizadores de la conferencia internacional a que compartieran algo de su cultura local como parte de la conferencia, y lo hicieron de manera muy elevada. Me impresionó la eficacia de la presentación sobre el rastro de la raza violeta en los incas y los vídeos que daban apoyo a este tema. La presentadora era la cabeza de los organizadores de la conferencia, abogada, educadora y madre, Lourdes Burga-Cisneros. Su presentación tejió de manera hermosa hilos de conexión entre los documentos sobre Adán y Eva y los que describen diez aspectos de la civilización, y utilizó videoclips para cada aspecto con el fin de ilustrar los extraordinarios logros de los incas. Después de las presentaciones vimos vídeos que mostraban Machu Pichu, una serie de imponentes lugares arqueológicos, vistas aéreas de los Andes entre las que se incluían la región de Cuzco (Perú), donde inicialmente se había previsto que tuviera lugar la conferencia. Me conmovió profundamente el arte en la recopilación de citas y la destacada calidad de los audiovisuales de apoyo. Sobre esa base, una vez la presentación terminó y estuve viendo imágenes tomadas desde un aeroplano sobre los Andes, pude sentirme identificado con la perspectiva de los supervisores planetarios que plantaron allí la civilización y la alimentaron: ¡una emoción conmovedora!

Tercera historia. La presentación más inspiradora para mi alma fue la de Emeka Anazoda, que trajo el contacto-fe más avanzado con Dios y sus amigos invisibles para tratar con los desafíos de su carrera, sus responsabilidades familiares y la pobreza en Nigeria. Es un ingeniero que trabajó como taxista y diseñador de productos. Su taxi estaba en tan malas condiciones, emitía tanto humo y olía tan mal que nadie quería viajar en él. Un día, en un momento extremo, pidió a su serafín guardiana que solucionara el problema durante el tiempo suficiente para ganar el dinero necesario para reparar el taxi. Y eso fue exactamente lo que sucedió.

Su siguiente situación laboral también se tornó desesperada. Trabajaba para una compañía en el diseño de una complicada máquina de extracción de cobre. Para seguir con la investigación, la compañía necesitaba financiación externa que no podía captar. Durante cinco meses trabajó sin remuneración, confiando en que seguía la voluntad de Dios, que haría que todo funcionara. Después fue contratado para seguir trabajando en el mismo problema de diseño por otra compañía que tenía mucho dinero para financiar el proyecto. Estaban muy contentos con las habilidades que él había desarrollado al quedarse en la empresa anterior.

Como ingeniero, es capaz de desarrollar pensamientos científicos complejos. Conoce muy bien El libro de Urantia y las advertencias del libro acerca de meter la pata y aun así la percepción de su fe y la relación con Dios y su serafín fue tan fuerte que pudo cooperar con la familia de la Tercera Fuente y perseverar en la voluntad de Dios con una visión interior inquebrantable. En verdad podía decir: «Mi vida es una escritura sagrada que todavía se está escribiendo.»

He aquí algunas citas de la presentación de Emeka: «Jesús entendía tan bien la verdad que podía expresarla de mil maneras sin que disminuyera su valor». «El poder espiritual es un don». «¿Cómo distinguir el poder espiritual de la manipulación de la energía más baja?». «Cuando el alma reconoce el pensamiento real, rechaza fácilmente lo que es más bajo».

¿Cómo podemos desarrollar y ejercer una fe así con responsabilidad? Después de un mes de vivir tras la estela de las olas de la presión espiritual de Emeka desde arriba, he comenzado a entender la respuesta a mi pregunta.

Cuarta historia. Hubo una presentación especial de la revisión de la traducción de The Urantia Book al español, seguida por un panel y una conversación dirigida por un moderador. Víctor García Bory trabajó como líder para guiar la labor del grupo durante los últimos diez años. Hubo cuatro traductores: Olga López, el ya fallecido Carmelo Martínez, Raúl Pujol y Aníbal Pacheco. El vídeo de presentación incluyó escenas de las reuniones en la Fundación Urantia y vimos a esas personas interactuar en vivo. En los intentos de colaboración de alto nivel, nada es más predecible que la presencia perceptible del ego en uno o más de los jugadores. En este grupo, lo que más me impresionó (tanto en las escenas del vídeo como en las conversaciones posteriores) fue el sabor de los frutos espirituales palpables en cada uno de ellos: una calidad de humildad y amor que no había visto jamás. Mi alma vio en estas cinco personas el establecimiento de un nuevo estándar en los cimientos espirituales del trabajo en equipo.

Quinta historia. Aprecio en particular la manera inteligente y eficiente en que el moderador, Luis García Bory, dirigió la conversación que finalizó la reunión sobre la traducción al español. Habría sido fácil para él insertar comentarios personales, pero no hizo el más mínimo gesto en esa dirección. En todo momento sus palabras eran breves y completamente relevantes a la función que tenía asignada. Estamos destinados a ser administradores. Estoy guardando este recuerdo en mi alma para que me inspire más adelante.

Sexta historia. Como parte del comité de Programación, tuve la posibilidad de ayudar a los organizadores a articular su visión emergente, una gran emoción. Tuve el privilegio de ayudar a dos personas con su presentación y a una con su taller. No mencionaré nombres, pero la calidad de la colaboración fue extraordinaria. También mencionaré que tomó mucho trabajo llevar mi presentación a los estándares requieridos, un esfuerzo sincero y prolongado. Estas tareas llevaron a mi alma a un nuevo nivel de trabajo en equipo. Al final, las conferencias tratan sobre relaciones, y atesoro las que tuve con mis compañeras organizadoras: Lourdes, Jeannie Vázquez, Mairam Durand y Cecilia Barreto. Lo mismo se aplica a todos los colegas presentadores y facilitadores de talleres mencionados aquí.

Séptima historia. Vimos el anuncio de la próxima conferencia internacional de la Asociación Urantia, que se celebrará en Baltimore (Maryland, EE.UU.) del 28 al 31 de marzo de 2024 bajo el tema «Naturaleza y alimento del alma». Como he aprendido a obtener (dar) lo máximo de una conferencia, he empezado a prepararme para la próxima.

Octava historia. La ceremonia de clausura fue excepcionalmente breve y marcada por una inolvidable historia personal del nuevo presidente de la Asociación Urantia, Enrique Traver, de Brasil. Contó una historia de cuando tenía nueve años y desobedeció a su padre. Le castigaron, pero como juzgó que el castigo era injusto se marchó de casa. Puso algo de ropa en una bolsa y se alejó. Su padre le permitió hacerlo así y se quedó en la puerta de entrada mirándolo hasta que no pudo verlo más. Entonces el niño se dio cuenta de que no tenía a dónde ir y que el hogar era realmente maravilloso. Mientras deshacía sus pasos vio a su padre caminando hacia él. Se arrodilló, le sonrió, le abrazó, lo tomó y lo llevó de vuelta a casa. Enrique dijo que él había hecho eso varias veces a nuestro Padre del cielo, y que nuestra aventura como ciudadanos cósmicos nos enseña a confiar en el amor y la misericordia de nuestro Padre. Al escuchar esa historia mi alma se vio impulsada a ayudar a Enrique en lo que pueda.

Novena historia. Los organizadores de la conferencia trataron de hacer mucho, y no todo funcionó de manera suave. Como conozco pocos detalles de lo que fue mal, reflexiono y recuerdo que una semana después del rechazo de Nazaret, Jesús habló a los apóstoles sobre «La misión de las adversidades y el valor espiritual de la decpeción». Jesús solía llevar a los apóstoles a alguna decepción tras un éxito. Advirtió a los setenta evangelistas que se cuidaran del orgullo cuando regresaban de su primera gira de predicación, que había sido agraciada por una serie de obras de poder espiritual. Una lección más para la mente y el alma.

Décima historia. Con total humildad y amor, Alejandro Ampudia nos contó que había sido acosado de manera insistente por un niño mayor durante sus años de escuela (y hasta la enseñanza secundaria) a pesar de sus esfuerzos continuos de devolver bien por mal de manera amorosa y amigable. Después de diez años de esfuerzos aparentemente infructuosos de amar al acosador, el muchacho más mayor acabó cambiando y le dijo a Alejandro que fue su amistad durante aquellos años lo que acabó por cambiarle. Se hicieron buenos amigos y siguen en contacto.

Undécima historia. Nunca había estudiado el tema de la ciudadanía cósmica. Centrarme en la filosofía del vivir y el movimiento del evangelio me había dejado la impresión de que la ciudadanía cósmica era un tema elevado para los estudiantes de El libro de Urantia que iba más allá de mi llamada, pero el trabajo de Jinwoog Kim, de Corea, transformó mi concepto. Puso la ciudadanía cósmica (con sus obligaciones hacia el Ser Supremo) en el marco más amplio posible: el de los temas del evangelio sobre Dios y el amor paternal. Una de las citas que seleccionó era del Documento 141, sección 2, «La ley de Dios y la voluntad del Padre». Cuando descubrí este cambio de perspectiva, me puse a dar vueltas aturdido durante un rato. Comencé a vivir los temas de ciudadanía cósmica que llevaba estudiando en serio durante los dos últimos años de preparación de esta conferencia, pero como parte de vivir todas las verdades a las que me había esforzado en dedicar mi vida durante los últimos cincuenta años.

Catedrático de Ciencias Políticas y jefe del Instituto de Investigación de Asuntos Militares de Corea, Kim es un líder inspirador al que le gusta que todos se impliquen activamente. Una vez nos conocimos me pidió que dirigiera una parte del taller.

En caso de que estén interesados, el texto que sigue es un fragmento de lo que utilicé en mi parte del taller.

En el documento que el catedrático Jinwoog envió a los participantes del taller, describía dos principios cósmicos factibles y siete virtudes prácticas (o cualidades del carácter) que forman parte de la ciudadanía cósmica. Factible significa que se puede hacer. Práctico implica con los pies en el suelo, aquí y ahora. Para que estos principios y virtudes sean efectivos en nuestra vida, necesitamos aplicarlos en la experiencia.

Teníamos 30 minutos para esta parte del taller. Durante los primeros 10 minutos consideramos estos principios y cualidades, en preparación para poner en práctica la ciudadanía cósmica en grupos de dos, dispuestos aleatoriamente por Zoom. En los siguientes 10 minutos tuvimos conversaciones. Escuchamos y apoyamos a la otra persona y compartimos nuestros pensamientos y experiencias. Después de las conversaciones, poníamos en común en el chat durante 5 minutos la diferencia que supone en la conversación ser conscientes de la ciudadanía cósmica. Después concluí con algunos comentarios y regresamos al liderazgo del catedrático Jinwoog.

Los principios cósmicos están incluidos en la siguiente cita. A medida que leemos y escuchamos juntos la cita, buscamos lo que podríamos utilizar en nuestras conversaciones mientras escuchamos, damos apoyo y ponemos en común.

No debéis considerar que la cooperación con vuestro Ajustador es un proceso particularmente consciente, porque no lo es; pero vuestros móviles y decisiones, vuestras fieles determinaciones y vuestros deseos supremos constituyen de hecho una cooperación real y eficaz. Podéis acrecentar conscientemente la armonía con el Ajustador:

1. Escogiendo responder a la guía divina; basando sinceramente vuestra vida humana en vuestra conciencia más elevada sobre la verdad, la belleza y la bondad, y luego coordinar estas cualidades de la divinidad mediante la sabiduría, la adoración, la fe y el amor.

2. Amando a Dios y deseando pareceros a él — el auténtico reconocimiento de la paternidad divina y la adoración amorosa del Padre celestial.

3. Amando a los hombres y deseando sinceramente servirles — el reconocimiento sincero de la fraternidad de los hombres, unido a un afecto inteligente y sabio por cada uno de vuestros semejantes mortales.

4. Aceptando alegremente la ciudadanía cósmica — el reconocimiento honrado de vuestras obligaciones progresivas hacia el Ser Supremo, la conciencia de la interdependencia del hombre evolutivo y de la Deidad en evolución. Es el nacimiento de la moralidad cósmica y la comprensión naciente del deber universal.  [Documento 110:3.6-10, páginas 1206.4-8]

¿Qué significa la interdependencia del hombre y del Ser Supremo? A medida que evolucionamos, estamos en el dominio del Ser Supremo, que está evolucionando con nosotros. El Supremo es como el chef que hace una estupenda ensalada y que depende de que agricultores como nosotros proporcionen las verduras. El chef está incompleto sin los agricultores.

El Supremo está a cargo del crecimiento del todo, y necesitamos hacer nuestra parte. El Supremo nos bendice proporcionando los potenciales de la verdad, la belleza y la bondad en evolución, que actualizamos como ciudadanos cósmicos. Y como Dios es nuestro Padre divino, el Supremo es nuestra Madre divina.

Una cosa más. Hay una secuencia necesaria: las verduras tienen que estar a mano antes de hacer la ensalada. En otras palabras: ciertas cosas han de estar presentes antes de poder hacer otras. La sabiduría eterna establece leyes de secuencia cósmica. Por ejemplo: «Cuando las condiciones físicas están maduras, se pueden producir evoluciones mentales repentinas; cuando el estado de la mente es propicio, pueden ocurrir transformaciones espirituales repentinas; cuando los valores espirituales reciben el reconocimiento adecuado, entonces los significados cósmicos se vuelven discernibles, y la personalidad se libera cada vez más de los obstáculos del tiempo y de las limitaciones del espacio» [65:8.6]. En otras palabras: nuestra obligación para con el Ser Supremo es descubrir lo que necesitamos hacer a continuación y hacerlo con alegría.

Pueden escribirme a jwattles@kent.edu

También pueden ver mi web, de la que he tomado este artículo, en: https://UrantiaBookProjects.org

Para obtener el documento del profesor Jinwoog, pueden escribirle a kimjinwoog@gmail.com