Unidad: armonía dentro de la diversidad de experiencias y creencias 

(Transcripción de una presentación de la conferencia de Tasmania 2022)

¿Qué es la «unidad en el espíritu» y dónde está? 

Es muy fácil tener diversidad, diferencias de opinión y puntos de vista divergentes, porque somos humanos; nuestra personalidad es única y las experiencias personales. Yo podría pasar por un mismo suceso o tribulación, pero mi experiencia es mía y solo mía. Jesús trató sobre esto en el documento 141, sección 5.1-4. 

Una de las más memorables de todas las conversaciones nocturnas que hubo en Amatus fue la sesión en la que se trató sobre la unidad espiritual. Santiago Zebedeo preguntó: «Maestro, ¿cómo podemos aprender a ver las cosas de la misma manera para que haya así más armonía entre nosotros?»

Lo que yo pido para vosotros, mis apóstoles, es la unidad en el espíritu que podéis experimentar en la alegría de dedicaros unidos a hacer de todo corazón la voluntad de mi Padre del cielo. 

No tenéis que ver las cosas de la misma manera ni sentir de la misma manera, ni siquiera pensar de la misma manera, para ser espiritualmente de la misma manera. 141:5.1-4 (1591.6) negrita añadida

Foto de Truthseeker08

La unidad en el espíritu es algo en lo que debemos trabajar y esforzarnos, no llega de manera automática; se debe pensar en ella y organizarla conscientemente. 

Hace poco tuve un encuentro en una promoción de libros que hago con regularidad. Había montado un puesto de El libro de Urantia y al lado de mí había otro grupo religioso que ofrecía sesiones de oración, bendiciones, protector solar, agua embotellada e imágenes para colorear para los niños. Creo que su curiosidad se agudizó cuando se dieron cuenta de que yo también estaba hablando de Jesús, de Dios y de cosas espirituales. Un joven se me acercó y me invitó a entablar una conversación; me preguntó por el libro y de qué se trataba, así que le di mi perorata habitual. 

Pude ver que sus ojos se abrían más a medida que aumentaba su emoción, luego ya no pudo contenerse. Interrumpió mi charla y procedió a hablarme de su iglesia, de sus creencias, de dónde estaba equivocado y en qué nos diferenciábamos. Hizo algunas preguntas bastante conmovedoras y procedió a responderlas antes de que yo tuviera la oportunidad de responder. Debido a que estaba considerando el tema de la unidad espiritual, traté de señalar nuestro terreno común, a lo que él asintió cortésmente cuando mencioné el amor por Dios y Jesús, y que todos somos hermanos y hermanas, etc. Pero fue en vano, me iban a arreglar. Tenía que aceptar que Jesús murió en la cruz por nuestros pecados y, a menos que lo hiciera, no podría tener salvación ni entrar en el reino de los cielos. 

Traté de señalarle que, a menos que pudiéramos llegar a algún acuerdo, no podríamos ser compañeros, y con este tipo de opiniones divergentes entre nosotros y otras personas, nunca podríamos tener paz y armonía, a lo que él asintió cortésmente antes de continuar con su diatriba. Por suerte, fue lo suficientemente educado como para permitirme interactuar con los que visitaban mi puesto. Acordamos intercambiar datos de contacto para poder continuar la conversación.

Esto me dio que pensar mientras volvía a casa, cómo tener unidad en el espíritu. Necesitaba encontrar lo que teníamos en común. Jesús lo hizo muy bien, en particular durante sus viajes por el Mediterráneo. 

Seleccionó a cinco de los estoicos más destacados, once de los cínicos y a dieciséis líderes de los cultos de misterio y pasó gran parte de su tiempo libre en estrecha relación con esos maestros religiosos durante casi seis meses. 

Su método de instrucción consistió en no combatir ninguno de sus errores ni mostrar los fallos de sus enseñanzas. Seleccionaba en cada caso la verdad de lo que enseñaban y luego embellecía e iluminaba esa verdad en sus mentes de tal manera que en muy poco tiempo esta verdad acrecentada rechazaba por sí misma el error asociado a ella. 132:0.4 (1455.4) 

Aunque claro, nunca podría esperar ser tan inteligente o sagaz como Jesús, y si no hay deseo de unidad, siempre será un asunto unidireccional. Así que ese era mi argumento: si ambos hubiéramos podido acordar ser compañeros, tener relaciones amistosas y que dejar de lado nuestras diferentes opiniones o pensamientos para permitir que la idea común pasara a primer plano, podríamos tener una base sobre la que construir; pero solo funcionará en un ambiente de cooperación en el que exista la voluntad de tener paz y armonía.

El documento 103 explica: 

La unidad de la experiencia religiosa de un grupo social o racial proviene de la naturaleza idéntica del fragmento de Dios que mora en el interior de cada individuo… Un colectivo de mortales puede experimentar unidad espiritual, pero nunca uniformidad filosófica. 103:1.1 (1129.1) 

Toda Iglesia que adore al Dios vivo, valide la hermandad de los hombres y se atreva a liberar a sus miembros de cualquier imposición dogmática tiene un gran futuro por delante. 103:5.12 (1135.2) 

Suelo decir que hay tantas religiones como personas sobre la faz de la tierra. 

Terreno común 

  • Los dos deseamos conocer a Dios Padre, o incluso a Jesús. 
  • Nos atascamos cuando intenté explicar cosas como dónde está Dios. 
  • Queremos vivir después de la muerte; la salvación. 
  • Flaqueamos cuando intenté explicar cómo iba a ser la vida futura, así que tuvimos que estar de acuerdo en no estar de acuerdo. 

Cada uno tenemos que hacer lo que pensamos que es correcto para sobrevivir a la muerte, pero ambos lo deseábamos. 

Digo que intentaré ser bueno, no cometer pecados y ser una persona moral, pero esto puede que no sea suficiente a sus ojos, aunque debe aceptar seguramente que eso es mejor que la alternativa. 

¿Qué es el Espíritu o la unidad en el espíritu? 
Creo que es el deseo de encontrar un terreno espiritual, una creencia común. 

¿Dónde está? 
Creo que, si existe, ha de estar primero dentro de nosotros y entonces puede existir en nuestras relaciones. 

De ese modo, podemos permitir que las diferentes opiniones y creencias existan juntas dentro de una atmósfera de cooperación, amor y armonía. Podemos aplaudir la diversidad y disfrutarla, pero requiere esfuerzo y trabajo. Debemos ser el cambio que queremos ver en el mundo.

El libro lo resume muy bien en los documentos finales: 

Pentecostés fue el llamamiento a la unidad espiritual entre los creyentes en el evangelio. Cuando el espíritu descendió sobre los discípulos en Jerusalén, sucedió lo mismo en Filadelfia, en Alejandría y en todos los demás lugares donde moraban creyentes sinceros. Fue literalmente cierto que «la multitud de los que creyeron era de un corazón y un alma». La religión de Jesús es la influencia unificadora más poderosa que el mundo haya conocido jamás. 194:3.17 (2064.3) 

El cristianismo está seriamente amenazado por la condena contenida en uno de sus propios lemas: «Una casa dividida contra sí misma no puede permanecer». El mundo no cristiano no aceptará capitular ante una cristiandad dividida en sectas. El Jesús vivo es la única esperanza de una posible unificación del cristianismo. 195:10.11 (2085.3)

Del número Arena – Summer 2022, de Phillip Marriott (Australia), 25 de junio de 2023