Revisión de los grupos de estudio

Durante la conferencia de Ámsterdam me reuní con un lector veterano y tuve una conversación interesante con él sobre el nombre, la naturaleza, la función, la misión y las metas de los grupos de estudio. Desde entonces he tenido más conversaciones sobre este tema con lectores de Europa, Norteamérica, África y de mi asociación local. En todas esas conversaciones mi objetivo fue explorar qué se puede hacer para hacer que los grupos de estudio sean más atractivos, prácticos y útiles para los lectores y estudiantes de todas las generaciones.

Considerando las directrices que los reveladores expresaron en el Mandato de Publicación para crear miles de grupos de estudio y capacitar a líderes e instructores, y para responder al desafío de cumplir la misión de El libro de Urantia tal como se expresa en el Prólogo: aumentar la conciencia cósmica y elevar la percepción espiritual [0:0.2], y responder al otro gran desafío, conseguir una mejor comunicación con el Monitor divino que reside en la mente humana [196:3.34], mis preguntas fueron: ¿están los grupos de estudio cumpliendo estos objetivos? ¿O están organizados y facilitados sin tener en cuenta ninguno de esos objetivos específicos?

A partir de esas conversaciones me di cuenta de que es necesario revisar los grupos de estudio si han de cumplir lo que los reveladores tenían en mente para ellos. Quizá crear grupos de estudio durante muchos años y volvernos complacientes sobre ellos nos haya hecho olvidar poco a poco su verdadero propósito e importancia, a la vez que los hacemos más intelectuales y sociales, en lugar de más progresivos y atractivos espiritualmente para una nueva generación de lectores.

No hay nada malo en los aspectos intelectuales o sociales de los grupos de estudio mientras no eclipsen su verdadero propósito. Durante muchos años no se ha hecho mucho para mejorar la organización de los grupos de estudio o sobre cómo deben gestionarse, y esto se ha justificado a menudo con que eran libres de llevar a cabo sus actividades sin interferencias de ninguna organización. Hoy creo que si los grupos de estudio han de tener éxito en su misión de revitalizar espiritualmente el mundo elevando la consciencia de la mayoría de sus habitantes, las organizaciones de Urantia y los anfitriones de grupos de estudio necesitan evaluar de nuevo el verdadero potencial de esos grupos y diseñar estrategias para hacer que sean más efectivos y atrayentes.

Si consideramos la denominación «grupo de estudio» como ejemplo, ¿qué nos viene a la mente? Para muchos se trata principalmente del aspecto intelectual del libro. Nuestras experiencias como estudiantes en las escuelas nos han condicionado a pensar en el estudio de una manera muy limitada; quizá haya que revisar este nombre para responder mejor a las necesidades y a la mentalidad de la generación actual de lectores. Llamarlos «grupos de estudio» quizá atraiga a las primeras generaciones de lectores, pero hoy día creo que es necesario reflexionar y hacer hincapié sobre su poder de transformación espiritual, no solo en su aspecto intelectual.

He aquí una descripción de la expresión «grupo de estudio» que encontré en Internet:

Un grupo de estudio es un pequeño grupo de personas que se reúnen regularmente para debatir sobre un mismo objeto de estudio. Podemos encontrar estos grupos en entornos de enseñanza secundaria y universitaria, en compañías y ocasionalmente en la enseñanza primaria. Las organizaciones de promoción profesional también pueden fomentar grupos de estudio. Cada grupo es único y se basa en los antecedentes y habilidades de sus miembros para determinar el material que se cubrirá. El líder que no está estudiando activamente el material suele dirigir actividades grupales. Algunas universidades establecen de forma activa programas de grupos de estudio para que los estudiantes se inscriban. Los grupos académicos típicos de nivel universitario contienen de 5 a 20 estudiantes y un administrador o tutor procedente del programa de posgrado o un estudiante de último año. Los grupos profesionales son a menudo más pequeños. [Wikipedia]

¿Refleja esta definición lo que estamos intentando lograr con los grupos de estudio de El libro de Urantia?

Modificar la denominación «grupos de estudio» sería solo el primer paso para mejorar la manera en que se perciben y lo que pueden conseguir. Esa modificación tendría que reflejar una orientación compatible con la misión espiritual así como su dimensión intelectual, a fin de ampliar nuestra concepción de la cosmología, la filosofía y la religión. También necesita reflejar su influencia espiritual transformadora y progresiva para abarcar actividades orientadas al servicio. No sin motivo los reveladores han sugerido expresamente que estudiemos los tiempos y la vida de Jesús para que aprendamos a ser luces vivas de la verdad.

Podéis predicar una religión acerca de Jesús, pero la religión de Jesús, forzosamente, tenéis que vivirla. [Documento 196:2.1, página 2091.10]

La integración de las enseñanzas de El libro de Urantia en la vida de los estudiantes debería ser una de las prioridades de todo grupo de estudio. Ese foco y orientación se vuelve necesario cuando nos esforzamos por cumplir la misión que nos dieron los reveladores. Muchas cosas entran en juego cuando aceptamos las responsabilidades que dicha misión nos exige, y hay muchas cosas que podemos hacer para vivir a la altura de esas responsabilidades en la medida de lo posible. Es necesario entregarse de manera sincera a la misión espiritual de El libro de Urantia si esperamos revitalizar, mejorar y modernizar los grupos de estudio.

«El futuro no se halla al alcance de (su) comprensión mortal, pero harían bien en estudiar diligentemente el orden, el plan y los métodos de progresión tal como fueron decretados por Miguel en su vida terrenal cuando el Verbo se hizo carne.» [El Mandato de Publicación]

En el movimiento Urantia de hoy día, los anfitriones de grupos de estudio son las luces espirituales que brillan en muchas partes del mundo; son los líderes y los instructores, lo comprendan o no. Tienen una enorme responsabilidad y, como hermandad, una reserva considerable de potencial y poder espiritual que puede ayudar a cambiar el mundo. Si pudiéramos imaginar y hacer realidad lo que los reveladores previeron en el potencial de los grupos de estudio, cada lector serio y estudiante de El libro de Urantia participaría en uno o sería el anfitrión de uno.

Las palabras que describen las cosas bellas no pueden conmover tanto como la visión de esas cosas, y las palabras de un credo tampoco pueden inspirar el alma de los hombres como la experiencia de conocer la presencia de Dios. [Documento 195:9.8, página 2083.4]

Los grupos de estudio deberían centrarse más en la integración progresiva de las enseñanzas. Necesitan incorporar el intercambio de experiencias que amplía los valores y significados de las lecciones que se estudian en el grupo. Dichas actividades abrirían la puerta a expresar nuestro potencial espiritual en nuestra vida diaria y podrían usarse para hacer más accesibles las enseñanzas para todos.

Si compartimos estas experiencias podemos explorar su influencia espiritual, progresiva y transformadora en nosotros mientras nos mantenemos centrados en las enseñanzas. Después de enseñar a sus apóstoles, Jesús los enviaba siempre a practicar y enseñar la lección que habían aprendido. De esta manera podían adquirir experiencia de primera mano sobre la integración de estas lecciones. Una vez hecho esto se reunían todos de nuevo y compartían lo que habían aprendido. Así fue como el Maestro organizó y gestionó el grupo de estudio de su tiempo.

Ahora tenemos acceso a muchas nuevas tecnologías que pueden ayudar enormemente a reunirnos en un grupo de estudio. A través de programas de Internet como Skype, Zoom o WhatsApp, es posible que los estudiantes y lectores aislados se reúnan a la hora que prefieran. El Directorio de Grupos de Estudio de El libro de Urantia tiene registrados más de 80 grupos de estudio virtuales en muchos idiomas distintos, a horas y días de la semana distintos. También hay grupos que disfrutan reuniéndose en persona y por Internet al mismo tiempo. Hay más de 400 grupos regulares en diferentes directorios gestionados por diferentes organizaciones.

Hay una plétora de ayudas al estudio actualmente disponibles que no lo estaban hace años. Estas ayudas al estudio pueden usarse para mejorar la eficacia de los grupos de estudio que ayudan a los estudiantes a visualizar conceptos difíciles o a comprender la organización del universo en sus diversas formas y expresiones. Se debería hacer el esfuerzo de traducir las mejores ayudas al estudio y tenerlas disponibles en el Directorio de Grupos de Estudio, de modo que los estudiantes de diferentes idiomas puedan beneficiarse del trabajo de otros lectores. Compartir en los boletines o en el Journal experiencias relacionadas con las enseñanzas es también una gran manera de dar vida a las enseñanzas de El libro de Urantia.

También hay otra responsabilidad que debe ser respaldada por cada estudiante y anfitrión de un grupo de estudio, que tiene que ver con compartir el libro y sus enseñanzas con el mundo exterior. ¿Qué mejor lugar que un grupo de estudio para aprender a hacerlo? Hoy día dependemos con demasiada frecuencia de las redes sociales para que hagan el trabajo por nosotros, o relegamos a las organizaciones este trabajo fundamental de nuestra misión común como defensores de la revelación. Quizás nuestra esperanza o nuestra impaciencia por ver cambios rápidos en la sociedad y en el mundo en general han frenado nuestro progreso en el respaldo de nuestro cambio espiritual e influencia individual. Necesitamos convertirnos en el cambio que queremos ver en el mundo; hacer lo contrario no es muy efectivo para nuestra misión.

Creer que El libro de Urantia cambiará el mundo por sí solo es una respuesta inmadura a lo que el libro contiene y representa: las enseñanzas deben cobrar vida dentro de cada uno de nosotros, necesitan integrarse para que seamos una expresión viva de sus valores. Antes de que un árbol pueda crecer y madurar, crece una red de raíces que serán el ancla vital de este árbol, que lo ayudarán a resistir la adversidad de los elementos; y a medida que el árbol madure, toda la tierra se beneficiará de sus numerosos frutos. Los grupos de estudio son lo mismo: son la red, las raíces espirituales que anclarán la revelación para resistir la adversidad de la ignorancia, el prejuicio y el miedo. Los participantes son las ramas que deben manifestar frutos espirituales.

Detengámonos en el hecho de que nos dieron esta revelación para los próximos mil años. Este es el tiempo que los reveladores prevén que será necesario para ser la palanca que llevará a este planeta a la próxima era. Entonces, ¿por qué tenemos prisa? He aprendido una buena lección en mi vida y es «hazlo bien la primera vez o tendrás que volver a hacerlo más adelante».

Lleva toda una vida dominar la calidad de vida, la calidad de pensamiento y la calidad de la adoración, y Jesús nos ha enseñado a hacerlo con el ejemplo de su vida. Para dominar estas tres cosas necesitamos adquirir la mentalidad cósmica y espiritual contenida en cada parte de El libro de Urantia, no solo en una de sus partes. Aquí es donde los grupos de estudio pueden ayudar, siempre y cuando sus anfitriones o facilitadores entiendan estos objetivos y se centren en hacerlos realidad.

Para que los anfitriones de los grupos de estudio cumplan estos objetivos, necesitan formarse en el arte de liderar, facilitar y enseñar. La red de grupos de estudio necesita ser reforzada y mejorada, necesita crecer y echar raíces en cada país del mundo y en todas las ciudades y pueblos de esos países. Hay posibles soluciones a esos retos pero muchas de ellas se encontrarán cuando se reúnan los anfitriones de grupos de estudio y se impliquen en compartir sus experiencias. Ellos pueden beneficiarse y aprender de esas experiencias, y las organizaciones pueden ayudar ofreciendo formación puntual y regular, así como lugares para reunirse.

Ver los grupos de estudio de esa manera, visualizar su verdadero potencial espiritual, nos da nuevas ideas sobre su papel y lo importantes que son para la misión de la revelación. Aislados o divididos a través de políticas organizativas o de orientación intelectual y espiritual divergente, los grupos de estudio no lograrán su verdadero propósito o, en el peor de los casos, disminuirán su atractivo para lectores y estudiantes por igual. Los buenos líderes e instructores del movimiento Urantia deberían surgir de grupos de estudio efectivos, grupos que se centren en el verdadero propósito de elevar intelectualmente (cósmicamente) y espiritualmente a sus participantes.

Recordemos que necesitamos ser el cambio que queremos ver en el mundo [Mahatma Gandhi]. Hasta que seamos la expresión viva de este cambio, el mundo seguirá girando como ahora. Por lo tanto invito a los anfitriones de los grupos de estudio y a sus participantes a que piensen y conversen en profundidad sobre las ideas que expreso en este artículo, con la esperanza de que en un futuro cercano todos podamos reunirnos y mejorar la forma en que los grupos de estudio podrían beneficiar la revelación.