A continuación tienen dos reseñas de asistentes a los encuentros Urantia organizados por Pato Banton y Antoinette Rootsdawtah, celebrados en Londres y Birmingham. El primero es de Alex H, de Alemania, y el segundo de Anna Zeven, de los Países Bajos.
Alexander H, de Alemania, escribe:
Llegué a Londres en avión desde Alemania el viernes 27 de enero. Después de una visita muy breve al Puente de la Torre , tomé el tren a Croydon, donde tuvo lugar la conferencia Urantia del Reino Unido al día siguiente. Fui calurosamente recibido por hermanos y hermanas a los que ya conocía, y a los que esperaba con ilusión volver a ver. Al día siguiente tuvimos una pequeña pero excelente conferencia en el Hallmark Hotel de Croydon. Este lugar fue una muy buena elección, en mi opinión. Había aproximadamente unos 15 asistentes. La mayoría de ellos vivían en el Reino Unido, pero también asistieron algunas personas de otros países. Había personas de los Países Bajos, Suecia y yo mismo, de Alemania. Pato Banton y Antoinette Rootsdawtah hicieron un largo viaje desde California a Inglaterra únicamente para asistir a estas reuniones. Después de tomarnos el tiempo suficiente para presentarnos ante los demás, comenzó el espectacular programa. Cantamos, bailamos, leímos, conversamos y rezamos juntos. Fue maravilloso.
Pato había planeado leer los documentos 170, 33 y 45 con nosotros, pero nuestros debates sobre el documento 170 (El reino de los cielos), con el que empezamos, fueron tan profundos y detallados que ni siquiera llegamos a la mitad del documento durante toda la reunión. Pato tiene la gran habilidad de plantear las preguntas correctas en el momento adecuado, y de invitar a los demás a pensar más en profundidad acerca de las enseñanzas. Entretanto, el ánimo se elevó enormemente con algunas de las canciones de Pato y su invitación a bailar y cantar con él. «One World is Enough for All of Us» (Un mundo es suficiente para todos nosotros) era el nombre de una canción, que hizo que todos alardeáramos de voz.
Al final de la reunión, hablamos sobre actividades Urantia previstas en el Reino Unido. Inglaterra se enfrenta a un gran desafío porque, como en otros países europeos, la comunidad Urantia es muy pequeña allí. Todos estábamos de acuerdo en que lo principal es hacer que los eventos Urantia sean cada vez más atractivos para la gente nueva. Al tener allí a Pato y Antoinette, pensamos que ciertamente la música y el arte son las características más atractivas que un evento debería incluir. El tiempo pasó rápido, pero creo que hablo en nombre de todos cuando digo que esta reunión mereció la pena y que todos somos ahora un poco más listos, como sucede cada vez que tenemos el placer de reunirnos con otros estudiantes del libro y de intercambiar nuestras ideas con ellos.
Al día siguiente, viajamos a Birmingham en tren. Pato reservó una sala de conferencias en el Raddison Blu Hotel, que es el edificio más alto de la ciudad. No mucho antes, la sala se llenó de familiares de Pato. Se merecía el nombre de «encuentro familiar» porque, junto a unos pocos lectores, que ya habían asistido al encuentro el día anterior, había más de veinte familiares de Pato, incluyendo sus padres y algunos de sus hijos y nietos. Sus hijas y nietos eran ya lectores de El libro de Urantia enormemente inspirados y cariñosos, pero no todos ellos eran lectores. Algunos ni siquiera conocían el libro o lo que Pato estaba haciendo, así que fue una gran experiencia escuchar todas esas diferentes ideas y reacciones en nuestra sesión de lectura.
Después de celebrar las bendiciones de algunos de los nietos de Pato (hubo incluso una ceremonia de bautismo), hicimos otra ronda detallada de presentaciones. Luego comenzamos a leer juntos el libro. Comenzamos por 167.6 («Bienaventurados los niños») y luego seguimos con los documentos 100.1 («El crecimiento religioso») y 100.2 («El crecimiento espiritual»). Nos llevó más de una hora debatir sobre la diferencia entre crecimiento religioso y crecimiento espiritual y, como era de esperar, no leímos mucho debido a lo profundo de las conversaciones. No creo que nos perdiéramos nada por no haber leído todos los documentos, sino que más bien ganamos mucho porque pensamos en los temas de una manera muy intensa . Fue muy inspirador intercambiar pensamientos con todas esas personas encantadoras, lectores y no lectores de El libro de Urantia, todos con un gran interés espiritual y religioso. Ahora conocemos un poco mejor la diferencia. Luego Pato tuvo la gran y espontánea idea de preguntar al grupo acerca de su opinión sobre cuál era «el significado de la vida» para ellos. Uno tras otro, explicaron en detalle lo que entienden que es «el significado de la vida». Pudimos ver que algunos de los asistentes disfrutaron al expresar su punto de vista personal acerca de esto. Lo principal que todos teníamos en común era «amar, aprender y crecer», «hacer del mundo un lugar mejor» y «aprender a conocer y seguir la voluntad de Dios». Antoinette lo grabó todo y creo que podrán ver y escuchar muy pronto estas inspiradoras explicaciones.
Los que leen este informe están invitados a asistir al IC17 en Denver este julio. Haré el largo viaje de Alemania a través del Océano Atlántico para asistir a este evento, que espero que sea una experiencia inolvidable e inspiradora. Ahora mismo estoy preparando un taller que será sobre «Actividades Urantia en Europa, y por qué es difícil divulgar la revelación en los países occidentales».
Nos vemos allí, hermanos espirituales. ¡Mucho amor!
Alex H (Alemania)
Anna Zeven, de los Países Bajos, escribe:
Hablando de luz y vida… ¡Vaya! ¡Pato y Antoinette me deslumbraron! Entré en la sala de un bello y viejo hotel de las afueras de Londres un sábado nuboso de enero, un poco tarde después de una visita muy agradable pero inesperada por Londres debida a que tomé el tren en sentido contrario. Vi a dos personas hermosas y brillantes en medio de la sala difundiendo su luz urantiana. Me quedé asombrada inmediatamente.
Una conferencia como ninguna otra
La conferencia fue dirigida por Pato Banton y Antoinette Rootsdawtah. Los dos son músicos de reggae respetados internacionalmente y dirigidos por la fuerza de la verdad de Urantia. Esta conferencia fue totalmente distinta a otros encuentros Urantia a los que había asistido hasta entonces. Nos llevaron a un viaje introspectivo y alegre y nos invitaron a compartir nuestras creencias más profundas acerca de la vida y de El libro de Urantia. Leímos, cantamos, bailamos, conversamos y compartimos a un nivel más profundo. Fue una mezcla perfecta que nos mantuvo a todos conectados a los temas y los unos a los otros. ¡La música me hizo sentir muy viva!
Un poco más tarde ese mismo día, Pato compartió la historia de su vida, increíblemente reveladora y que me conmovió muy profundamente. En mi trabajo como educadora juvenil, siempre invitamos a los jóvenes a bajar la línea de flotación de acuerdo con el modelo del iceberg, para establecer una conexión más poderosa y honrada con los demás. Y eso es exactamente lo que Pato hizo. Se sumergió profundamente en su propia vulnerabilidad y nos dio la oportunidad de conocerlo verdaderamente en un nivel esencial. ¡Qué vida más increíble ha tenido! ¿Hay algo que no haya experimentado? Tengo un gran respeto por el hombre en el que se convirtió gracias a su vida inspiradora y a su fuerza interior. Tiene mucho que compartir, que dar, que brillar. Es como si rebosara. Acabamos este maravilloso día con una oración colectiva en la que todos pudimos participar.
El encuentro con la gran familia de Pato
Ese domingo, Pato y Antoinette nos invitaron a que nos uniéramos a su familia y a una ceremonia de bautismo. Fue una bendición estar rodeada y completamente adoptada por la maravillosa familia de Pato. Y cuando su madre entró en la sala… solo podía estar callada después de escuchar la historia de la vida de Pato y sentí un profundo respeto por esa señora asombrosa y extremadamente poderosa. Se me saltaron las lágrimas. Me sentí tan agradecida por todos los retos de mi vida, por cada conexión experimentada (ya sea a corto o a largo plazo), por mi vida tan rica, por todo lo que Dios trae a mi vida para aumentar mi experiencia y mi conciencia totales (ya sea dura o inspiradora).
Cuando la habitación parecía estar llena a tope, con todas las personas vestidas de blanco, aún había gente entrando; no daba crédito a mis ojos (y Pato tampoco): ¿cómo podía caber tanta gente en la sala? Había personas de edades entre el año y los 90 años de edad. Pato y Antoinette dejaron que todos se unieran a las conversaciones de grupo, sin importar su edad. Usaban casi la misma estrategia que el día anterior, así que hubo otro día para compartir y conectar. En algún momento, Pato planteó la pregunta: «¿Qué es Dios para ti?». Me quedé totalmente asombrada por la sabiduría de estos niños. Cada palabra que decían era tan verdadera, tan sensata, tan pura.
Un amor
Aunque el bautismo no es mi parte favorita, me sorprendió el efecto que tuvo en mí y en las personas que fueron bautizadas. Parecía que algo había cambiado en su sistema energético, en su apariencia (de manera positiva, por supuesto). Es como darlo todo realmente; una rendición total. Y me llevó a pensar que dichas prácticas pueden ser muy poderosas.
Me sentí abrazada por estas bellas personas. Resultó que eran familiares de Pato, ¿pero no somos todos familia? Y así es como comenzó la oración que compartí ese día, diciendo: «Querido Dios, mi Padre, nuestro Padre». Fue mi manera de expresar la fuerte conexión que sentí aquel día, a pesar de la barrera del idioma, de la barrera de la distancia e incluso de la barrera de las creencias. Me sentí verdaderamente conectada con todos los que viven en la tierra, con todo hermano y hermana espiritual que ilumina nuestro mundo, Urantia. Para mí fue un verdadero regalo experimentar este día.
¡Muchísimas gracias por vuestra luz y viveza, Pato y Antoinette!
Anna Zeven (Países Bajos)