El Programa para Niños y Adolescentes de la conferencia de la Asociación Urantia de Baltimore proporcionó a los niños un espacio para jugar, hacer amigos y conocer las enseñanzas de Urantia. Dieciséis niños se colocaron en dos grupos de diferentes edades y recorrieron actividades del plan de estudios de la ciudad de Nazaret, un plan de estudios de la Escuela Bíblica de Vacaciones hecho por el grupo (group.com). Este plan de estudios fue adaptado por los lectores de El libro de Urantia para los niños asistentes, y ayudó a allanar el camino para que los voluntarios hablaran de Jesús como nuestro hermano terrenal, y de Miguel como nuestro Hijo Creador. Proporcionó divertidos videos musicales, actividades y manualidades con el tema de Nazaret, una decoración estimulante y estímulos verbales que los voluntarios utilizaron para iniciar conversaciones. Los voluntarios adoptaron a fondo el espíritu del programa. Muchas veces se vestían como residentes de Nazaret. Se les podía escuchar hablar de los tiempos en los que vivió Jesús y de su infancia, y cuando se presentaban las oportunidades, los voluntarios pasaban de hablar de Jesús a cosas como Miguel y el Espíritu Madre, el significado de morontia y el espíritu de servicio.
Adaptación del programa para los niños asistentes
Cada día había una sesión de mañana y otra de tarde, y cada sesión tenía un tema diferente: Jesús tenía una familia; Jesús tenía un nombre; Jesús tenía un hogar; y Jesús sirvió a los demás. Piensen por un momento en cómo podrían hablar de estos temas con los niños, y cómo podrían iniciar conversaciones sobre el contenido de otras partes de El libro de Urantia. Por ejemplo, durante el tema «Jesús tenía un hogar», se les dio a los niños esta página para colorear:
La conversación pasó de hablar de Jesús a hablar de Miguel y del Espíritu Madre, y de su hogar en Salvington. Durante esta actividad, los niños hicieron una pregunta tras otra: su curiosidad se había despertado y querían saber más sobre estas personalidades y cómo se relacionan con nosotros.
Por supuesto, el Programa para Niños y Adolescentes también tuvo momentos lúdicos. Cada sesión comenzaba con cantos, bailes y videos musicales, a los que solía unirse un dinosaurio. A medida que se desarrollaban las parodias con el dinosaurio, los niños se enteraron de que estaba perdido. Después de que acabara encontrando el camino a casa, el dinosaurio regresó con los niños y reveló que era el Pascuasaurio, un ayudante del Conejo de Pascua (y sí, hubo una búsqueda de huevos de Pascua).
Implicar a los alumnos de instituto
Los niños mayores del programa tenían entre 11 y 13 años y pasaban parte de su tiempo trabajando directamente con otros niños. Entre otras cosas, nuestros ayudantes de instituto llevaban a los niños de una estación a otra, los ayudaban a prepararse para las actividades, limpiaban después de las actividades y se sentaban con los niños que necesitaban un poco más de atención.
También se les dio tiempo aparte para que hicieran actividades de servicio únicamente entre ellos. El viernes establecieron un espacio especial de lectura donde los niños más pequeños podían hacer la «hora del cuento en la fogata», lo que implicó instalar luces navideñas, estrellas brillantes, mantas en el suelo y un pozo de fuego simulado. El sábado rellenaron huevos de Pascua para los niños, y el domingo escondieron los huevos de Pascua.
Los estudiantes de secundaria ayudaron de manera confiable y alegre. Después informaron de que les gustaba que les confiaran responsabilidades, aunque no todo fue trabajo para ellos. También disfrutaron de un nivel de libertad apropiado para su edad. Cuando terminaron con sus tareas, pudieron pasar el rato en la sala de juegos con una mesa de ping pong y una mesa de billar, y realizaron dos excursiones: al Acuario y al Centro de Ciencias de Maryland para ver un documental IMAX sobre el telescopio Webb.
Maravillosa y exitosa recaudación de fondos
El servicio fue un tema recurrente para todos los niños. Una forma en que enfatizamos el valor del servicio fue pidiéndoles a los niños que hicieran una recaudación de fondos para FreeSchools, una organización benéfica que administra 20 escuelas en algunas de las regiones más pobres de la India.
El primer día completo, el grupo habló sobre la importancia de ayudar a los demás. A los niños se les mostró un video sobre FreeSchools y se les informó sobre que era necesario dinero para apoyar a esas escuelas. A continuación, los niños hicieron marcapáginas para venderlos en la librería de la conferencia al día siguiente. Los marcapáginas no tenían un precio fijo, sino que se vendían por una cantidad elegida por el comprador.
Los marcapáginas se agotaron muy rápidamente y recaudaron 530 dólares para FreeSchools. Todos en el Programa para Niños se quedaron asombrados y agradecidos con la generosidad de la comunidad Urantia por ayudar a hacer que la recaudación de fondos fuera un éxito.
Gracias a CosmicCreations por gestionar la logística de la venta de los marcapáginas. Y gracias a todos los que hicieron una donación. Me emocionó decirles a los niños lo generosos que fueron con sus donaciones. Alice Wood, directora del Programa para Niños y Adolescentes.
