Líder intrépido del PIRT — Oda a un amigo

El Equipo de Respuesta a Peticiones de Reclusos (PIRT) es muy cercano y querido para mí. Antes de que tuviera título oficial y director oficial (David), responder a los presos era una de mis tareas en la Fundación Urantia. Como responsable de Servicio a los Lectores, recibía muchas preguntas sobre El libro de Urantia, entre las que había un número creciente de cartas de prisioneros de todo Estados Unidos. Decidí reclutar a mis amigos de la Asociación Urantia para que me ayudaran con la carga de trabajo, y se desarrolló una asociación de servicio duradera entre la Fundación Urantia y la asociación. Los voluntarios estaban deseosos de servir en un proyecto único y valioso.

Los «intramuros» solían enviar cartas increíblemente sinceras al editor; algunos solicitaban amigos por correspondencia, pero eso quedaba fuera de las obligaciones de la oficina. La entrega de la correspondencia funcionó bien. La Fundación Urantia continuó enviando libros después de que los voluntarios hubieran comprobado el nivel de interés de los reclusos.

Pronto se formó un equipo pequeño pero entregado. Teníamos un programa exitoso, pero necesitábamos a alguien que supervisara a los voluntarios, se mantuviera al tanto de las políticas de libros de la prisión y fuera un defensor visible. Mi amigo David Linthicum resultó ser esa persona. David no solo era un líder con don de gentes, un administrador astuto y un apasionado estudiante de El libro de Urantia, sino que también tenía un interés personal en la ayuda a las prisiones: un familiar cercano estaba encarcelado. Di gracias a las ángeles por este raro individuo que se sintió inspirado a dar un paso adelante.

Los logros de David han sido recordados en muchos y buenos homenajes. Para mí era un amigo leal y de confianza, y admiraba su pasión por iluminar a quienes se encontraban en lugares oscuros con una revelación de época. Fue una inspiración para todos nosotros. No hay que olvidar que David fue un implacable defensor del PIRT y que no solo le dedicó su tiempo, sino también su dinero cuando fue necesario. Puede parecer un cliché decir que alguien es un tipo firme, pero eso es lo que era David. Siempre. Pasamos mucho tiempo juntos en los equipos de servicio de la Asociación Urantia, pero también era un amigo con el que era un auténtico placer pasar el rato. Hasta luego, amigo mío.