Irmeli Ivalo Sjölje falleció el 28 de noviembre en Helsinki, Finlandia, a la edad de 92 años. La comunidad de lectores de El libro de Urantia y muchas otras personas de todos los ámbitos la echarán mucho de menos en todo el mundo. En 2007, Irmeli fue nombrada fideicomisaria asociada de la Fundación Urantia y también sirvió como embajadora de El libro de Urantia para la Fundación. Viajó mucho, asistió a conferencias y grupos de estudio, y ayudó en muchas ferias de libros.
Durante décadas, Irmeli trabajó fielmente para difundir El libro de Urantia en su país natal (Finlandia), así como en Brasil, Hungría, Alemania, Austria y Suiza. Vivió en Brasil durante 20 años y desempeñó un papel importante para facilitar la impresión de la traducción al portugués. Después de asociarse en 1999 con Werner Sutter (un lector germanocanadiense de El libro de Urantia), dedicaron su vida a ayudar a distribuir libros en Europa. Irmeli también fue fundamental en la creación de un proyecto de colocación de libros en Dallas (Texas).
Irmeli era hija de un diplomático y viajó por el mundo con sus padres. Desde muy joven se convirtió en una lingüista consumada y completó sus estudios universitarios en seis idiomas. Estudió homeopatía en Noruega, se licenció en Química en la Universidad Estatal de São Paulo (Brasil) y fue miembro activo del Victor Frankl Institute of Logotheraphy , llegando a ser conocida como «la madrina de la logoterapia» según el Instituto Frankl (la logoterapia se basa en la premisa de que la principal fuerza motivacional de un individuo es encontrar el sentido de la vida).
Irmeli fue jefa del laboratorio de control de Astra en Brasil, jefa del departamento de ensayos clínicos del Radium Hospital de Oslo (Noruega), profesora de homeopatía en el instituto de medicina natural de Helsinki (Finlandia) y miembro de la junta directiva del Victor Frankl Institute of Logotheraphy de Texas (Estados Unidos).
«Era la personificación de la elegancia europea, la educación, el estilo y la individualidad, algo que es cada vez más raro hoy en día. Y el ingenio» (Dr. Alexander Batthyany)
Hasta siempre, Irmeli. Has tenido unas oportunidades maravillosas en tu servicio desinteresado y generoso a la humanidad y a la revelación de Urantia. Te deseamos lo mejor en tu aventura presente.