Superar el materialismo, iluminar Europa
(Nota de la redacción: la Asociación Urantia de España, la Asociación Urantia Internacional y el comité organizador europeo trabajaron duro para organizar este evento en el sur de Europa, con el fin de unir a la comunidad Urantia europea una vez más en una conferencia Urantia europea.)
Del 20 al 23 de octubre se celebró la III Conferencia Europea de lectores de El libro de Urantia, que reunió a casi 70 lectores de diferentes lugares de Europa y del resto del mundo (desde Georgia en el este de Europa hasta Estados Unidos y Argentina en el continente americano) en el hotel Sol Don Pablo de Torremolinos (Málaga). Con una temperatura prácticamente veraniega, pudimos disfrutar no solo del clima, sino también de la buena compañía de otros lectores y de unas actividades relacionadas con el tema de la conferencia y con el tema del autodominio, al que se dedicaron varios talleres.
En esta tercera edición, se pretendió que la conferencia tuviera un enfoque práctico, de modo que los asistentes volvieran a su casa con nuevas ideas y herramientas para mejorar el arte del dominio de sí mismo. De ahí que los talleres de la llamada «ruta del autodominio» tuvieran una parte teórica y una parte práctica, en la que la participación de los asistentes era fundamental. Para facilitar la organización, se hicieron dos rutas por idiomas: inglés y español, que funcionaron de manera independiente pero siempre centrados en el mismo tema: el autodominio bajo la luz de las enseñanzas de El libro de Urantia. Al desarrollarse de manera independiente, los enfoques fueron distintos pero igualmente enriquecedores. Hubo lectores que asistieron a actividades en los dos idiomas, con lo que las personas multilingües tuvieron la ventaja de ver esos distintos enfoques. Aunque también hubo actividades conjuntas que mantuvieron la cohesión del grupo de asistentes gracias a los servicios de traducción.
Puesto que era la primera conferencia presencial de tipo internacional que se celebró desde el estallido de la pandemia del COVID-19, todo el mundo tenía muchas ganas de verse de nuevo cara a cara y de ponerse al día. Por ese motivo los organizadores (a los que desde aquí facilito por el gran trabajo realizado) quisieron fomentar las interacciones sociales incluyendo dos excursiones en el programa: la primera el viernes 21 por la mañana, en la que se visitaron los Dólmenes de Antequera, unos monumentos megalíticos más antiguos que Stonehenge y las pirámides de Egipto; y la segunda el sábado 22, en la que dimos un paseo por la ciudad de Málaga acompañados de un guía que hizo un repaso por la historia milenaria de la ciudad (fundada por los fenicios) y contó anécdotas divertidas de ciertos rincones y del carácter de los malagueños. Esa noche todos los asistentes disfrutamos de una cena típica en un restaurante situado en una de las playas de Málaga.
Como nota personal, esta fue mi primera conferencia como fideicomisaria, en la que tuve ocasión de charlar con muchos lectores. Conocí a lectores nuevos y continué cultivando viejas amistades. Me dediqué a escuchar atentamente e intentar ver más allá del programa de actividades para pulsar la salud de la comunidad Urantia en Europa, y debo decir que el desarrollo de la comunidad de lectores en este continente sigue a buen ritmo. Hay líderes capaces que están trabajando incansablemente para mantener cohesionada la comunidad. También vi que las presentaciones y talleres han evolucionado: su formato se ha diversificado y también el contenido se ha profundizado, se busca más la participación de los lectores y sobre todo que apliquen las enseñanzas en su vida diaria.
Por todo lo anteriormente expuesto, estoy segura de que se ha marcado un hito en el desarrollo de la comunidad de lectores europea. A pesar de estar desperdigados en muchos países de idiomas diferentes, los lectores europeos han creado un espacio común a partir del que construir una red de apoyo para superar el materialismo e iluminar Europa.