Efectivo y seguro

(Nota de la redacción: David Kulieke falleció recientemente, y enviamos nuestro más sentido pésame a su esposa, familia y amigos. David fue lector, educador y erudito durante mucho tiempo y se le echará mucho de menos en la comunidad de lectores de El libro de Urantia. Este artículo es una versión editada de la presentación que dio en el Seminario sobre Educación de El libro de Urantia en marzo de 2017.)

La quinta revelación de época se ha presentado antes de tiempo. Aunque sus creyentes tuvieran más éxito en encontrar nuevos lectores, solo una pequeña fracción de la población mundial está preparada para leer El libro de Urantia. Cabe preguntarse si dentro de muchos años, incluso en el apogeo de su influencia, una gran parte de la humanidad leerá activamente el libro.

Sin embargo, las revelaciones de época son parte integral del lento progreso de Urantia hacia la luz y vida, especialmente si tenemos en cuenta todos los pasos en falso que ha dado este planeta. Si El libro de Urantia ha de tener una influencia significativa para traer la luz a Urantia, tanto en su propio sentido como en el de vehículo para revivir aspectos de la cuarta revelación, sus seguidores no solo deben llevar el libro a los que están preparados, sino que deben encontrar formas de transmitir sus enseñanzas al resto del mundo.

El libro lleva a individuos transformados a transformar el mundo. Como se expresa en El libro de Urantia: «La característica social de una verdadera religión consiste en el hecho de que ésta busca invariablemente convertir al individuo y transformar el mundo» [160:5.5].

El libro sugiere también que la educación es clave para transformar a los individuos. Nos dicen que: «La cultura presupone la calidad de mente; la cultura no puede mejorar a menos que se eleve la mente» [50:6.4].

Como profesor de escritura y literatura, mis clases y tutorías me han dado muchas oportunidades para compartir los conceptos de El Libro de Urantia con mis estudiantes. Puedo asignar temas de escritura, especialmente en literatura, que hagan surgir oportunidades para entendernos y debatir. La escritura también es un vehículo a través del cual elevar las habilidades de pensamiento crítico. La gran literatura abunda en temas que se enseñan en El libro de Urantia, desde el papel de la aflicción hasta el crecimiento a través de decisiones sinceras.

Durante la última parte de mi vida en Urantia, me ha apasionado la declaración del libro de que: «La educación de la opinión pública es el único método efectivo y seguro para acelerar la civilización…» [71.2.7]. Es una expresión elocuente de la transformación de los individuos para transformar la sociedad, y estoy ansioso por saber qué puedo hacer al respecto.

En mi experiencia como educador he estado enseñando inglés, literatura y escritura durante tres décadas, dieciséis veranos enseñando análisis literario a estudiantes de secundaria superdotados y dando clases individuales de música desde que estaba en el instituto. Desde que dejé las aulas he dado miles de clases particulares. Enseño literatura y escritura a estudiantes de China a través de Zoom, presencialmente en China el pasado mes de agosto, y he participado activamente en la educación relacionada con El libro de Urantia.

Si bien puedo contar muchas experiencias de compartir ideas del libro en mi carrera educativa, también busco formas de influir a mi pequeña manera en un nivel más global.

Difundir las enseñanzas a través de mis alumnos

El núcleo de este seminario es aprender lo que podamos los unos de los otros en relación con los principios de difusión de las enseñanzas de El libro de Urantia sin utilizar necesariamente el libro. El hecho de ser profesor de literatura, escritura y pensamiento me ha proporcionado una plataforma favorable para ello.

La enseñanza de la escritura es un recurso muy rico. Hay un enfoque que consiste en utilizar los temas de los ensayos asignados, como por ejemplo: «Expliquen cómo contribuye la educación al objetivo de vivir una vida plenamente realizada», o «¿Qué valores debemos tratar de vivir para ser humanos?». Hay muchos temas que surgen de la literatura que también se prestan a explorar hechos, significados y valores.

La escritura es también una oportunidad para enseñar a pensar, como debería ser en cualquier asignatura. Mi definición de trabajo (algo simplista) de la inteligencia es «la capacidad de percibir las verdaderas relaciones entre los hechos, las ideas y los sistemas de ideas». Al escribir un ensayo hay que entender el énfasis y distinguir entre los niveles de importancia de la tesis, el tema del párrafo y los detalles de apoyo; la coherencia, el orden y el flujo; la relevancia, si los elementos se relacionan con un argumento; la lógica, el grado en que un argumento tiene sentido; y muchas otras habilidades de pensamiento crítico. Estas percepciones mejoradas ayudan al alumno a recorrer el camino hacia la verdad:

Hay exactamente tres elementos en la realidad universal: los hechos, las ideas y las relaciones. La conciencia religiosa identifica estas realidades como ciencia, filosofía y verdad. La filosofía se siente inclinada a considerar estas actividades como razón, sabiduría y fe — la realidad física, la realidad intelectual y la realidad espiritual. [Documento 196:3.2, page 2094.1]

Otra área de la clase de inglés, la literatura, es un recurso aparentemente inagotable para comprender mejor los conceptos de El libro de Urantia; lo cual no debería sorprendernos, pues la buena y gran literatura está escrita por algunos de los mejores observadores y filósofos de nuestra civilización, y son también hombres y mujeres capaces de ilustrar las verdades que han visto de forma narrativa o poética.

Aceptamos la ironía a través de un mecanismo llamado metáfora, a través de la cual crecemos y nos convertimos en seres humanos más profundos. ― Haruki Murakami

Quizá los ejemplos más profundos de estas verdades se encuentren en la tragedia. Aristóteles dijo que «la más triste de todas las tragedias [es] la vida desperdiciada». Decía que salimos mejor parados de una tragedia gracias a la comprensión de las posibilidades de la vida y a la experiencia emocional de una catarsis.

En la tragedia de Shakespeare Macbeth, el rey Duncan premia a Macbeth por su lealtad y valentía, pero poco después el rey nombra a su hijo, y no a Macbeth, como su futuro sucesor. La ambición de Macbeth hace que contemple la posibilidad de apartar al rey de su camino; junto con su esposa, igualmente ambiciosa, planean asesinar a Duncan cuando este visite su castillo. Poco antes de cometer el crimen, Macbeth se lo piensa mejor y se convence de no cometerlo. En su soliloquio, menciona varias razones por las que no debe hacerlo: Duncan es su pariente, su invitado, ha otorgado honor y confianza a Macbeth, es un buen rey, es un buen hombre y además matarlo es simplemente un error. Pero Lady Macbeth entra para mostrarle desprecio a su marido por su irresolución. Vuelve a cambiar de opinión y, utilizando el símbolo fálico de una daga flotante que refuerza la hombría para guiarle hacia el rey, comienza una matanza. A medida que la obra continúa, Macbeth se vuelve figurativamente más monstruoso y menos humano; el tema de lo que nos hace humanos se explora a lo largo de la obra.

Otro de los grandes temas de la obra es la dificultad que tenemos para cambiar de rumbo una vez que nos hemos adentrado en un camino desviado. La tendencia humana a luchar por invertir una tendencia o separarse entre un conjunto de creencias o valores se denomina disonancia cognitiva, una teoría del psicólogo Leon Festinger.

Macbeth afirma: «estoy en sangre, pisado hasta el punto de que, en caso de que no

vaya más, volver era tan tedioso como irse» (Acto III, escena IV).

El libro de Urantia trata ese mismo tema cuando el apóstol Pedro es incapaz de evitar negar a Jesús:

Después de dar el primer paso en el camino del compromiso y de la menor resistencia, a Pedro no parecía quedarle más salida que continuar con el tipo de conducta que había decidido. Se necesita un carácter grande y noble para cambiar de opinión y retomar el camino recto después de haber empezado mal. Demasiado a menudo, nuestra propia mente tiende a justificar nuestra permanencia en el camino erróneo después de haber entrado en él. [Documento 184:2.12, página 1981.6]

Además de demostrar la disonancia cognitiva, también podemos examinar el problema de decidir hacer algo en contra de nuestros mejores valores y la necesidad de desarrollar el hábito de tomar y seguir buenas decisiones.

El tema más poderoso que se desprende de las decisiones de Macbeth se produce a medida que este se desmorona en el transcurso de la historia y sufre una desintegración continua de su personalidad. Cuando expone con tanta claridad todas las razones por las que no debería matar a Duncan pero luego lo hace de todos modos, su personalidad comienza a perder coherencia: sus acciones, su voluntad y su alma no pueden funcionar juntas, su progreso espiritual se invierte. El libro de Urantia afirma:

Una mente humana basada exclusivamente en la conciencia de las sensaciones físicas, nunca podría alcanzar los niveles espirituales; este tipo de mente material carecería totalmente del sentido de los valores morales y estaría desprovista del sentido director de dominación espiritual, que es tan esencial para conseguir la unidad armoniosa de la personalidad en el tiempo, y que es inseparable de la supervivencia de la personalidad en la eternidad. [Documento 133:7.10, página 1480.2]

En clase, hacemos hincapié en el concepto de integridad. La integridad se utiliza generalmente para significar altos valores, honestidad o moralidad, porque se deriva de la palabra integral, o unidad. Esta unidad refleja la integración de la personalidad que se produce cuando nuestra voluntad impulsa sus acciones de acuerdo con el mejor sentido de la voluntad del Padre. En clase, discutimos cómo Macbeth ha sufrido una desintegración de la personalidad, otra forma de decir que ha perdido figurativamente su alma. Y tal acción está en consonancia con la pérdida de la condición de ser humano en un sentido espiritual.

En contraste con los temas oscuros pero iluminadores de Macbeth, el poema «Ulises», de Alfred, Lord Tennyson, muestra un alma en progreso. Este poema habla de Ulises (Odiseo) cuando se acerca al final de su vida y anhela sentir la aventura y el propósito de su heroica juventud. Pero reconoce que puede hacerlo en una realidad más elevada, que buscará «Seguir el conocimiento como una estrella que se hunde, / Más allá del límite máximo del pensamiento humano… mi propósito se mantiene… Navegar más allá de la puesta de sol, y … Puede ser que toquemos las Islas Felices [la otra vida]». Así que la vida precede a la vida, y nuestros propósitos continúan. O al menos esto es lo que debatimos.

Otro ejemplo excelente de obra literaria que puede verse desde la perspectiva de El libro de Urantia es la película Qué bello es vivir. La película da testimonio de que la vida humana es importante. También hay algunos temas urantianos maravillosos al principio, cuando George Bailey, un joven que quiere ser importante, se enfrenta a un dilema cuando ve al farmacéutico, el Sr. Gower, para el que trabaja como repartidor, mezclar aspirinas y arsénico. El Sr. Gower está claramente borracho y se vuelve agresivo con George, le golpea en su oreja herida e insiste en que George entregue la receta equivocada. George corre a la puerta de al lado para pedir ayuda a su padre, pero este está ocupado; George aprende así que debe ser responsable de resolver su propio problema. Finalmente consigue hablar con el Sr. Gower, y George es capaz de perdonarlo y conservar su afecto porque se ha enterado de que el Sr. Gower acababa de recibir un telegrama informándole de que su hijo había muerto en la I Guerra Mundial. «Si tan sólo pudierais conocer a vuestros semejantes, terminaríais por enamoraros de ellos» [100:4.5]. De hecho, captar este tema es un servicio central que presta la literatura.

Hay muchos temas de El libro de Urantia que surgen de la literatura de manera natural. En muchas historias de paso a la edad adulta, los puntos de inflexión giran en torno a «decisiones, decisiones y más decisiones» y «sinceridad, sinceridad y más sinceridad». La fantasía suele ofrecer una perspectiva que se basa más en el significado y los valores que en la realidad física. Las novelas distópicas, un elemento básico de la literatura juvenil, muestran la verdad de la mota 12, según la cual «La mayor aflicción del cosmos consiste en no haber estado nunca afligido. Los mortales sólo aprenden la sabiduría experimentando tribulaciones» [48.7.14]. Y muchas obras ofrecen la sensación de que, ya sea por amor o por lealtad, ya sea que una historia termine felizmente o no, las relaciones entre personalidades son primordiales.

Donde las palabras pierden su significado, las personas pierden la vida. ― Confucio

En cualquier experiencia humana, el significado más importante es consecuencia de las relaciones entre personalidades. Cuando tiene éxito, y a veces cuando no, la relación entre alumno y profesor puede ser profunda. Aunque no se puede forzar, a lo largo de los años he tenido muchas oportunidades de compartir con estudiantes de manera personal. Recuerdo a una estudiante cuya amiga de la familia había muerto en un accidente de coche. Después de que ella viniera buscando a alguien con quien hablar, cuando el momento era apropiado, pudimos hablar sobre la vida y la muerte y lo que significa. Hace poco, una de mis estudiantes de China estaba disgustada después de ver la película La milla verde. Me envió un largo correo electrónico. Después de ver la película, le contesté con una mezcla de comentarios y citas de El libro de Urantia; luego tuvimos un par de conversaciones por Zoom. Por algo se empieza.

Una vez tuve a una chica en una clase de verano con reputación de «destrozar» las clases a las que había asistido en veranos anteriores, pero yo vi a una joven brillante cuya intensidad y creatividad necesitaban ser alimentadas. Después de compararla subrepticiamente con Kate de La fierecilla domada mientras leíamos la obra, la tutoría de tres semanas para convertir sus energías en algo positivo empezó a dar algunos frutos. Nuestra relación continuó durante un tiempo, y tuve noticias de su madre ocho años después, cuando su hija se había graduado con honores en Princeton.

He regalado El libro de Urantia a muchos estudiantes, y algunos han asistido a grupos de estudio. Ninguno es todavía un estudiante profundo del libro, pero seguimos intentándolo. La cuestión es que, en una relación estudiante/profesor, algunos de los pasos necesarios para presentar el libro son naturales si somos pacientes y como corresponde.

La necesidad de mejorar la educación en todo el mundo

Nelson Mandela dijo: «La educación es el arma más poderosa que podemos usar para cambiar el mundo».

Muchísimas organizaciones de todo el mundo tratan de fomentar la causa de la educación. Reconocen que este esfuerzo es fundamental para que la civilización avance y el mundo se convierta en un lugar mejor.

Para luchar eficazmente contra la pobreza en todo el mundo, es necesario abordar la falta de educación de los niños en los países en desarrollo, especialmente de las niñas. ― Compassion

Aumentar los niveles de educación en los países pobres mejorará la prosperidad económica y dará lugar a otros beneficios. Según la UNICEF: «lograr [el objetivo de] una buena educación tendrá efectos transformadores en otros objetivos… Educar a los niños da a la próxima generación las herramientas para luchar contra la pobreza y prevenir enfermedades, como el paludismo y el sida». UNICEF aboga por una educación básica para todos de alta calidad y adaptada a los niños, con énfasis en la igualdad de género y en la eliminación de las disparidades de todo tipo».

En un mundo de conflictos, represión, hambruna, enfermedades y (no por casualidad) desigualdad de oportunidades educativas para las niñas, mejorar y universalizar más y mejor la educación puede marcar la diferencia no solo a nivel material, sino también a nivel espiritual.

La educación equitativa para las niñas es una preocupación común, el objetivo de muchos de los grupos dedicados a mejorar la educación mundial. B.R. Ambedkar, político y reformador social indio, dijo: «Mido el progreso de una comunidad por el grado de avance que han alcanzado las mujeres». De los infraeducados o no educados en los países con educación insuficiente, una media del 60% son niñas. «Educar a las niñas, en particular, tiene un «efecto multiplicador». Las niñas educadas tienen más probabilidades de casarse más tarde y tener menos hijos, que a su vez tendrán más probabilidades de sobrevivir y estar mejor alimentados y educados. Las mujeres educadas son más productivas en el hogar y mejor pagadas en el trabajo, y más capaces de participar en la toma de decisiones sociales, económicas y políticas». -UNICEF

Si educas a un hombre, educas a un hombre.

Si educas a una mujer, educas a una generación.

Son innumerables los beneficios que obtiene una cultura que gana en educación: menos violencia, más riqueza, menos enfermedades, mayor esperanza de vida, más igualdad y más tolerancia. Incluso hay beneficios espirituales, que nos llevan progresivamente del conocimiento a la comprensión y a la aplicación de valores a la conciencia espiritual. Según Global Awareness: «la educación hace que la gente sea más propensa a participar en los procesos políticos de forma constructiva y no violenta». El Dr. Martin Luther King escribió: «La inteligencia más el carácter: ese es el objetivo de la verdadera educación».

La finalidad de la educación es desarrollar y agudizar estos dones innatos de la mente humana; la de la civilización es expresarlos; la de la experiencia de la vida, realizarlos; la de la religión, ennoblecerlos; y la de la personalidad, unificarlos. [Documento 16.6.11, página 192.7]

Mis planes para ayudar fuera de clase

Si queremos ayudar a Urantia a acercarse a la vía evolutiva, la educación debe desempeñar un papel fundamental. Es el «método efectivo y seguro para acelerar la civilización». Es alentador ver los avances que se han hecho durante los dos últimos siglos, especialmente en la alfabetización. También es alentador ver los esfuerzos que hacen muchas personas e instituciones. Hay numerosas organizaciones grandes, entre ellas la Asociación Mundial para la Educación, la UNESCO, Compassion, Let Girls Learn de Michelle Obama, así como grupos más pequeños como Mind, Body & Spirit, Inc. y Upendo Village.

Mi heroína es Malala Yousafzai, la joven pakistaní que se enfrentó a los talibanes para apoyar los derechos de educación de las mujeres y que recibió un disparo en la cabeza como represalia. Desde que se recuperó y huyó a Inglaterra con su familia, ha renovado su iniciativa y se ha convertido en la receptora más joven de la historia del Premio Nobel de la Paz, además de otros muchos galardones. Todavía es una adolescente. Ha dicho que no quiere que se la conozca como «la niña a la que dispararon los talibanes», sino como «la niña que luchó por la educación». «Espero llegar a todos los niños que puedan animarse con mis palabras y defender sus derechos… Un niño, un profesor, un libro y un bolígrafo pueden cambiar el mundo» (Yousafzai, Malala. Yo soy Malala. Little. Brown and Co, 2013). Cuando sea mayor quiero ser como Malala.

De forma más relevante, al igual que Malala, quiero ayudar a la gente de todo el mundo a recibir una mejor educación. Pero para ayudar a que nuestro planeta mal dirigido se acerque a su curso evolutivo, para facilitar que esté preparado para los valores de la quinta revelación de época, para ayudar a que esté preparado para escuchar el verdadero evangelio de Jesús, para elevar la moralidad, la calidad del pensamiento, la tolerancia y la espiritualidad de sus individuos, la educación en Urantia debe llegar más profundamente.

La religión implica la existencia de ideales no descubiertos que trascienden de lejos las normas éticas y morales conocidas, incorporadas en los usos sociales, incluso más elevados, de las instituciones más maduras de la civilización. La religión trata de alcanzar ideales no descubiertos, realidades inexploradas, valores sobrehumanos, una sabiduría divina y un verdadero logro espiritual. [Documento 160:5.5, página 1781.1]

He apoyado económicamente a algunas de esas organizaciones educativas, pero el dinero no parece suficiente; contribuir con nuestras experiencias y habilidades parece esencial.

Por eso preveo seguir dando clases particulares, impartir una clase de verano de literatura y escritura este año, y continuar con mis clases en China. Marilynn y yo también dimos dos clases en China en agosto de 2016 y volveremos allí en febrero de 2018. También tengo la intención de seguir contribuyendo mientras pueda a la educación directa de los lectores de El libro de Urantia.

Pero mi altruismo, mi ambición (o ambos) quieren hacer más. Una vía es la de mis alumnos de China. Los profesores saben que contribuyen al futuro. ¿Quién sabe qué estudiantes a los que he enseñado tendrán un impacto positivo en Urantia? Tal vez pude tener un papel menor en alguien que ayudó significativamente. Cada estudiante debe ser considerado desde esa perspectiva, y cada lección tiene la posibilidad de dar frutos. Muchos de estos estudiantes de China son jóvenes sobresalientes que pueden ser de gran influencia en su país. No se trata de jóvenes infraeducados; en general, tienen acceso a la mejor educación que su país puede ofrecerles, muchos de ellos a través de escuelas internacionales, aunque mis clases les exponen al estándar estadounidense de debate y uso de habilidades de pensamiento crítico de alto nivel. Muchos de estos estudiantes tienen la intención de venir a Estados Unidos para ir a la universidad. Creo que no solo China, sino también las relaciones chino-estadounidenses, tendrán una enorme importancia durante el próximo siglo; China está atravesando una espiral de épocas de mayor libertad y represión. A medida que el país avanza hacia un estado más democrático, veo que mis estudiantes, de mente abierta y elevada, contribuirán a ello (tengo a un par elegidos para jefe de Estado).

Estoy en contacto con varias de las organizaciones que he mencionado para ver cómo puedo ayudar. Me intriga Let Girls Learn. Otro pensamiento que he tenido es el de establecer mi propia pequeña organización en la que participarían algunos de mis estudiantes interesados en el concepto de ayudar a transformar el mundo a través de la transformación educativa de los individuos. Dada la ola de neonacionalismo que recorre el mundo occidental, Europa y Estados Unidos son ciertamente relevantes para el objetivo de mejorar «la educación de la opinión pública».

Los lectores de El libro de Urantia son afortunados: sabemos que tiene sentido seguir intentando ayudar, hasta el momento en que nuestra vida termine.

Conclusiones

Lo más importante es que todos debemos intentarlo. Hay muchas formas en las que cada uno de nosotros puede contribuir, a su manera, a la transformación de Urantia; todo ayuda, e incluso Miguel no consiguió que la civilización avanzara tanto como quería durante su vida humana en Urantia. Cada uno de nosotros puede desempeñar un papel. La civilización progresa a través de cada individuo. Permítanme dar un ejemplo con una referencia literaria más. En El señor de las moscas, un grupo de chicos se encuentra varado en una isla tropical durante una guerra nuclear. Tienen suficiente para comer y beber, e incluso crean un sistema de gobierno y cooperación que funciona. Para sobrevivir, lo único que necesitan es que cada uno se comporte adecuadamente dentro del marco de su sistema. Pero incluso con la ayuda de un «Cristo» (figura), al que asesinan, su salvajismo saldrá a flote. Dentro de una construcción bastante aproximada, se puede dibujar el tema: «Se necesitan individuos transformados para transformar la sociedad».

Sean cuales sean las circunstancias en las que nos encontremos, profesionalmente o de otro modo, podemos encontrar la manera de llevar positivamente las enseñanzas del libro y los frutos del espíritu a aquellos con los que nos encontremos: la vida son relaciones.

 Hay tres niveles de educación descritos aquí:

  1. Mejorar el estudio de El libro de Urantia entre los lectores.
  2. Utilizar situaciones formales, como en las aulas, para transmitir sus enseñanzas sin el libro.
  3. Vivir y enseñar de manera espontánea los frutos del espíritu «mientras vamos de paso».

El libro de Urantia, e incluso sus enseñanzas, son medios para alcanzar fines. Pero si queremos llevar de forma válida las enseñanzas de El libro de Urantia a los demás, debemos seguir intentando comprender esas enseñanzas. El estudio de los mensajes del libro nunca debería envejecer. Incluso si aceptamos que nuestro trabajo puede incluir a muchas personas que no leerán El libro de Urantia, está claro que todos debemos seguir leyéndolo, y leerlo bien si queremos presentar sus enseñanzas.