Bailar con Dios – Retiro virtual «Vivir en amor en tiempos difíciles»

Después de más de 15 meses sin poder reunirnos, nos preguntamos si sería posible crear el ambiente adecuado en un retiro virtual. 

Nosotras cuatro, las Hijas de Dios, teníamos que hacer el experimento primero y evaluar las posibles molestias o dificultades técnicas antes de reunir a un pequeño grupo en «la nube». Con un toque de esta nueva experiencia de retiro en Zoom, y más preparación por nuestra parte, nuestro plan se puso en marcha.

Invitamos a mujeres que ya habían participado en uno de nuestros retiros para tener una mejor idea de cómo podría ser la interacción cuando estamos en Zoom y cuando miramos la pantalla y no sabemos realmente a quién nos dirigimos. Como estas asistentes ya sabían cómo funcionaban los retiros en persona, deberían ser capaces de ajustar su participación a la pequeña pantalla. 

El día anterior al retiro, al igual que hacemos en nuestros retiros en la Fundación Urantia de Chicago, programamos una reunión de dos horas para romper el hielo. Disfrutamos de un aperitivo en nuestras propias casas e interactuamos con el grupo en línea. Fue maravilloso volver a vernos, incluso a través de la pequeña pantalla, y ponernos al día con las noticias y novedades.

Al día siguiente, domingo 13 de diciembre, desde el mediodía hasta las 16:30 horas, tras ser informadas del protocolo de esta plataforma, pasamos un tiempo de oración y meditación antes de reagruparnos en el primero de los tres círculos de confianza que facilitamos.

Las once participantes se habían instalado en un lugar tranquilo en la comodidad de sus hogares, sin ninguna perturbación de dispositivos electrónicos. Experimentamos la intimidad de este grupo como si estuviéramos en una burbuja sagrada, promoviendo así la autenticidad de cada una con nuestra participación en esta unión de almas. Planteamos esta cuestión para reflexionar sobre ella: el universo está destinado a ser una danza de cooperación y amor, luego ¿cómo podemos encontrar el valor para progresar y bailar en estos tiempos difíciles?

Así es como los corazones se abrieron y otros corazones recibieron y se llenaron de amor de nuestro Padre Celestial y sus ayudantes espirituales.

El sacerdote católico, escritor y teólogo Henri Nouwen escribió:  

«Escuchar es una forma de hospitalidad espiritual por la que invitas a los desconocidos a convertirse en amigos, a conocer más a fondo su interior e incluso a atreverse a guardar silencio contigo.»

Todas apreciamos el nivel de confianza, respeto y vulnerabilidad en nuestro compartir. Nuestras aportaciones individuales procedían del Espíritu, que no distingue si estamos en persona o virtualmente. El Espíritu reconoce el estado del alma. Al final de la tarde, todas nos sentimos elevadas y apoyadas en este círculo sagrado.