Relato de Andrés sobre la Feria del Libro

Historia real de una vida que cambió:

Fui lector en solitario de El libro de Urantia desde 1995 hasta 2001, cuando asistí a la Feria Internacional del Libro de Bogotá. Allí fue donde conocí por primera vez a otros lectores de El libro de Urantia en un stand que habían alquilado algunos voluntarios. Me sentía muy feliz y sorprendido de saber de la existencia de un grupo de lectores en mi ciudad, y supe que había también una Asociación Urantia allí. Por aquel entonces no sospechaba que me iba a implicar tanto en esta organización en el futuro, a nivel administrativo y personal.

Debo confesar que tenía algunos miedos respecto a la naturaleza de esta organización y el tipo de reuniones que celebraban, así que me llevó más o menos un año decidir finalmente que iba a contactar con alguien. Después de entrar en contacto con los lectores y los grupos de estudio, pronto hice muy buenos amigos y mi comprensión del libro comenzó a crecer exponencialmente. Y aunque no comprendía las diferencias entre las organizaciones Urantia, su estructura o sus relaciones con los grupos de estudio, empecé a ofrecerme voluntario en proyectos de la asociación, y poco a poco lo comprendí.

Debido a lo que significó para mí encontrar a otros lectores en la feria del libro sigo trabajando como voluntario y ayudo a organizar el stand. También sigo sirviendo en mi asociación local y nacional y actualmente estoy sirviendo como vicepresidente de la Junta Internacional de Servicio, donde estoy aprendiendo aún más trabajando con mis hermanos y hermanas de todo el mundo.

Es asombroso el número de personas que están expuestas a la palabra «Urantia», así como al libro y a sus enseñanzas un año tras otro en las ferias del libro. El impacto en sus vidas es incalculable. Sus donaciones al Fondo de Siembra Mundial de la asociación lo hacen posible.

La vida de los estudiantes cambia cuando aprenden a trabajar juntos como equipo y a compartir su inspiración espiritual con los demás. Los buscadores de la verdad están expuestos a las verdades que satisfacen el alma de la quinta revelación de época, y nuestros amigos invisibles obtienen oportunidades mayores de llevar a los mortales a comprender el estatus de la humanidad como hijos amados de nuestro Padre celestial… todos nosotros, hermanos y hermanas.

Donen ahora a nuestro Fondo de Siembra Mundial