¿Por qué debemos mirar las revelaciones de época anteriores para obtener lecciones que aplicar hoy día? Hay patrones, patrones de éxito y patrones de errores. Tras su bautismo, Jesús pasó cuarenta días en las colinas tomando las grandes decisiones que formularían la política de desarrollo de su revelación de época. Como preparación para esa toma de decisiones, “Jesús examinó toda la historia de la vida humana en Urantia, desde los días de Andón y Fonta, pasando por la falta de Adán, hasta el ministerio de Melquisedek de Salem” (136:4, 1514). Hagamos una revisión similar.
Primera revelación de época
El equipo del Príncipe Planetario tuvo 300.000 años de éxito usando métodos evolutivos. Coordinaron su conocimiento de los patrones más altos del universo con el de los hechos del mundo en el que estaban sirviendo. Esto es un patrón del superuniverso. Los Ancianos de los Días coordinan la sabiduría revelada desde arriba con la sabiduría evolutiva de abajo. Jesús lo llamó coordinación con la verdad.
“Contemplad a los griegos, que tienen una ciencia sin religión, mientras que los judíos tienen una religión desprovista de ciencia. Cuando los hombres se extravían de esta manera, aceptando una desintegración estrecha y confusa de la verdad, su única esperanza de salvación consiste en coordinarse con la verdad — en convertirse.
“Dejadme expresar enérgicamente esta verdad eterna: Si gracias a vuestra coordinación con la verdad, aprendéis a manifestar en vuestra vida esta hermosa integridad de la rectitud, entonces vuestros semejantes os buscarán para conseguir lo que habéis adquirido así. La cantidad de buscadores de la verdad que se sentirán atraídos hacia vosotros representa la medida de vuestra dotación de la verdad, de vuestra rectitud. La cantidad de mensaje que tenéis que llevar a la gente es, en cierto modo, la medida de vuestro fracaso en vivir la vida plena o recta, la vida coordinada con la verdad.” (155:1, 1726)
Creo que el concepto de coordinación con la verdad tiene dos implicaciones adicionales para nosotros. Primero, en nuestra ambición de capacitar a líderes, debemos coordinar el estudio cuidadoso y minucioso de las cuatro partes de El libro de Urantia con un conocimiento científico siempre en aumento procedente de expertos humanos relevantes, además de la sabiduría de líderes experimentados. La segunda implicación es que la espiritualidad y la organización se requieren mutuamente. El Padre Universal tiene relaciones personales con todos, y el Hijo Eterno es un administrador espiritual. El amor del Padre por cada individuo trae la hermandad del hombre como una realidad del todo, y tiene consecuencias en lo rápido que podemos evolucionar (12:7, 138). La espiritualidad sin un marco cósmico y humanamente efectivo se vuelve caótica, y la organización sin espiritualidad no puede marcar ninguna diferencia duradera.
Segunda revelación de época
La segunda revelación de época nos enseñó la importancia de la paciencia. “En toda vuestra ascensión hacia el Paraíso, nunca ganaréis nada intentando sortear impacientemente el plan divino establecido por medio de atajos, invenciones personales u otras estratagemas para mejorar el camino de la perfección, hacia la perfección y para la perfección eterna” (846.4).
En su libro de formación de gestores FYI-For Your Improvement, Michael Lombardo y Robert Eichinger dedican un capítulo de cinco páginas al tema de la paciencia (pp.229-33). Consideran la paciencia como una habilidad. Describen los rasgos de las personas que la tienen, de las que no la tienen y de las que abusan de ella. Hacen una lista de las causas de la impaciencia, dan una visión general de la importancia organizativa de la virtud y a continuación dan una lista de 10 remedios contra la impaciencia. He aquí algunos puntos destacados. Las personas impacientes son “intolerantes respecto al ritmo lento y a los procesos engorrosos de los demás”. La persona habilidosa “sigue un proceso establecido”. La persona excesivamente paciente “puede dejar que algo se degrade sin actuar”. He aquí algunas causas: estándares poco realistas, adictos a la acción, muy inteligentes, arrogantes. La visión general: “Mucha gente se enorgullece de… una orientación de resultados… En muchas situaciones, la impaciencia es una tapadera para otros problemas y tiene consecuencias serias a largo plazo”. La lista de remedios incluye estas observaciones: “Los impacientes lo quieren ya”. “Algunas personas probablemente exterioricen su impaciencia más que los demás. ¿Quiénes son? ¿Qué tienen que les hace más impacientes? ¿El ritmo? ¿El lenguaje? ¿El proceso mental? ¿El énfasis? Estas personas podrían ser personas que no le gustan, que divagan, que lloriquean y se quejan, o que abogan repetidamente por cosas que usted ya ha rechazado. Ensaye mentalmente algunas tácticas tranquilizadoras antes de reunirse con personas que provocan su impaciencia”. “Las personas que tienen una fuerza impresionante o mucho éxito consiguen menos respuestas y siguen pasando por encima de los demás…”. “Las personas impacientes proporcionan respuestas, conclusiones y soluciones demasiado pronto en el proceso”. “Gestionan demasiado y dependen demasiado de ellos mismos”. Cuando leí este capítulo, descubrí que la impaciencia también era un problema para mí, y comencé a trabajar en ello. La coordinación con la verdad necesita trabajo.
Tercera revelación de época
En la tercera revelación de época, Melquisedek hizo una alianza según la cual el hombre acepta “creer en las promesas de Dios y seguir sus instrucciones”. (93:6, 1020). Por favor, tómense un momento de silencio para reflexionar en esta enseñanza. ¿Estamos dispuestos a seguir las instrucciones que nos dan en El libro de Urantia, el Mandato de Publicación y la Declaración de Fideicomiso? A lo largo de los años, la AUI ha proclamado la misión de diseminar las enseñanzas de El libro de Urantia. ¿Qué significa eso? La Declaración de Fideicomiso concreta nuestro esfuerzo: debemos fomentar “una religión, una filosofía y una cosmología que sea proporcional al desarrollo intelectual y cultural del hombre”. ¿Significa esto que debemos simplemente presentar a las comunidades religiosas, filosóficas y científicas lo que El libro de Urantia dice acerca de sus temas de interés? ¿O significa que nuestras personas religiosas, nuestros filósofos y científicos deben equiparse para comunicarse con esas comunidades de modo que se encuentren allí donde estén, sin mencionar en general El libro de Urantia? ¿Podría quizá nuestra organización ayudar a los lectores para que lo hagan? Por ejemplo, se nos dice que “El desafío religioso de la época actual es para aquellos hombres y mujeres previsores, con visión de futuro y con perspicacia espiritual, que se atrevan a construir una nueva y atrayente filosofía de la vida a partir de los conceptos modernos ampliados y exquisitamente integrados de la verdad cósmica, la belleza universal y la bondad divina”. ¿Cómo podría trabajar creativamente nuestra organización para ayudar a conseguir ese reto? Como profesor de filosofía y religión, enseño verdad, belleza y bondad todo el día, promuevo un crecimiento asombroso mediante el uso de proyectos experienciales y presento El libro de Urantia a los que parecen estar preparados para él.
Cuarta revelación de época
Al final de la cuarta revelación de época, Jesús recordó, no solo a los apóstoles sino a todos los creyentes, proclamar el evangelio en pensamiento, palabra y obra. Los estudiantes de El libro de Urantia difícilmente pueden apartarse de esa llamada. Jesús dijo: “Lo que el mundo más necesita saber es que los hombres son hijos de Dios, y que pueden comprender realmente por la fe esta verdad ennoblecedora, y experimentarla diariamente” (193:0, 2052). “La continua predicación de este evangelio del reino traerá algún día, a todas las naciones, una liberación nueva e increíble, la independencia intelectual y la libertad religiosa” (178:1, 1930). ¿Cuántos de nosotros proclamamos el evangelio, en cualquier sentido del término? ¿No tendemos a alejarnos de esa llamada y decimos que nuestro trabajo con El libro de Urantia es nuestra manera de proclamar el evangelio? ¿Qué pensamos que nos respondería el Maestro a eso? ¿No se ha convertido el libro en nuestro evangelio en la práctica, si no en teoría?
Después de revisar la historia de nuestro mundo, las decisiones de Jesús se centraron en limitar el uso de los poderes bajo sus órdenes. Jesús eligió “métodos naturales, normales, difíciles y penosos”. La razón es que conocía el camino del amor y la práctica de la fraternidad espiritual tan bien que no eclipsó esas realidades eternas proclamando el hecho epocal acerca de sí mismo. En las apariciones tras su resurrección, Jesús llamó no solo a sus apóstoles sino a todos los creyentes a que proclamaran al mundo no la buena nueva de la resurrección o la buena nueva del hecho epocal de la filiación divina de Jesús, sino la buena nueva del evangelio.
Jesús enseñó claramente el orden en compartir el evangelio con verdades superiores. Se necesita coordinación con la verdad para integrar nuestro deseo a compartir la verdad con los hechos evolutivos de la receptividad de la otra persona. El Maestro dijo a Simón Celotes: “Cuando tengas a un hombre a salvo y seguro en el reino, entonces será momento, si se acerca a ti con sus preguntas, de impartirle una enseñanza relacionada con el avance progresivo del alma dentro del reino divino”. Más adelante, se lo explicó a los doce.
“Cuando entráis en el reino, nacéis de nuevo. No podéis enseñar las cosas profundas del espíritu a los que sólo han nacido de la carne; primero cuidad de que los hombres nazcan de espíritu, antes de intentar instruirlos en los caminos avanzados del espíritu. No empecéis a mostrar a los hombres las bellezas del templo hasta que no hayan entrado primero dentro del templo. Presentad los hombres a Dios, como hijos de Dios, antes de discurrir sobre las doctrinas de la paternidad de Dios y de la filiación de los hombres”. (141:6, 1592)
Trabajé como voluntario con una organización basada en El libro de Urantia durante once años, que producía una emisión radiofónica religiosa para todos los países del mundo. El libro no se mencionaba nunca en la emisión. He predicado en iglesias unas noventa veces. Espero no estar haciendo una exhibición vana, pero sé algo del trabajo que se necesita para conseguir estas oportunidades y de las recompensas de hacer ese trabajo. Les pregunto: ¿cómo puede nuestra organización promover esas actividades de manera creativa y sabia?
Quinta revelación de época
La quinta revelación de época se dio para mejorar la edad posterior al Hijo Otorgador: para aclarar, fortalecer y amplificar el movimiento del evangelio, para proporcionar el conocimiento de las revelaciones de época que son el fundamento normal de la misión de un Hijo Otorgador (de manera que las enseñanzas de Jesús puedan funcionar como la base de una nueva civilización superior, 1720:3); y para “aumentar la conciencia cósmica y elevar la percepción espiritual” contándonos más de la Deidad, de un cosmos más amplio, de nuestro destino ascendente y del destino de nuestro mundo.
Uno de los patrones más importantes de las revelaciones de época en nuestro mundo es que, en tres de las cuatro primeras, nos desviamos seriamente del camino. Cometimos nuestros errores apasionados con la mejor de las intenciones, pensando que estábamos trabajando para la revelación, sintiéndonos espirituales y actuando con los ánimos de otros como nosotros. No creímos bastante en la sabiduría divina como para seguir pacientemente las instrucciones. Por una serie de razones, el liderazgo fue por mal camino.
¿Podría suceder de nuevo? Creo que ya ha empezado a suceder de nuevo. Nuestras energías como voluntarios están tan enfocadas en El libro de Urantia que descuidamos compartir el evangelio, construir una filosofía del vivir e interactuar sabiamente con el cristianismo y otras religiones, mientras se evita hacer referencias a El libro de Urantia que enreden y distraigan. No estoy proponiendo una política simplista de “todo o nada” para cada situación.
¿Qué proporción de nuestro tiempo como voluntarios y estudiantes de la quinta revelación de época debería ser para otros lectores o debería centrarse explícitamente en el libro para atraer a nuevos lectores? ¿Qué proporción de nuestro tiempo deberíamos pasar diseminando la verdad del evangelio, la sabiduría filosófica, el entendimiento cosmológico y otras enseñanzas oportunas? No hay una única respuesta que satisfaga la voluntad del Padre para cada persona.
En el documento 52, “Las épocas planetarias de los mortales”, el autor habla de la era posterior al otorgamiento en Urantia. Se nos dice lo que necesitamos hacer para hacer realidad la hermandad en todo el mundo. Necesitamos hermandad espiritual, y Jesús nos ha mostrado el camino hacia ella; necesitamos hermandad social, que depende en gran parte de la fraternidad social, la fecundación intelectual cruzada, el despertar ético, la sabiduría política y la perspicacia espiritual. Obviamente, El libro de Urantia tiene un papel que desempeñar en todo esto, pero la manera en que está escrita esta sección pone el énfasis en una manera que es equilibrada de manera diferente a lo que observamos hoy. ¿Cómo podría nuestra organización apoyar dichas prioridades de manera creativa?
“La gran esperanza de Urantia reside en la posibilidad de una nueva revelación de Jesús, con una presentación nueva y ampliada de su mensaje salvador, que uniría espiritualmente en un servicio amoroso a las numerosas familias de sus seguidores declarados de hoy en día” (195:10, 2086). La gran esperanza de Urantia depende de la manera en que interactuamos con otros seguidores profesos de Jesús: “El mundo necesita ver a Jesús viviendo de nuevo en la Tierra en la experiencia de los mortales nacidos del espíritu que revelan el Maestro eficazmente a todos los hombres” (195:10, 2084).
Quizá no sean estas las lecciones que necesitan. Si es así, perdónenme. Si están interesados en capacitarse a ustedes y a otros para diseminar enseñanzas religiosas y filosóficas, puedo ofrecer algo de ayuda a través de mis páginas web, publicaciones y documentos no publicados. Y tengo una escuela del evangelio en Internet para lectores que quieren comprender, vivir y proclamar mejor el evangelio de Jesús. En cualquier caso, les deseo lo mejor en su aventura evolutiva de coordinación con la verdad.