La lucha ideológica

Primera parte | Tomar partido

En el Mandato de Publicación de El libro de Urantia nos dicen que debemos tener un ejército de maestros y líderes que estén preparados para llevar a cabo una gran obra educativa cuando concluya la actual lucha ideológica. Creemos que esta lucha es la misma que planteó la rebelión de Lucifer: es decir, la verdadera libertad frente a la falsa libertad, o la libertad frente al libertinaje

Si bien la rebelión fue aplastada por Miguel al completar con éxito su misión de otorgamiento, los efectos de la rebelión permanecen. Este efecto residual es la razón por la que sigue habiendo una lucha ideológica en nuestro mundo. Si estamos en lo cierto de que esta lucha es entre la libertad y el libertinaje tal y como lo presentó la rebelión de Lucifer, es imperativo que nos posicionemos en el lado correcto de la lucha.

¿Es necesario que tomemos partido?

Puesto que la lucha es de origen celestial, tal vez corresponda a los celestiales resolverla. Quizá todo lo que tenemos que hacer es ser buenas personas y trabajar en nuestra propia relación personal con el Padre. Como explica El libro de Urantia, Miguel eligió mantenerse al margen de la rebelión hasta que completó su misión de otorgamiento. De hecho, ese fue el consejo que le dieron los representantes del Paraíso. Sin embargo, esto no implica que otros que apoyan a Miguel deban permanecer indiferentes. Veamos los antecedentes.

Gabriel no se mantuvo al margen. Aunque no le correspondía aplastar la rebelión o juzgar a los rebeldes, sí que estaba dentro de sus funciones como jefe ejecutivo del universo tomar partido por la justicia, y eso es lo que hizo. Una vez que Lucifer estableció su contrarrevolución, Gabriel tomó su posición en el Mundo del Padre y contrarrestó implacablemente la propaganda rebelde. Mostró por qué la llamada Declaración de Libertad de Lucifer era defectuosa, blasfema y destructiva.

Los Padres de la Constelación también hicieron su parte. Aunque no tenían autoridad para aplastar la rebelión o juzgar a los rebeldes, estaba en su mano cortar los circuitos desde Satania para confinar a los rebeldes en el sistema local y evitar que infectaran los sistemas vecinos.

Luego estaba Manotia, la segunda al mando de las serafines de Satania, que se negó a participar en lo que llamó «el insulto a Miguel». Mientras su superior caía víctima del sofisma, Manotia asumió el control de su grupo seráfico con la ayuda de los Melquisedec, la mayoría de los Hijos Materiales y los mortales ascendentes de Jerusem. Gracias a sus esfuerzos combinados se salvaron muchas personalidades.

Tenemos el relato de Elanora, una joven del planeta vecino de Panoptia que asumió el liderazgo de las razas humanas e impidió que su mundo fuera víctima de su príncipe planetario rebelde.

Y por supuesto, tenemos el relato del poderoso Van y su asociado mortal Amadon, que mantuvieron la lealtad al gobierno del universo y preservaron los restos de la civilización hasta la llegada de Adán y Eva.

¿Y nosotros? ¿Debemos mantenernos al margen de la rebelión de Lucifer? ¿Debemos quedarnos de brazos cruzados mientras la lucha ideológica hace estragos? ¿O hay algo que podamos hacer, algo que esté en nuestra mano y que nos incumba como hijos mortales del Padre celestial?

Parece que hay algo que podemos hacer. Como Gabriel, podemos adoptar una postura para contrarrestar los sofismas rebeldes. El método de Gabriel se expone en el documento 53. Dice:

En los primeros días de la lucha Lucifer arengaba continuamente en el anfiteatro planetario. Gabriel denunciaba incesantemente las sofisterías rebeldes desde su sede establecida en las cercanías. Las diversas personalidades presentes en la esfera que no tenían clara su postura iban y venían de un discurso a otro hasta que llegaban a una decisión final. (53:5.6, 606.2)

El método de Gabriel era la educación. Proporcionó un espacio y lugar para la conversación. Muchos seres fueron engañados porque no podían comprender que era posible que una personalidad tan deslumbrante como Lucifer se descarriara. Fueron engañados porque eran personalidades adoradoras. La solución, tal como la presentó Gabriel, era examinar las ideas, no las personalidades. Al igual que Gabriel, podemos ofrecer un lugar donde la gente pueda escuchar el punto de vista de Miguel. TheChristExperiment.org es un lugar donde se puede escuchar el lado de Miguel de la lucha ideológica.

Puede que algunos consideren que adoptar una postura así es demasiado controvertido o incluso sentencioso, pero lo que estaríamos juzgando son teorías e ideas, no personas. Juzgar ideas y teorías forma parte de cualquier lucha ideológica. Realmente no se puede evitar. La verdadera libertad y la falsa libertad no pueden coexistir pacíficamente. Una prevalecerá y la otra deberá ser derrotada. En los cielos, esto se llama «guerra». Y habrá bajas.

Demora innecesaria

Luego está la cuestión de la justicia. Cuando pensamos en el enorme daño que ha causado la rebelión y en las muchas formas en que seguimos sufriendo, es comprensible que anhelemos la aniquilación de los archienemigos. Pero, ¿podría ser que estemos participando en la demora? ¿Podrían nuestras acciones o nuestra inacción estar contribuyendo a la demora?

Esta cuestión surge debido a lo que se indica en el documento 54:

. . . los Ancianos de los Días se oponen a aniquilar a ningún ser hasta que todos los valores morales y todas las realidades espirituales se hayan extinguido, tanto en el malhechor como en todos sus partidarios y posibles simpatizantes.  (54:3.3, 615.5, negrita añadida)

Consideremos también lo que se indica sobre Satanás en el documento 43:

Desde el triunfo de Cristo todo Norlatiadek se está limpiando de pecado y de rebeldes. Poco antes de la muerte de Miguel en la carne, Satanás, el adjunto del caído Lucifer, intentó asistir a uno de estos cónclaves de Edentia, pero la opinión de los asistentes se había solidificado hasta tal punto contra los archirrebeldes que los sublevados de Satania encontraron prácticamente cerradas todas las puertas de la comprensión y no hubo lugar para ellos. Cuando no hay puerta abierta para recibir el mal no hay oportunidad para albergar el pecado. Las puertas de los corazones de todo Edentia se cerraron ante Satanás. Fue rechazado unánimemente por los Soberanos de los Sistemas allí reunidos, y fue en ese momento cuando el Hijo del Hombre «vio a Satanás caer del cielo como un rayo». (43:4.9, 490.4, negrita añadida)

De esto podemos deducir que hasta que los conceptos luciferinos sean totalmente rechazados en nuestro mundo, los Ancianos de los Días pueden abstenerse de aniquilar a los rebeldes. Así, la demora en exponer las proclamaciones venenosas de Lucifer puede prolongar nuestra agonía planetaria.

Es obvio que una gran parte de nuestra sociedad adopta, simpatiza o tolera, consciente o inconscientemente, las ideas luciferinas. Y parece que mucha gente no es consciente de lo que está en juego en nuestro mundo. Las ideas luciferinas están cosidas en nuestro gobierno, nuestro entretenimiento, nuestra cultura. Incluso nuestras ideologías religiosas y supuestamente espirituales están cayendo inconscientemente bajo la influencia de las ideas luciferinas, al igual que millones de ángeles y seres celestiales.

Pero, ¿dónde está el contrapeso a todo esto? ¿Quién está del lado del Padre mostrando el error de estas ideas? Prácticamente todos los lectores de la comunidad de El libro de Urantia llevan el estandarte de Miguel: los tres círculos azul celeste sobre fondo blanco. Lo publicamos en casi todos nuestros sitios web y redes sociales. Lo llevamos en la ropa y en las joyas. Pero ¿comprendemos sus implicaciones?

Llevar ese estandarte significa que estamos del lado de Michael en la controversia. No somos meros espectadores, somos los que tenemos el conocimiento y la comprensión de la profundidad y la amplitud de la rebelión. Conocemos su origen y conocemos su destino.

Por tanto, corresponde a todos los que llevan el estandarte dar a conocer la verdad con respecto a la lucha ideológica. No debemos limitar nuestros debates a la cosmología. No podemos coexistir pasivamente con las ideas luciferinas. Debemos adoptar una posición real del lado de Miguel en la controversia hasta que la lucha se gane y las ideas rebeldes sean rechazadas total y completamente.

¿Qué podemos hacer para posicionarnos del lado de Miguel en la lucha ideológica? ¿Cómo podemos acelerar el rechazo de las ideas luciferinas?

Segunda parte | Los peligros del Manifiesto de Lucifer

Al adoptar una postura en la lucha ideológica, que es la libertad frente al libertinaje instigado por la rebelión de Lucifer, es imperativo que entendamos a qué nos enfrentamos.

Lucifer comenzó su rebelión publicando su manifiesto, la llamada Declaración de Libertad. En él, hace tres acusaciones básicas:

  1. El Padre Universal no es real.
  2. La administración del universo local es injusta.
  3. El plan de ascensión de los mortales es una farsa.

Los cargos segundo y tercero son accesorios. Dependen de la veracidad de la primera acusación, de modo que si la primera no es cierta, las otras acusaciones fallan. En otras palabras, si el Padre Universal es real, entonces la administración del universo local es justa y el plan de ascensión es real. Así que centraré nuestra atención en la primera acusación de Lucifer.

Lucifer afirmó que el Padre Universal no existía realmente y que la gravedad física y la energía espacial eran inherentes al universo; en esencia, que no había necesidad de un Creador. Alegó que el Padre era un mito inventado por los Hijos del Paraíso para permitirles mantener el dominio de los universos en nombre de un Padre ficticio.

Esta acusación es muy esclarecedora. Lucifer afirmó que el Padre Universal no existe. Podríamos preguntarnos: ¿cómo puede un ser celestial que vive en los cielos no creer en Dios? Podemos aceptar que una mente retorcida no quiera adorar a Dios o no quiera obedecer a Dios, ¿pero que un ser celestial no crea que Dios existe? ¿Cómo es posible?

Bien, debemos recordar que Lucifer fue una creación del universo local. Puede que en alguna ocasión se haya aventurado fuera del universo local, y ciertamente conoce a los Ancianos de los Días, pero nunca ha estado fuera del superuniverso. Nunca ha visitado Havona y ciertamente nunca ha llegado al Paraíso. Por lo tanto, no tiene conocimiento personal de la existencia del Padre Universal. Él, junto con todas las demás creaciones del universo local, tiene que tener fe en que el Padre Universal existe. Y Lucifer, y todos los que le siguieron en la rebelión, perdieron la suya. Sí, la fe en la existencia de Dios no se limita a la experiencia mortal. Incluso después de nuestra resurrección, necesitaremos fe en la existencia del Padre del Paraíso hasta que nos encontremos con él «cara a cara».

Lucifer estaba dispuesto a reconocer a Miguel como su Padre Creador, pero no como su Dios y legítimo gobernante. Encontramos un paralelismo en el ateísmo. Los ateos reconocen que son la creación de su madre y padre mortales. No niegan que proceden de una larga línea de mortales, pero rechazan la idea de un Primer Padre, una personalidad increada. Al igual que Lucifer, creen que la vida es inherente al universo y no requiere las acciones o la intervención de un Dios personal.

Quieren las ventajas de haber sido creados, la alegría de estar vivos y vivir, pero no quieren la responsabilidad de reconocer a un Creador. Este concepto se ha infiltrado en la ciencia, las filosofías sociales, incluso en las filosofías espirituales presentando lo que llamamos «medias verdades», que pueden ser tan mortales como las mentiras descaradas. He aquí un ejemplo de cómo las medias verdades se han infiltrado en las filosofías espirituales.

Sin duda han oído hablar de la enseñanza de que «todos somos dioses, todos formamos parte de la unidad que constituye el universo. Nosotros y el resto del mundo somos lo que es Dios. Dios es consciencia que se expande, fuente de energía». Todo eso suena muy bien, pero solo es cierto en parte. SOMOS parte de la unidad del universo y tenemos un fragmento de Dios dentro de nosotros, pero la mitad que falta es la realidad del gran Dios personal. Muchas de estas filosofías excluyen u omiten la idea de un Dios personal al que debemos rendir cuentas. Para ellas, la historia termina con la «deificación» del yo. Algunas de estas teorías llegan incluso a rechazar la creencia en Dios y a ridiculizar la fe como tonta y delirante.

Esto no difiere de lo que afirma Lucifer en su manifiesto. Lucifer no niega la gran fuente de energía: niega al gran Dios personal, igual que muchos ateos y pseudocientíficos tienden a glorificar la naturaleza, pero niegan al que creó la «naturaleza». Estas filosofías son verdades a medias, nos llevan a medio camino de la verdad y se detienen ahí. Omiten la mitad más importante: la existencia y realidad de un gran Dios personal, la Primera Fuente y Centro de todas las cosas, que incluye la fuente tanto de la energía como de la naturaleza. Si podemos ser engañados para adoptar estas medias verdades, Lucifer ha ganado un converso en la lucha ideológica.

Este tipo de filosofías ateas son seductoras y engaños sutiles. ¿Quién no quiere verse a sí mismo como un ser poderoso que ha vencido sus miedos y circunstancias? ¿Quién no quiere sentir el poder de la deidad? Ahora bien, si has rezado a Dios y has sentido una oleada de poder y confianza, es posible que tú mismo hayas sentido ese poder. Lo hemos sentido y es muy real, pero lo que sentimos no es la divinidad. El poder que sentimos es la filiación.

Hay una divinidad en la filiación con Dios, hay un poder de unidad con el universo, hay una relativa cocreatividad con él. Es dinámica y, en cierto modo, embriagadora. Sin embargo, el poder de la filiación solo existe gracias a la realidad del Padre. El poder que experimentamos como hijos de Dios es un don divino por el que podemos estar agradecidos, pero no olvidemos reconocer al Padre sabio y amoroso que nos lo dio. Debemos tener cuidado.

El documento 111 se refiere al peligro de ceder a la tentación de endiosarse, que es lo que les ocurre a quienes se adscriben a esta verdad a medias del endiosamiento. He aquí el extracto:

El valor necesario para llevar a cabo la conquista de la naturaleza y trascenderse a uno mismo es un valor que puede sucumbir a las tentaciones del orgullo. El mortal capaz de trascender el yo podría ceder a la tentación de deificar su propia autoconsciencia. El dilema del mortal consiste en el doble hecho de que el hombre es esclavo de la naturaleza y posee al mismo tiempo una libertad única, la libertad de elección y acción espiritual. En los niveles materiales el hombre se encuentra supeditado a la naturaleza mientras que en los niveles espirituales triunfa sobre la naturaleza y sobre todas las cosas temporales y finitas. Esta paradoja está inseparablemente unida a la tentación, al mal potencial, a los errores de decisión. Y cuando el yo se vuelve orgulloso y arrogante puede aparecer el pecado. (111:6.2, 1222.1)

Esta cita nos dice que trascender las fragilidades mortales y los retos temporales requiere verdadero valor, pero quienes son capaces de trascenderlos se enfrentan a un nuevo problema: la tentación de volverse orgullosos y arrogantes, lo que puede conducir al pecado. No dice que esa persona SE HARÁ orgullosa y arrogante: dice que a esa persona se le presentará inevitablemente la oportunidad de demostrar quién es en realidad. ¿Es un valiente hijo espiritual de Dios, o se ha engañado a sí mismo creyendo que ES Dios? Ese es el peligro de las verdades a medias.

Hay otra razón por la que esta verdad a medias es tan peligrosa: nos quita nuestros derechos espirituales. Fíjense en lo que dice el documento 54:

. . . El crimen de Lucifer fue intentar privar de sus derechos creativos a todas las personalidades de Satania, abreviar de forma no reconocida la participación personal de la criatura —la participación de libre albedrío— en la larga lucha evolutiva por lograr el estatus de luz y vida tanto individual como colectivamente.

. . . La rebelión de Lucifer amenazó así con vulnerar al máximo el libre albedrío de los ascendentes y servidores del sistema de Satania: la amenaza de privar para siempre a cada uno de estos seres de la experiencia apasionante de contribuir con algo personal y único al monumento a la sabiduría experiencial que se erige lentamente y que existirá algún día como el sistema perfeccionado de Satania.

Así, el manifiesto de Lucifer, disfrazado bajo los ropajes de la libertad, se presenta a la luz clara de la razón como una monumental amenaza de consumar el robo de la libertad personal, y de hacerlo a una escala que solo se ha planteado dos veces en toda la historia de Nebadon.

En resumen, lo que Dios había dado a hombres y ángeles, Lucifer se lo hubiera quitado: el privilegio divino de participar en la creación de sus propios destinos y del destino de este sistema local de mundos habitados.

Ningún ser en todo el universo tiene la libertad legítima de privar a otro ser de la verdadera libertad, del derecho a amar y ser amado, del privilegio de adorar a Dios y de servir a sus semejantes. (54:2.3-5, 614.8-615.2, negrita añadida)

Estos pasajes revelan el peligro de las filosofías que excluyen a Dios de la ecuación. De modo que no es solo una cuestión de si Dios existe o no existe: es una cuestión de si NOSOTROS existimos como criaturas con libre albedrío y si permitiremos que otra criatura cierre la puerta a oportunidades y posibilidades. Esas medias verdades no solo son ateas: son luciferinas.

Pero ¿cuántas personas que adoptan estas filosofías de medias verdades son conscientes de ello? ¿Cuántas personas creen que se están autorrealizando cuando, en realidad, se están autoinhibiendo y autoaniquilando? No comprenden que están en el lado equivocado de la lucha ideológica cuando exaltan su propia espiritualidad pero excluyen al gran Padre Universal: el Dios personal y amoroso.

Pero, ¿cómo sabrán que deben progresar más allá de las medias verdades y completar el viaje hasta llegar al Dios personal? ¿Cómo lo sabrán sin maestros y líderes cualificados que puedan revelarlo? Por lo tanto, depende de cada uno los que sostenemos el estandarte de Miguel convertirnos en esos maestros y líderes cualificados que pueden estar del lado de Miguel en la lucha ideológica y proporcionar una alternativa a las ideas luciferinas.

Tercera parte | Libertad frente a libertinaje

El documento 54 dice esto sobre la libertad y el libertinaje:

De todos los problemas desconcertantes surgidos de la rebelión de Lucifer, ninguno ha ocasionado más dificultades que la incapacidad de los mortales evolutivos inmaduros de distinguir entre la verdadera y la falsa libertad. (54:1.1, 613.3)

Está claro que, si vamos a encontrarnos en el lado correcto de la lucha ideológica, debemos ser capaces de distinguir la diferencia nosotros mismos. Recordemos que muchas personalidades celestiales de larga fidelidad no supieron distinguir la diferencia y fueron arrastradas por la rebelión de Lucifer, así que puede que no sea tan fácil como se podría pensar.

Dediquemos tiempo a agudizar nuestras facultades de discernimiento para poder distinguir la diferencia entre libertad y libertinaje y encontrarnos en el lado correcto.

El error del tiempo y el mal del espacio

El Mensajero Poderoso autor del documento 54 enumeró las diferencias yuxtaponiendo la verdadera y la falsa libertad. He aquí la primera:

La verdadera libertad se alcanza a través de las edades y es la recompensa del progreso evolutivo.

La falsa libertad es el sutil engaño del error del tiempo y del mal del espacio.

La libertad duradera se basa en la realidad de la justicia: en la inteligencia, la madurez, la fraternidad y la equidad. (54:1.2, 613.4, negrita añadida)

En este documento, el Mensajero Poderoso compara el tiempo y el espacio. El tiempo, tal como se utiliza aquí, es el flujo natural de los acontecimientos, el proceso evolutivo natural. El espacio se refiere a nuestro lugar o nuestro estatus, o dónde estamos en el universo.

Escribe que la verdadera libertad se consigue ganándonos un lugar en el universo y atravesando el proceso evolutivo para alcanzarla. Y requiere inteligencia, madurez, fraternidad y equidad o justicia. Por contra, la falsa libertad propone que el tiempo es error y el espacio es maldad. En otras palabras, la falsa libertad dice: «No quiero esperar a que las cosas ocurran por el proceso evolutivo natural. Lo quiero ahora y no debería tener que hacer nada para conseguirlo. Hacerme esperar y ganar es malo e injusto». Eso es falsa libertad.

Teniendo en cuenta esta distinción, deberíamos ser capaces de identificar las ideologías que promueven el libertinaje como opuesto a la libertad. Podemos concluir que cualquier ideología que rechace esperar y ganar es producto de una falsa libertad.

Se manifiesta en:

  • Robo: tomar de otros lo que no hemos ganado
  • Asesinato: negarse a esperar justicia
  • Soborno: obtener una oportunidad que de otro modo no estaría disponible
  • Mentir: crear una realidad falsa con objetivos egoístas

Todas ellas son manifestaciones de libertinaje, y hay muchos más ejemplos.

Injusticia manifiesta

Los siguientes argumentos del Mensajero Poderoso son:

La libertad es una técnica autodestructiva de la existencia cósmica cuando su motivación es poco inteligente, incondicionada e incontrolada.

La verdadera libertad se relaciona progresivamente con la realidad y es siempre respetuosa con la equidad social, la imparcialidad cósmica, la fraternidad del universo y las obligaciones divinas.

La libertad es suicida cuando está divorciada de la justicia material, de la imparcialidad intelectual, de la paciencia social, del deber moral y de los valores espirituales. (54:1.3-4, 613.5-6)

Estas distinciones nos dicen que las libertades que se ejercen sin reflexión inteligente sobre las consecuencias que impondrían a los demás, o que se ejercen sin restricciones, son falsas libertades. Mientras que las libertades que tienen en cuenta los efectos que nuestras acciones tendrán en los demás y están atemperadas por la equidad son libertades verdaderas.

¿Ejemplo? Qué hay de estos:

  • Destruir la propiedad de personas inocentes como protesta por lo hecho por personas culpables.
  • Permitir ciertas libertades a unos, pero negar las mismas libertades a otros.
  • Realizar acciones que nos producen placer, pero perjudican a los demás.

Estos son otros ejemplos de falsa libertad o libertinaje; probablemente ustedes puedan enumerar algunos más.

Expresión personal no regulada

El Mensajero Poderoso nos dice a continuación que:

La obstinación sin freno y la expresión desordenada del yo equivalen al egoísmo absoluto, a la suma impiedad. La libertad no acompañada de una victoria creciente sobre el propio yo es una fantasía de la imaginación egoísta del mortal. (54:1.5, 613.7)

Aquí nos está diciendo que las ideas que promueven la expresión personal sin tener en cuenta los sentimientos o las consecuencias para los demás son ejemplos de egoísmo impío y autoengañoso. Un ejemplo de tal ideología es la expresión luciferina:

«Haz lo que te plazca.»

Esta frase fue popularizada por mucha gente en los géneros de música contemporánea y rock. Puede parecer una frase inofensiva, pero se originó como una objeción a las palabras de Jesús:

«Haz a los demás lo que quieras que te hagan a ti.»

La expresión luciferina («haz lo que te plazca») se utiliza en toda la sociedad moderna y fue promovida por un luciferino infame del siglo XX. Muchos no lo saben, pero aquellos que adoptan esta ideología pueden muy bien encontrarse en el lado equivocado de la lucha ideológica.

Los peligros del libertinaje

El Mensajero Poderoso explicó también el contraste entre libertad y libertinaje como:

  • Autoestima frente a autoadmiración
  • Autocontrol frente a autoafirmación

A veces es difícil ver el contraste en la sociedad moderna, así que podría ser útil recordar lo que ocurrió al principio de la historia del hombre en Urantia, cuando se enseñaba el libertinaje en contraposición a la libertad. En el documento 67 se dice lo siguiente:

Al poco tiempo de la rebelión, todo el equipo de la sedición se encontró defendiendo esforzadamente la ciudad contra las hordas de semisalvajes que sitiaron sus murallas como consecuencia de las doctrinas de libertad que se les había enseñado prematuramente. Y años antes de que la hermosa sede fuera sumergida por las olas del mar del sur, las tribus engañadas y mal instruidas de las tierras interiores de Dalamatia ya habían consumado su asalto semisalvaje de la espléndida ciudad y empujado hacia el norte al equipo secesionista y sus asociados.

El plan de Caligastia de reconstruir inmediatamente la sociedad humana según sus ideas de libertad individual y libertades colectivas desembocó en un rápido fracaso más o menos total. La sociedad retrocedió rápidamente a su antiguo nivel biológico y la lucha hacia adelante volvió a empezar en un punto no mucho más avanzado de donde estaba al principio del régimen de Caligastia, pues el levantamiento había sumido al mundo en la peor de las confusiones. (67:5.2-3, 758.7-8)

Jugar con la falsa libertad ha tenido, y seguirá teniendo, un efecto devastador en nuestro mundo. Así que hay razones para estar alerta y discernir con agudeza, no sea que nos encontremos en el lado equivocado de la lucha.

En resumen, la verdadera libertad es la manera del universo y ha dado lugar a un universo ordenado, justo, pacífico y amistoso. Por otro lado, la falsa libertad, o libertinaje, es lo que causó la rebelión y la lucha ideológica resultante que estamos viviendo ahora. Solo la restauración de la verdadera libertad traerá la ansiada paz en la tierra y la buena voluntad hacia todos los hombres y mujeres.

Los que están del lado de Miguel pueden hacer un gran servicio promocionando la verdadera libertad y dejando en evidencia el libertinaje a través de las palabras y las obras. Pregúntense:

  • ¿Soy justo en mis tratos con los demás?
  • ¿Vivo según las mismas normas que espero de los demás?
  • ¿Respeto el tiempo y el espacio no violando las leyes divinas para llevar a cabo mis objetivos?
  • ¿Estoy dispuesto a denunciar el libertinaje cuando lo veo?

Son cosas que considerar en lo personal.

Si bien este artículo refleja lo que entendemos por libertad frente a libertinaje, los que formamos parte de The Christ Experiment estamos abiertos a los puntos de vista de los demás. Siéntanse con libertad para enviarnos sus pensamientos, y quizá juntos podamos marcar la diferencia. También hemos creado la The Christ Experiment’s School of Ambassadors para desarrollar y realzar las habilidades de ministerio y apoyar la causa de Miguel de la lucha ideológica.

Que el Espíritu de la Verdad esté con ustedes.