La idea de un artista sobre el universo maestro

Paraíso

En el centro del universo de universos está la Isla estacionaria del Paraíso, centro geográfico de la infinitud y lugar de residencia del Padre Universal, el Hijo Eterno y el Espíritu Infinito.

El Paraíso es la fuente absoluta y el punto focal eterno de toda la materia-energía del universo de universos. Esta Isla central es el cuerpo organizado más gigantesco de la realidad cósmica en todo el universo maestro. El Paraíso es inmóvil, elipsoide y esencialmente plano.

La inmensidad, belleza material y gloria espiritual del Paraíso están más allá de la comprensión de la mente finita del hombre. Puesto que empezáis a vislumbrar la enormidad del universo material, debería resultaros evidente que un universo material tan enorme debe tener una capital adecuada y digna, una sede acorde con la dignidad e infinitud del Regidor universal de toda esta vasta y lejana creación de reinos materiales y seres vivos.

Después de todo, lo más importante del Paraíso eterno para los mortales es el hecho de que esta morada perfecta del Padre Universal es el destino real y lejano de las almas inmortales de los hijos mortales y materiales de Dios.

Girando en el sentido de las manecillas del reloj alrededor del Paraíso hay tres circuitos de siete mundos, las esferas sagradas del Padre, del Hijo y del Espíritu, enormes mundos de grandeza inexplicable y gloria inimaginada.

El universo central de Havona

El universo central de Havona gira en el sentido de las manecillas del reloj alrededor del Paraíso y sus 21 satélites. Tiene unas dimensiones enormes y una masa casi increíble, y está formado por mil millones de mundos perfectos de belleza inimaginable y grandeza soberbia. Estos mundos están dispuestos en siete circuitos concéntricos representados en azul en el dibujo. Los circuitos no están superpuestos; sus mundos se suceden en procesión lineal en un vasto plano. Havona no es una creación temporal; es una existencia eterna. Cada mundo de Havona es diferente, no hay dos iguales.

Los mortales supervivientes, en su ascensión al Paraíso, pasarán por cada uno de estos mil millones de mundos. El asombro continuo, la maravilla interminable, es la experiencia de los que atraviesan estas esferas gigantescas. Hasta que visiten el último de los mundos de Havona, el tónico de la aventura y el estímulo de la curiosidad no desaparecerán de su carrera; y entonces el impulso de la eternidad sustituirá a su precursor, el señuelo de la aventura del tiempo.

Más allá de Havona se arremolinan dos circuitos elípticos de enormes cuerpos gravitatorios oscuros representados en gris en el dibujo. El circuito interior tiene una disposición tubular. El circuito exterior está dispuesto perpendicularmente y es 10.000 veces más alto que el circuito interior. Estos cuerpos gravitatorios no reflejan ni absorben la luz, por lo que envuelven completamente a Havona y lo ocultan de la vista de los superuniversos cercanos. Igualan de manera tan eficaz las líneas de gravedad de Havona que hacen que el universo central sea una creación físicamente equilibrada y perfectamente estabilizada.

El gran universo

El gran universo es la creación actualmente organizada y habitada. Está formado por el universo central perfecto de Havona y los siete superuniversos evolutivos que giran a su alrededor. Los superuniversos están inacabados; constantemente se organizan nuevas nebulosas. Cuando estén terminados, cada superuniverso contendrá 100 000 universos locales, cada uno de los cuales contendrá unos 10 000 000 de planetas habitados.

Nuestro superuniverso, el séptimo, se llama Orvonton, que tiene un diámetro de aproximadamente 500 000 años luz y contiene más de diez billones de soles. Prácticamente todos los reinos estelares visibles a simple vista pertenecen al superuniverso de Orvonton. El vasto sistema estelar de la Vía Láctea representa el núcleo central de Orvonton. Esta gran agregación de soles, islas oscuras del espacio, estrellas dobles, cúmulos globulares, nubes estelares, nebulosas espirales y otras, junto con miríadas de planetas individuales, forma una agrupación alargada y circular de aproximadamente una séptima parte de los universos evolutivos habitados. Cuando el ángulo de observación es propicio, si miramos a través del cuerpo principal de este reino de máxima densidad estamos mirando hacia el Paraíso.

Nuestro universo local, Nebadon, está situado cerca del borde de Orvonton. Nuestro planeta, Urantia, pertenece al sistema de Satania, que se encuentra bien alejado hacia la frontera de Nebadon. La ubicación de Urantia se indica en el dibujo con un punto y la letra U.

Cristo Miguel, Jesús de Nazaret, es el Soberano de nuestro universo local de Nebadon.

El universo maestro

El universo maestro abarca toda la creación material. Incluye el universo central de Havona, los siete superuniversos y los cuatro niveles deshabitados del espacio exterior, que giran alternativamente en el sentido de las manecillas del reloj y en sentido contrario. La inmensidad de la lejana creación del Padre Universal está totalmente fuera del alcance de la imaginación finita.

En el espacio exterior hay millones de nuevas galaxias en proceso de formación. El primer nivel del espacio exterior está a unos 500 000 años luz más allá de la periferia del gran universo. Entre los siete superuniversos y el primer nivel del espacio exterior y entre cada uno de los niveles del espacio hay enormes zonas elípticas de actividades espaciales quiescentes, libres de polvo estelar-niebla cósmica.

El tamaño de los niveles del espacio exterior es enorme: millones de años luz de ancho. Los telescopios mejorados revelarán a la mirada maravillada de nuestros astrónomos no menos de 375 millones de nuevas galaxias en el espacio exterior. Ya existen en el espacio exterior 70 000 agregaciones de materia, cada una de las cuales es mayor que cualquiera de los siete superuniversos, y esto es solo el comienzo de la evolución estelar en estas regiones. Podemos imaginar la inmensidad del espacio exterior, podemos intuir su extensión y sus majestuosas dimensiones, pero por lo demás poco más podemos saber de estos reinos.

Se cree que los mortales supervivientes nacidos en los planetas del espacio (como Urantia) están siendo entrenados en su ascenso al Paraíso para participar en la futura administración de estos niveles del espacio exterior.