La experiencia de asistir a una conferencia

Querida Comunidad Urantia:

Me gustaría informar sobre mi experiencia en la Conferencia Nacional de los EEUU (UAUS) y la Sesión de Estudio de Verano (Urantia Book Fellowship) que tuvo lugar en la Trinity University de San Antonio.

Llegué justo a tiempo al campus de la Trinity University después de un viaje de 18 horas con tres vuelos de Colonia a Berlín, de Berlín a Chicago y de Chicago a San Antonio. La bienvenida Tex-Mex iba a comenzar y no había tiempo para descansar como deseaba para dar un abrazo a las pocas personas que conocía y conocer directamente a las nuevas. Después de unas agradables conversaciones de presentación, muchos subimos al Salón Skyline, donde nos reunimos todas las noches. Disfrutando de una vista maravillosa del skyline de San Antonio, pensé por primera vez: «Sí, el tipo alemán está en Texas. ¡Qué bueno!» Y como recordé de otras conferencias, solo necesitaba olvidar durante un tiempo de dónde venía para poder acostumbrarme a lo abiertos y amorosos que son estos hermanos y hermanos, y lo rápidamente que entramos en este sentimiento de hermandad.

Después de la primera presentación plenaria del sábado de Carolyn Prentice sobre «El Maestro de maestros: explorar cómo enseñó Jesús«, asistí al taller de James Woodward sobre «Adoración: ¿qué tiene que ver el descanso con ella?«. James dio un buen resumen sobre lo que El libro de Urantia enseña acerca de la manera de adorar verdaderamente al Padre de forma eficiente en nuestra vida cotidiana. Después, algunos de los miembros de los grupos YaYA (Youth and Young Adults, jóvenes y jóvenes adultos) y UYAI (Urantia Young Adults International, jóvenes adultos internacionales de Urantia), junto con Jeffrey Wattles, dirigimos un taller conjunto al que asistieron entre 30 y 40 personas. Nuestro taller era sobre «Estudiantes jóvenes de las enseñanzas del Maestro«. En ese taller, tuvimos tres grupos con tres preguntas temáticas distintas. Repetimos este taller el sábado. En nuestro grupo, debatimos sobre las oportunidades de organizar un grupo de estudio virtual y compartimos nuestras experiencias con los demás participantes. Todos estaban muy ilusionados sobre lo bien que actúan los lectores jóvenes y cuáles son nuestros planes, a medida que los comités YaYA y UYAI trabajan juntos en el futuro. Me gustaría dar a las gracias a todos los que aprovecharon esta oportunidad para animar a los lectores jóvenes en nuestras actividades y que apoyaron nuestros planes futuros. El último taller al que asistí el viernes fue el de Derek Samaras acerca de «La personalidad atractiva de Jesús«. En dos horas, presentó lo importante que puede ser para nosotros ser conscientes de nuestro propia capacidad de atracción para difundir el evangelio.

Realmente disfruté las numerosas presentaciones plenarias que complementaban los talleres del programa. Las que más disfruté fueron las de David Kulieke, «Jesús, el Maestro de Aprendices y de Maestros» del domingo y la de Jeffrey Wattles, «¿Qué podemos aprender de Jesús si aspiramos a ser instructores en su movimiento del evangelio? La unidad de la persona, el mensaje y los métodos de Jesús«, del sábado. El domingo tuvimos una reunión conjunta de los comités YAYA y UYAI, en la que los jóvenes adultos recopilamos nuestras ideas y debatimos sobre nuestros planes de futuro. Acordamos que los dos comités trabajen juntos de alguna manera y que nuestra tarea es crecer y cooperar. Durante esa reunión, me emocioné cuando me di cuenta de lo mucho que los quería y lo mucho que iba a echarlos de menos cuando regresara a Alemania. Es mi familia espiritual internacional.

Terminábamos cada noche en la Sala Skyline con música y conversaciones. La noche del sábado disfrutamos de un gran concierto de Bob Solone al piano y Christina Seaborn al violín. Fue un gran ambiente en el que conectar con todos y con esos rostros sonrientes que te decían: «¡Eh! ¿Aún no nos hemos presentado?». Lo llamo socialización intensa cuando me doy cuenta que tuve tiempo de conversar con casi todos los presentes. Me encantó toda aquella bella gente y parecía como si muchos de ellos tuvieran un interés especial en mi persona, ya que era el único alemán que había allí. No sabía que los americanos sentían tanto amor hacia los alemanes. Fue una experiencia preciosa para mí. Supe que realmente quiero a los americanos también. Me gusta la espiritualidad natural que conecta a todos con todos. Y lo más especial que percibí fue lo que llamaría la aptitud de ser tan incondicionalmente entusiasta y abierto de corazón. A menudo pensaba en tenerlo en cuenta y llevar un poco de esa mentalidad de vuelta a mi ciudad. Los momentos que compartí con los demás lectores jóvenes fueron especialmente encantadores. Nos comprendíamos tan bien que podíamos sentir que «el amor estaba en el aire» como si nos conociéramos desde hace años. Es tan maravilloso lo rápido que nos convertimos en hermanos y hermanas. Nos divertimos tanto que a algunos nos dolían las mandíbulas de reír y sonreír. Al final de la conferencia me sentí más rico por tener cien nuevos amigos y muchos más hermanos y hermanas. Para mí, conocer a toda esa gente encantadora fue lo más especial de este viaje a Texas, porque aquí en Alemania es muy difícil estar en contacto y llegar a conocer y amar a otros lectores. Lo considero un hecho sobre el que hay que trabajar, porque la revelación está aquí en el «jardín de infancia» todavía. Hay mucho que hacer en Alemania…

Tuve mucha suerte por tener la oportunidad de quedarme unos días más en Texas después de la conferencia, lo que hizo que mi viaje fuera como unas vacaciones. Recuerdo el año pasado, cuando asistí a la conferencia internacional de la Asociación en Quebec (Canadá), que me sentí muy triste cuando tuve que tomar la lanzadera tan pronto como la conferencia terminó: ni siquiera tuve tiempo de despedirme de todos. Pero esta vez tuve el placer de pasar una noche y dos mías más con los demás para explorar las ciudades de San Antonio y Austin y de divertirnos juntos. Recordaré esta experiencia como uno de los fines de semana más fantásticos de mi vida. Para señalar que no exagero con esta afirmación, tengo que mencionar que no he viajado mucho en mi vida, así que todavía no he visto mucho del mundo, por lo tanto Texas y EEUU en general fue una experiencia muy peculiar para mí. Pero no hay experiencia más fantástica que la de compartir amor incondicional. ¡Los quiero a todos! ¡Muchísimas gracias!

Mi agradecimiento especial para la Lone Star Urantia Association de San Antonio, la Northern Lights Society de Alaska y la Asociación Urantia por sus esfuerzos, que hicieron posible que asistiera. Sin su ayuda no podría haber ido allí. Espero con ilusión la próxima oportunidad de reunirme con todos ustedes de nuevo.

¡Amor para todos!
Alexander H, Colonia (Alemania)
Miembro de la junta directiva y embajador de Urantia-DACH
Miembro del comité Urantia Young Adult International