La quinta revelación en el siglo XXI
El pasado mes de octubre se celebró en la histórica zona de la antigua Teotihuacán la tercera conferencia latinoamericana de lectores de El libro de Urantia. En medio de este telón de fondo de más de 1.500 años de antigüedad y posteriormente reclamado por los aztecas, la III Conferencia Latinoamericana de El libro de Urantia se centró en el tema de la quinta revelación en el siglo XXI.
La Asociación Urantia Internacional organizó la conferencia con el apoyo de la Fundación Urantia y la Asociación Urantia local de México. Cada una de estas entidades cooperó durante meses planificando, desarrollando objetivos, tomando decisiones y obteniendo los fondos necesarios para que el evento tuviera éxito.
Cuarenta y tres participantes viajaron al antiguo sitio arqueológico de Teotihuacán ubicado a las afueras de Ciudad de México. Además, casi 300 lectores se unieron a la transmisión en línea, una primicia de la Conferencia Latinoamericana. Participaron lectores de El libro de Urantia de 11 países, incluidos 15 lectores jóvenes.
La conferencia comenzó el jueves 26 de octubre con la recepción de los invitados llegados desde Argentina, Brasil, Chile, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Estados Unidos y México. Tras una deliciosa cena mexicana, tanto los asistentes presenciales como los virtuales fueron recibidos por el presidente de la Asociación Urantia Internacional, el brasileño Enrique Traver, que saludó a todos con su calidez y buen humor característicos.
El viernes por la mañana comenzó con una presentación excepcional de Enrique Traver sobre «La quinta revelación en el siglo XXI», seguida de múltiples temas presentados por diferentes conferenciantes.
Su charla sobre la «misión e importancia de la revelación Urantia» exploró cómo el énfasis del libro en el amor y el servicio es esencial para contrarrestar el materialismo y secularismo imperantes en este siglo. Se discutió el pensamiento del libro sobre la evangelización: cómo llevamos las nuevas y buenas noticias al mundo para que nuestros hermanos comprendan que no estamos solos ni abandonados; que un Padre perfecto nos tiene en sus manos cada día; y cómo podemos recorrer el segundo kilómetro de servicio, siguiendo los pasos del Maestro. Un discurso de la directora ejecutiva de la Fundación Urantia, Tamara Strumfeld, expuso el papel y la visión de la Fundación para el siglo XXI.
Conferenciantes de México, Argentina, Brasil, Chile, Bolivia, Colombia y Estados Unidos hablaron sobre varios temas, entre ellos: «El Padre Universal», presentado por Héctor Landin; «El ministerio seráfico», de Ramiro Ramírez; «La voluntad del Padre», de Andres Ramírez; «La verdadera naturaleza de la religión», de Felipe Arrigorriaga; y finalmente con una presentación del grupo de jóvenes de Urantia. Los participantes compartieron ideas y experiencias sobre estos temas en los talleres.
Tras otra deliciosa cena, los asistentes disfrutaron de una bienvenida al estilo mexicano a cargo de un grupo de mariachis que puso a los invitados en pie, seguida de un recital de guitarra y voz a cargo de Ramiro y Mariana Jarkyn.
El sábado, tras el tiempo de meditación y el desayuno, Alfredo Esquivel presentó «Ciudadanía cósmica», tras lo cual los participantes realizaron una expedición de tres horas a las famosas pirámides de Teotihuacán. La sesión plenaria de la tarde, titulada «Los fundamentos de la fe religiosa», corrió a cargo de Daliela y Jacobo Dudo, a la que siguieron talleres más profundos. La velada concluyó con otro concierto de Ramiro y Mariana.
El domingo, último día de la conferencia, Fabiola Domínguez, de Bolivia, hizo una inspirada presentación sobre el tema «La realidad de la experiencia religiosa». Tras una breve introducción al sitio web Urantiapedia, un proyecto financiado con la ayuda de la iniciativa Semilla de Mostaza de la Fundación Urantia, Enrique Traver clausuró este agradable y memorable evento.
Un agradecimiento especial a la Fundación Urantia, a la organización Truthbook (The Jesusonian Foundation), a la Asociación Urantia Internacional por su apoyo económico, que incluía patrocinios para los jóvenes; a Antonio Schefer por su gestión del comité de Conferencias, a Enrique Traver por su apoyo incondicional, a Ramiro y Mariana Jarkyn por la gestión de la producción multimedia y de la retransmisión en directo (y su maravillosa música), a Alejandro Arán por ser el anfitrión del evento, a Arturo García y su diligencia como capitán de transporte hacia y desde el aeropuerto, y a Sara Espinoza por su trabajo como videógrafa.