Como la mayoría sabe, la Navidad comenzó como una celebración del nacimiento de Jesús, y para muchos sigue siéndolo. En los sitios web cristianos, se dice que el significado de la Navidad es una celebración del amor de Dios por el mundo, o la celebración del hombre-Dios que vino a la tierra para la salvación de todas las personas. En otros sitios web, es un momento para glorificar a Dios y a Jesús.
Para los que no son tan religiosos, la Navidad ha llegado a significar algo un poco diferente. El significado de la Navidad en los círculos más seculares también incluye celebrar el amor (pero no el amor de Dios), y otros significados se centran en los amigos, las tradiciones familiares, la ayuda a los demás y la paz en la tierra. Estas son interpretaciones significativas de la Navidad, pero no representan toda la verdad.
Por suerte, los que hemos sido bendecidos con la revelación comprendemos más profundamente por qué Jesús se otorgó en nuestro mundo. La Navidad, aunque no coincida con la fecha real de nacimiento de Jesús, sigue siendo una gran ocasión de celebración, especialmente para la gente de Urantia.
Las razones para el otorgamiento de Miguel son muchas, y se resumen mejor en el documento 120, «El otorgamiento de Miguel en Urantia», narrado por el director Melquisedec de la comisión reveladora, donde relata las instrucciones que Emanuel dio a Miguel justo antes de su otorgamiento. Estas instrucciones comprenden los objetivos, significados y valores de la encarnación de Jesús en Urantia y, entre otras cosas, incluyen:
- Terminar la rebelión de Lucifer en el sistema de Satania.
- Expiar el dolor y la confusión provocados en Urantia por la traición de Caligastia y la posterior falta adánica.
- Terminar una edad y resucitar a los supervivientes mortales dormidos.
- Otorgar el Espíritu de la Verdad para hacer que todos los mortales de mente normal tuvieran acceso inmediato y pleno al ministerio de los Ajustadores del Pensamiento.
- Hacer una contribución adicional a la soberanía del Supremo.
- Funcionar como maestro para liberar e inspirar a la naturaleza espiritual del hombre. Iluminar el oscurecido intelecto humano, sanar las almas de los hombres y emancipar su mente de antiguos temores.
- Atender el bienestar físico y la comodidad material de sus hermanos en la carne.
- Vivir la vida religiosa ideal para la instrucción, inspiración y edificación de todo su universo. Inspirar a todas las vidas de todos los mundos de Nebadon a lo largo de todas las generaciones en las edades venideras.
- Hacer una nueva revelación del hombre a Dios. Revelar a Dios en la carne y especialmente a las criaturas de la carne.
- Mostrar como nunca antes se había visto en Nebadon las posibilidades trascendentes que puede alcanzar un humano conocedor de Dios durante la corta carrera de la existencia mortal.
Y después de todo esto, nos recuerdan que «No perdáis nunca de vista el hecho de que el propósito espiritual supremo del otorgamiento de Miguel fue realzar la revelación de Dios» [120:4.4, negrita añadida].
Estas son las numerosas razones maravillosas y extraordinarias para celebrar el otorgamiento de Miguel en Urantia, no solo en Navidad, sino todos los días de nuestra vida. De hecho, tenemos mucha suerte de haber nacido en este «planeta oscuro y confuso». Para toda la eternidad, «Urantia es el santuario sentimental de todo Nebadon, el principal entre diez millones de mundos habitados. Es la morada humana de Cristo Miguel» [119:8.8].
La Navidad es un momento para dar gracias a Miguel de Nebadon y para celebrar la maravilla de un Hijo Creador nacido en Urantia a fin de entregar a toda la humanidad, incluso a todo un universo, una representación iluminada de la verdadera naturaleza de un Dios de amor.