Encuentro nacional francés

French Meeting-groupEl encuentro nacional de lectores de El libro de Urantia tuvo lugar este año del 18 al 21 de junio de 2015 en Neylière, cerca de Lyon.

Se reunieron diecisiete lectores en este tranquilo y estimulante lugar, a una altitud de 650 metros, regentado por los padres maristas, para estudiar el libro con un tema en particular, celebrar la reunión general de la asociación y, por supuesto, para reunirse con otros lectores.

El tema del estudio trataba sobre las diferencias entre la evolución en un planeta «normal» y la evolución en Urantia, al ser Urantia un planeta decimal que sufrió la traición de su Príncipe Planetario y la falta adánica. La tarea era reflexionar sobre las consecuencias, ventajas y desventajas de haber nacido en un mundo como este.

He aquí un breve resumen de nuestro estudio:

Se presentó el tema con un recordatorio del plan, o más bien de los planes de perfección divina, de:

  • Dios Padre: el plan de consecución progresiva o de ascensión mediante evolución;
  • Dios Hijo: el plan de otorgamiento de los hijos para revelar al Padre;
  • Dios Espíritu Infinito: el ministerio de misericordia a través de sí mismo y de sus personalidades para llevar a cabo el plan.

El Paraíso es la residencia de perfección absoluta, y Havona es el modelo.

A los siete superuniversos se les ha dado un solo mandato: sed perfectos así como vuestro Padre del Paraíso es perfecto.

El estudio se llevó a cabo siguiendo el orden del Documento 52, Las épocas planetarias de los mortales, que traza siete periodos de evolución que van desde el comienzo de la vida humana hasta la era de luz y vida:

1ª edad: el hombre anterior al Príncipe Planetario
2ª edad: el hombre posterior al Príncipe Planetario
3ª edad: el hombre posadánico
4ª edad: el hombre posterior al Hijo Magisterial
5ª edad: el hombre posterior al Hijo de otorgamiento
6ª edad: el hombre posterior al Hijo Instructor
7ª edad: la era de luz y vida

Desde la primera edad, en la que el hombre surge del nivel animal, hasta la séptima edad, la era de luz y vida, tiene lugar una evolución que avanza desde los conflictos entre tribus hasta una civilización sumamente avanzada que se caracteriza por cosas tales como la paz mundial, una verdadera filosofía y el interés hacia el universo.

Los humanos maduran en todos los ámbitos (científico, económico, político y espiritual), gracias también a la ayuda de los distintos otorgamientos de los Hijos.

El estudio de este documento nos ha permitido comprender las diferentes épocas.

La siguiente tabla establece las diferencias principales entre la evolución en un planeta normal y la evolución de Urantia, desde la primera edad a la tercera.

No duden en leer el Documento 52 de nuevo para ver los detalles de estos periodos:

French Meeting Table

Urantia se ha alejado tanto del plan divino después de la falta del Príncipe Planetario y de la caída de Adán y Eva que es difícil comparar en cualquier punto la evolución en términos de edades.

En vista de ello, Urantia se ha beneficiado de planes de emergencia que tienen características «únicas», tales como el otorgamiento de Jesús (¡nuestro Hijo Creador!) y el regalo de los Ajustadores y del Espíritu de la Verdad. Del mismo modo, es extremadamente difícil conocer en qué período estamos ahora, puesto que en Urantia poseemos elementos de edades diferentes.

Globalmente, tenemos un retraso muy grande (3ª edad) a pesar de nuestro gran avance en los ámbitos científico y tecnológico.

French Meeting-venueLeer este documento hasta la 5ª edad nos ha permitido también conocer la futura evolución de Urantia; por ejemplo, la unificación de los gobiernos, la presencia de una sola raza, la paz en Urantia, trabajar solo unas horas al día y el buen uso del ocio, la práctica de la música y las artes.

Finalmente, hemos comprendido la «buena suerte» o «mala suerte» de haber nacido en Urantia y no en un planeta normal al leer la sección 7 del Documento 50, «Las recompensas del aislamiento», que define a los agondonteros como “criaturas volitivas evolutivas que pueden creer sin ver, perseverar cuando están aisladas y vencer dificultades insuperables incluso estando solas.”

Para acabar con este informe, tenemos que dar las gracias a las ayudas espirituales presentes durante este fin de semana, a todos los lectores ausentes que estuvieron presentes en nuestro pensamiento, a todos los lectores presentes que hicieron un estudio interesante del libro, a la comunidad fraternal que hubo durante los descansos, las comidas y las noches, una buena comunidad de espíritu y el tono constructivo de la reunión general de la asociación.

Tuvimos una agradable sorpresa durante este fin de semana: la llegada de Antonio Schefer, presidente del comité de Conferencias de la AUI, para acompañarnos fraternalmente.