Urantia Association
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Journal – mayo 2017

En este número

Editorial del Journal de mayo 2017

Suzanne Kelly

Saludos, amigos lectores del Journal:

Bienvenidos a la edad digital de 2017 y al nuevo formato digital del  Journal.  A partir de este año, publicaremos dos números del Journal: uno en mayo y otro en noviembre. Si hay una conferencia, quizá publiquemos un número extra con las transcripciones de las charlas plenarias y de las presentaciones. Si desean continuar recibiendo una copia impresa vía correo postal, se puede preparar (la copia sería una impresión de la versión en línea). El coste de la nueva suscripción para recibir una copia impresa es de 10 $ al año para los dos números. Como con todo, hacia adelante y hacia arriba.

En este número de mayo, tenemos dos artículos motivadores para nuestro disfrute y edificación. El primero de ellos, amado y próximo a la diseminación de las filosofías y enseñanzas de El libro de Urantia, es El templo de la hermandad espiritual y la gran importancia de los grupos de estudio, de Charles Laurence Olivea. En sus cálidas y coloridas comparaciones y analogías, Charles personaliza e implica al lector mientras nos muestra cómo ir

“… más allá del papel de ser meros lectores del libro; estamos más en el papel de estudiantes que buscan el agua viva y el pan de la vida. En este contexto, un estudiante podría definirse como un observador atento y sistemático que está dedicado en mente y alma a ser un ciudadano cósmico que crece con el Supremo.”

Charles aborda la naturaleza y la importancia morontial de los grupos de estudio, su estructura y liderazgo, las repercusiones de sus logros y

«Con Dios Supremo, la realización es el requisito previo para conseguir una posición — uno tiene que hacer algo, así como ser algo.”  [Documento 115:1.0, página 1260:1]  (negrita añadida)

El segundo artículo es Las repercusiones del Aleluya, de Neal Waldrup.  Es una melodiosa interpretación de El Mesías de George Frideric Handel  [1] y su lírica comparación de textos con El libro de Urantia:

“¡Aleluya! Dios era omnipotente y ya reina, Y el mundo en gloria viene a hacer el reino del Señor, ya reina aqui Cristo el Señor; Y reinara por siempre y siempre, Eterno rey; y al Señor, eterno rey.” 

En el documento titulado Los Hijos Creadores Paradisíacos (documento 21), un Perfeccionador de la Sabiduría duplica la expresión “Rey de Reyes y Señor de Señores”.

Por otro lado, parece significativamente más probable que sea una referencia implícita al verso correspondiente de las escrituras cristianas (Apocalipsis 19:16) que una cita al coro del Aleluya. No obstante, deberíamos tener en cuenta que los matices implícitamente políticos de la expresión «el reino de Dios» dieron muchos problemas a los primeros cristianos, tal como señala la comisión de intermedios en el documento 170.

Neal compara laboriosamente múltiples referencias de El libro de Urantia con pasajes de la Biblia y del trabajo de Jesús con sus apóstoles. En su artículo, menciona de pasada la doctrina de la expiación, la vida después de la muerte y la condena eterna, mientras lleva el mensaje de fondo de las repercusiones del Aleluya directo hasta el Juicio Final.

¡Feliz e iluminadora lectura!

Suzanne Kelly
skelly@wtmi.ne

[1] Compuesto en 1741 pero interpretado por primera vez en 1742.

El templo de la hermandad espiritual y la gran importancia de los grupos de estudio

Charles Laurence Olivea

Los grandes árboles poseen una presencia majestuosa, como el «Grizzly Giant» del bosque de secuoyas de Yosemite (California). Es muy interesante, incluso instructivo, reflexionar sobre el hecho de que comienzan como pequeños plantones, que surgen como retoños y que crecen durante un largo periodo de tiempo hasta convertirse en monarcas de la naturaleza.

Del mismo modo, los grupos de estudio son raíces que sustentan un gran movimiento, cuyo objetivo a lo largo del tiempo es diseminar El libro de Urantia y sus enseñanzas, que tienen una influencia transformadora en el mundo. Los grupos de estudio podrían ser muy bien el motor primario para lograr el impulso necesario hacia el destino planetario humano. Pero para que este movimiento tenga éxito, debe alimentarse de las virtudes espirituales vivas de la verdad, la belleza y la bondad.   Entonces el mundo, algún día, tendrá la posibilidad de ver una fraternidad majestuosa de hombres y mujeres que sean ejemplos del principio de la unidad universal hecha posible por enseñanzas más elevadas de la luz y vida de Dios. A nosotros, estudiantes de El libro de Urantia pasados, presentes y futuros, se nos ha dado la oportunidad de ayudar a que esto sea posible.

La socialización o divulgación de la quinta revelación de época a través de una red creciente de grupos de estudio dependerá de lo que los participantes aporten a esas reuniones y lo que obtengan de ellas. Las interacciones entre personas, cuando se hacen en una búsqueda reveladora de Dios, pueden tocar el espíritu de su gracia y, de este modo, elevar la conciencia humana. Recuerden que la búsqueda de Dios es nada menos que la búsqueda de la fuente y centro de todas las cosas y todos los seres. Es más, un arcángel de Nebadon nos asegura que

… El conocimiento sólo se posee compartiéndolo; es salvaguardado por la sabiduría y se socializa por medio del amor. [Documento 48:7.28, página 557.12]

Un Mensajero Solitario refuerza este punto con esta generalización:

La personalidad no puede trabajar muy bien cuando está aislada. El hombre es de manera innata una criatura sociable; está dominado por el ardiente deseo de la pertenencia. [Documento 112:1.6, página 1227.6]

Conocer a otros que tienen mente y espíritu afines es el gran beneficio directo de los grupos de estudio. La tesis ofrecida en este ensayo se ocupa de las razones vivas para que las personas se reúnan regularmente con el fin de buscar a Dios intelectual y espiritualmente.

Recomendación para odres nuevos

Con ese espíritu, me gustaría sugerir que pensemos en los grupos de estudio como «escuelas». Entonces, podemos considerar el potencial educativo de cada grupo de estudio como un tipo de proceso informal de «escolarización». Pero es una experiencia educativa que se esfuerza por trazar una línea entre el Paraíso y Urantia. Lógicamente, si vemos los grupos de estudio bajo esta luz, los autores de los Documentos Urantia pueden verse como el «cuerpo docente».  La «pedagogía» consiste principalmente en «conversaciones inteligentes«.  El texto del libro sería el «plan de estudios». Finalmente, nuestra «misión» tiene la audacia benigna de intentar (a largo plazo) la rehabilitación de nuestro planeta natal.

Vamos más allá del papel de ser meros lectores del libro; estamos más en el papel de estudiantes que buscan el agua viva y el pan de la vida. En este contexto, un estudiante podría definirse como un observador atento y sistemático que está dedicado en mente y alma a ser un ciudadano cósmico que crece con el Supremo.

Un nuevo punto de vista de hechos antiguos o de una perspectiva convencional puede constituir un «odre nuevo». Es lo que proponemos aquí. La utilidad de un punto de vista diferente fue explicada por un arcángel, mientras hacía referencia a afirmaciones de filosofía humana con fines instructivos en el primer mundo mansión:

Sólo un poeta puede discernir la poesía en la prosa corriente de la existencia rutinaria. [Documento 48:7.22, página 557.6]

La designación de los grupos de estudio como «escuelas», con todas las implicaciones educativas que conlleva, abre el acto de estudiar a un concepto más elevado , dignificado y noble, dado su carácter revelador e importancia planetaria (potencial). Profundiza y amplía la perspectiva del universo en ellos, de ahí lo de «odres nuevos».

Además, la composición de persona a persona de los grupos de estudio puede servir como medio para maximizar la dinámica del grupo de estudio. Creo que las relaciones entre compañeros dedicados al estudio de la revelación se extienden al Padre Universal, Miguel de Nebadon, el Supremo y los ángeles. Vale la pena reflexionar sobre lo que nos dice un Mensajero Solitario respecto a la vitalidad de las relaciones entre personas:

Todo lo que no es espiritual en la experiencia humana, salvo la personalidad, es un medio para conseguir un fin. Toda verdadera relación del hombre mortal con otras personas — humanas o divinas — es un fin en sí misma.  [Documento 112:2.8, página 1228.3]

Con esta observación en mente, las escuelas (los grupos de estudio) pueden entenderse en términos de las facetas más importantes de las interacciones entre personas: de corazón a corazón, de mente a mente, de alma a alma.

La naturaleza del estudio y su importancia morontial

El término «estudio» parece originarse en inglés durante el siglo XIV, y podría definirse como

«…estado de contemplación… aplicación de las facultades mentales a la adquisición de conocimiento… en un campo particular… o para un objeto específico… consideración ampliada y cuidadosa… o análisis de un fenómeno … o cuestión.”  El término modificado en profundidad fue acuñado en 1965 y podría definirse como  “examen en profundidad, exhaustivo y… detallado”.  (Webster’s Ninth New Collegiate Dictionary)  (negrita añadida)

En mi opinión, El libro de Urantia está concebido para ser estudiado. Es evidente en la manera en que se presentan los hechos, significados y valores. A lo largo de los años, he oído a muchas personas comentar que, cuando surgen preguntas en un párrafo, a menudo se responden en los párrafos siguientes. Hay una progresión lógica de lo general a lo particular. Es la naturaleza de la revelación fomentar cierto nivel de indagación: ¿De dónde vengo? ¿Quién soy? ¿Por qué estoy aquí? ¿A dónde voy?

Un Consejero Divino ha señalado que:

El desafío religioso de la época actual es para aquellos hombres y mujeres previsores, con visión de futuro y con perspicacia espiritual, que se atrevan a construir una nueva y atrayente filosofía de la vida a partir de los conceptos modernos ampliados y exquisitamente integrados de la verdad cósmica, la belleza universal y la bondad divina.”  [Documento 2:7.10, página 43:3]  (negrita añadida)

El estudio (complementado con el servicio) es una característica profundamente importante del desafío. Todos los que están comprometidos realmente con la quinta revelación de época se tomarán el estudio en serio.

Aprender del texto de El libro de Urantia, por tanto, es algo que hay que hacer. Un estudio en profundidad de la revelación ha de ser necesariamente exhaustivo y detallado. Otra manera de ilustrar esta cuestión, ya sea individual o colectivamente, se puede encontrar en los sinónimos que aparecen aquí:

mejor esfuerzo                      ensayo y error                        esperar

el máximo esfuerzo              indagación                              compendio

descubrir                                examinar                                 hurgar

pregunta                                 pregunta cruzada                  referencia cruzada

proponer una idea                encontrar los hechos           abrir a debate

meticuloso                             preciso                                     detallado

(Roget’s International Thesaurus, 7ª edición)

Se pueden extraer ciertas inferencias de estos términos respecto a la naturaleza del estudio. Nos viene a la mente la importancia del arte de escuchar. Jesús le asignó un valor supremo a la escucha activa (implicada). Prestaba mucha atención a lo que se expresaba (y a lo que a menudo no se expresaba). Enseñaba más cuando decía menos. Otra implicación de los sinónimos es la necesidad de contribuir al flujo de la conversación con ideas o preguntas meditadas y lógicas. Debe haber en juego un respeto a los hechos.  Es vital para los grupos de estudio que hagan distinciones cuando se esté en desacuerdo, no ser desagradables.  Dejamos al lector que extraiga más inferencias de esta lista.

Pensar en grupos de estudio como en escuelas de la revelación puede realzar su dignidad espiritual y cósmica, pues se invierte en ellas con capital del universo. Profundiza y amplía el contexto de estas reuniones. No son quedadas sociales, aunque siempre se debe fomentar que haya vínculos sociales amistosos. Esta revelación implica algo de elevación bastante pesada. La visión a largo plazo indica que el destino de la civilización de Urantia y el futuro de la religión de Jesús pende de un hilo entre la imperfección humana y las perspectivas de una edad final de luz y vida.

Con nuestro reconocimiento al Consejero Divino, tenemos que estudiar de la manera en que El libro de Urantia está construido y dispuesto, es decir, tenemos que usar los mismos principios pedagógicos: ir de lo complejo a lo simple, esto es, desde la visión extensa al presente en movimiento, mediante la perspectiva del origen, la historia y el destino aplicada a los asuntos contemporáneos (Documento 19:1.5.6). Con esta idea en mente, sería provechoso determinar cómo la cultura morontial prioriza la práctica del estudio. ¿Qué «valor universal» se asigna al estudio?

Ante todo, sabemos que, cuando la mayoría de los peregrinos del tiempo alcanzan el quinto mundo mansión:

El estudio se vuelve voluntario, el servicio desinteresado, natural, y la adoración, espontánea. [Documento 47:7.5, página 537.5]

¿No es interesante? De todas las diferentes conductas o normas en las que la Brillante Estrella Vespertina podría haberse centrado, se hace hincapié en el estudio, el servicio y la adoración. El primero desarrolla la mente (mota); el segundo ejercita el alma (por pedir prestada una expresión); y la tercera entra en comunión con Dios (la alegría suprema de la existencia de la personalidad). ¡Qué grandes prioridades! Pero hay más.

Sigo pensando que caracterizar los grupos de estudio humanos como «escuelas» está lejos de ser algo disparatado.

Un arcángel nos ha dado una vívida descripción de las prioridades de la cultura morontial de Jerusem, la capital de nuestro sistema de planetas.

Las actividades… son de tres tipos distintos: trabajo, progreso y entretenimiento. Dicho de otra manera: servicio, estudio y distracción. [Documento 46:5.29, página 526.4] (negrita añadida)

Qué interesante; el estudio se iguala al progreso y el servicio se iguala al trabajo. Estas normas morontiales, esbozadas por el arcángel, deben reflejar los objetivos centrales de las escuelas de pensamiento, sentimiento y acción. Este arcángel continúa señalando que:

Aquellas cosas que podríais haber aprendido en la Tierra, pero que no lograsteis aprender, deben ser adquiridas bajo la tutela de estos fieles y pacientes educadores. [Documento 48:5.7, página 551:2]

Efectivamente, ir a la escuela es un concepto y una práctica universales. Sabemos por la Brillante Estrella Vespertina que «todo el universo es una inmensa escuela” (Documento 37:6.2). El arcángel discurre sobre este punto:

Si los Dioses simplemente hubieran planeado llevaros a una larga excursión de alegría eterna, ciertamente no habrían transformado en tan gran medida todo el universo en una inmensa y compleja escuela de educación práctica, no habrían requisado una parte considerable de la creación celestial como maestros e instructores, y luego pasar eras y eras guiándoos, uno a uno, a través de esta gigantesca escuela universal de educación experiencial.  [Documento 48:8.3, página 558:1]

El estudio, el servicio y la adoración son un diamante de muchas caras. De nuevo, podemos observar que es más digno caracterizar los grupos de estudio como «escuelas». Los grupos de estudio deben reconocerse por su valor universal: la contribución que pueden hacer para implementar el mandato de Dios a los mortales ascendentes de ser finalmente perfectos como él es perfecto.

La estructura y el liderazgo de los grupos de estudio

Podría ser útil y valioso aquí proporcionar algunas sugerencias o directrices acerca de la gestión de grupos de estudio. Lo que sigue es algo así como un enfoque ascendente, una mirada práctica a la dinámica de trabajo de los grupos de estudio. Las ideas de esta sección están basadas ampliamente en la experiencia.

No hay una autoridad centralizada sobre los grupos de estudio. La Hermandad Urantia original concibió un sistema relativamente democrático. Esta descentralización es un antídoto contra el desarrollo de una autoridad eclesiástica, de un clero gobernante. Parece haber un consenso entre personas entregadas a El libro de Urantia para que siga siendo así.

Hablando en general, han surgido dos enfoques diferentes a lo largo del tiempo respecto a cómo la gente organiza grupos de estudio: uno hace más hincapié en leer y menos en debatir; el otro valora la conversación sobre la lectura. En este último enfoque, se espera que los participantes lean el material asignado antes de la reunión. Un modo de estudiar más intenso y cercano parece favorecer este enfoque.

Respecto al último enfoque, la gente necesita tiempo para reflexionar sobre las preguntas o los temas, de ahí el estudio asignado. Puede estructurarse de muchas maneras. Algunas incluyen estudiar los documentos en el orden en que están presentados, del primero al último, o se puede elegir un tema o asunto en particular. Una pregunta puede servir como punto central del debate. Debería ser una prioridad clave maximizar las oportunidades de que cada persona contribuya a una conversación inteligente. Es importante tener más luz que calor en la conversación. El liderazgo efectivo da ejemplo de una escucha respetuosa. La cuestión aquí es mantener el equilibrio entre lo que una persona dice y cómo interactúan los demás como grupo. Mantenerse centrados en el alcance y profundidad del estudio asignado es una prioridad principal. Se espera que, en su mayor parte, los participantes mantengan sus comentarios dentro del texto asignado. Deberían evitar incorporar fuentes externas, pues otros miembros probablemente no han tenido la oportunidad de leer y pensar en material externo previamente. Este enfoque anima y respeta cierto tipo de disciplina, que se añade a la cohesión del grupo. El objetivo general es tener mentes que se implican, intercambiar ideas.

 

Mantener al grupo en la tarea es una función ejecutiva, aunque cada participante tiene también su parte de responsabilidad. El líder de un grupo de estudio sería sensato si actuara como tutor. Un tutor guía, hace sugerencias, presenta preguntas para mantener la charla más centrada, establece un tono amistoso con alguna anécdota graciosa y lidera generalmente mediante el buen ejemplo. Sería ideal que el papel de tutor fuera rotativo, al menos entre los que están dispuestos a actuar así. Pero no todo el mundo se siente cómodo con ese papel. Eso sí, alguien tiene que mantener al grupo centrado en el tema que se trata.

Se debe dejar tiempo para anuncios y cosas similares. Mantenerse en contacto con los miembros del grupo de estudio es algo bueno. Si alguien está en crisis, podría necesitar una palabra amable, y eso incluye situaciones entre reuniones si surge la necesidad. Todos deberíamos recordar que la amistad puede añadir una gran cohesión al grupo. El deseo de hacer el bien debería estar siempre atemperada o equilibrada con la gracia de tener tacto y ser cortés, a la vez que se albergan buenas intenciones. El liderazgo adecuado de todo grupo de estudio conlleva una importante dimensión social.

Como último punto, el papel del anfitrión puede (o no) superponerse al de líder. Se producen lazos sociales o emocionales más fuertes en el plan de las cosas. Cuando se trata de lo que verdaderamente importa, la primera prioridad es intentar discernir la voluntad de Dios. Todos somo mortales compañeros que están en el mismo camino como peregrinos del tiempo y que ascienden los niveles preordenados de la realidad del universo.

Por último, se debería considerar de manera provechosa la oración y adoración en grupo. Por ejemplo, se puede usar la oración para abrir y cerrar una reunión. La búsqueda del espíritu del Padre que mora en el interior o el Espíritu de la Verdad de Miguel puede ser una manera poderosa de ayudar a que un encuentro sea más contundente y tranquilo a la vez. Siempre invito a que Jesús «se una» a nosotros. El acto de estudiar se ve aumentado cuando se da la bienvenida abiertamente al Espíritu de la Verdad en el grupo.

Podemos aspirar a ser instrumentos efectivos en la búsqueda de la verdad, pero el Padre y el Hijo Creador son siempre la inspiración. Me gusta lo que dice el Mensajero Poderoso acerca del Espíritu de la Verdad, el regalo más grande que Miguel dio a Urantia, aparte de su otorgamiento propiamente dicho:

Después de emprender el camino de la vida eterna, después de aceptar vuestra tarea y de recibir vuestras órdenes para progresar, no temáis los peligros de la falta de memoria de los hombres ni la inconstancia de los mortales, no os inquietéis por el miedo al fracaso o por las confusiones que causan perplejidad, no vaciléis ni pongáis en duda vuestro estado ni vuestra posición, porque en todas las horas sombrías, en todas las encrucijadas de la lucha por el progreso, el Espíritu de la Verdad siempre hablará, diciendo: «Éste es el camino».  [Documento 34:7.8, página 383:2]  (negrita añadida)

Me parece que el Espíritu aclara y consuela. El Espíritu es muy útil para estudiar y servir. Intentar comenzar un grupo de estudio puede ser abrumador; servir como líder puede ser problemático. ¿Por qué no crear el hábito de acceder a algunos de los recursos espirituales dados a nuestro mundo? El jefe de los intermedios de Urantia tiene algo que decir al respecto:

Cuando un grupo se dedica a orar en común por el acrecentamiento moral y la elevación espiritual, estas devociones producen efecto en los individuos que componen el grupo; todos se vuelven mejores gracias a esta participación…  [Documento 91:5.2, página 998:5] (negrita añadida)

Todo estudio necesita una medida de valor para enfrentarse a problemas o preguntas que intimidan a muchos otros. Se necesita incluso más valor para debatir sobre ellos con un grupo de personas cuyas percepciones difieren considerablemente. El corazón se puede aquietar y el intelecto aclarar si los participantes están dispuestos a lanzar juntos una petición común, o estar juntos en comunión mediante adoración, junto con un poder más alto. Es importante recordar que debería hacerse sin presión ni coerción. Aún así, la cohesión espiritual de un grupo puede comprender visiones más amplias y profundas. En todos esos esfuerzos, confíen en Dios.

Dios Supremo y el serafín maestro

Mientras vivimos en Urantia como criaturas del tiempo y el espacio, somos también ciudadanos cósmicos. El Mensajero Poderoso señala que:

Con Dios Padre, la gran relación que existe es la filiación. Con Dios Supremo, la realización es el requisito previo para conseguir una posición — uno tiene que hacer algo, así como ser algo.”  [Documento 115:1.0, página 1260:1]  (negrita añadida)

Hemos visto cómo la cultura morontial prioriza el estudio y el servicio. Parece que estudiar funciona como norma a lo largo de los universos del tiempo y el espacio. Creo que el proceso de comenzar y mantener un grupo de estudio contribuye directamente al Supremo. El valor universal del estudio está vinculado de manera natural con el Supremo. Es algo de lo que ser conscientes. El Supremo está actualizando nuestro potencial del plan de ascensión del logro universal incluso mientras residimos en la tierra. Aquí abajo, como criaturas evolutivas, podemos aportar al desarrollo gradual y en despliegue de Orvonton, nuestro universo, en reciprocidad con el Dios finito, el Dios de la evolución. Esta reciprocidad es inherente por diseño a las relaciones de la Supremacía. Es una tarea elevada y noble (de hecho un deber cósmico, moral) contribuir a la construcción del universo. El Padre Universal nos ha delegado algo importante que hacer.

Para llevar a cabo nuestro papel como ciudadanos cósmicos de manera digna y útil, necesitamos poseer un conocimiento más profundo y amplio del origen, historia y destino de muchos aspectos de la realidad del universo. A su vez, ese conocimiento nos ayuda a ordenar o identificar hechos, significados y valores esenciales del tiempo y el espacio (la función del estudio). En la otra cara de la moneda, el servicio puede volverse más preciso y apropiado para aquellos a los que servimos. Así, el estudio y el servicio trabajan juntos cuando intentamos hacer nuestra parte del crecimiento del Supremo.

Pero para llevar esta línea de razonamiento directamente a nuestro planeta natal, debemos ser conscientes de los serafines maestros de supervisión planetaria. Trabajar con los ángeles es crucial para el éxito (el potencial) de los grupos de estudio. No creo que esto sea una superstición; más bien es una sugerencia basada en la visión más amplia de fe inteligente, inspirada por la oración sincera. Hay mucho por lo que rezar. Por ejemplo, se puede dirigir peticiones a los ángeles para que ayuden a organizar y mantener un grupo de estudio. Puede solicitarse que los ángeles y el espíritu divino guíen o animen a los individuos a que consideren unirse a nuestro grupo de estudio.

Nos vienen a la mente los ángeles de la iluminación. Según el jefe de los serafines, nuestro mundo

… recibe actualmente la ayuda del tercer cuerpo de serafines dedicados a fomentar la educación planetaria. Estos ángeles se ocupan de la formación mental y moral relacionada con los individuos, las familias, los grupos, las escuelas, las comunidades, las naciones y las razas enteras. [Documento 114:6.11, página 1256:1] (negrita añadida)

¿Es disparatado sugerir que nuestro grupo de estudio encaja limpiamente con su esfera de interés? Los Documentos Urantia, como tema principal del grupo de estudio, parecen estar directamente relacionados con el ámbito de responsabilidad de estos ángeles.

Si es así, podemos considerar el marco de nuestra relación como parte del nuevo odre de la quinta revelación de época. Esta idea se aplica también a nuestra conexión filosóficamente orgánica con Dios Supremo. Estos vínculos clave con nuestros amigos y aliados invisibles y con el Dios finito ennoblecen las tareas rutinarias de los que se reúnen para estudiar. El atractivo de este punto de vista sobre nuestro trabajo en las viñas evolutivas es de romance con el universo.

Un faro en la niebla cultural del mundo

A pesar de la confusión presente, en algún momento del futuro es probable que haya un número creciente de personas que, si bien no son lectores de El libro de Urantia, conocerán a personas que sí lo leen y lo estudian. Quizá en muchos casos (en la mayoría), serán miembros de la familia, amigos íntimos, conocidos, vecinos, compañeros de trabajo o incluso extraños que podrían acercarse a nosotros. Como caso típico, los que estudian la revelación serán probablemente personas de estatus socioeconómico medio que viven y trabajan en circunstancias corrientes.

A medida que se extienda el conocimiento sobre el libro, su reputación en la opinión pública se determinará en gran parte por su vinculación con este tipo de conexiones. Así que, a medida que nuestro movimiento irrumpa en la conciencia pública, esperamos que muchos digan algo así: «Ah sí, la conozco, Lee ese libro. Es mi vecina y una persona normal». O «trabaja en mi oficina y es un buen tipo. Supe que lleva años leyendo ese libro». Un reconocimiento social de tal calibre solo puede evolucionar de la excelencia de pensamiento y de una fe viva en Dios fuerte, positiva e inteligente. Los hombres y mujeres modernos están buscando encontrar a personas o grupos que demuestren integridad intelectual y vidas espiritualmente afirmativas.

Si nuestros encuentros adquieren una reputación así, la quinta revelación de época podrá parecer menos extraña y ser más apreciada por su contenido y calidad en un número creciente de círculos sociales y religiosos. Al menos, es un resultado que podemos esperar. Luego la revelación puede comenzar realmente a tener un efecto transformador en la sociedad en general. Pero debemos estar bien asentados en el conocimiento de sus enseñanzas, con el fin de estar preparados para abordar las numerosas preguntas que la gente planteará de manera natural. Las preguntas (incluso las objeciones) irán del tipo directo o básico a temas complejos, incluso problemas molestos.

Mientras tanto, los grupos de estudio pueden continuar funcionando bajo el «radar» de los medios modernos de comunicación y todo su escrutinio mixto e incierto. Nuestros grupos de estudio, nuestras conferencias y otros proyectos están «por debajo» del punto de mira cultural de la corriente general de hoy día. Vivimos en tiempo de enfrentamiento entre ciencia y religión, nacionalismo e internacionalismo; las ideologías políticas y morales corren desbocadas y causan guerras físicas y dialécticas, por citar algunos ejemplos. Muchas personas llevan una vida frenética y frecuentemente tienen prisa, dando vueltas casi como desechos y despojos. La humanidad probablemente tendrá que sentar la cabeza y calmarse un poco antes de que se reciban más ampliamente estas enseñanzas reveladoras.

Sin embargo, debido a esta demora en el tiempo, tenemos una oportunidad en curso para madurar de cara al día en que personas de todas las procedencias traigan a la superficie sus preguntas sobre el sentido de la vida.

Por lo tanto, ¡nuestro movimiento tiene una ventaja estratégica! La demora en el tiempo probará nuestra paciencia a medida que estudiamos y servimos tranquilamente en un tipo de ministerio privado. Esto tiene algo en común (al menos en principio) con el enfoque que adoptó el ministerio de Jesús mientras se preparaba para proclamar públicamente el evangelio. Si crecemos de manera callada, recolectamos las riquezas de la mente y las alegrías del alma, no solo sobreviviremos a las vicisitudes de la modernidad de esta edad; podemos esperar de manera realista emerger con éxito (como causa).

Nuestras enseñanzas pueden servir como faro cuyo foco brillará con fuerza en un mundo que comenzará a hartarse de la niebla de la ansiedad y el caos. Creo que, cuando sea el momento apropiado, la gracia de Dios influirá a nuestros compañeros mortales para que quieran algo mejor. Sin darse cuenta necesariamente (del todo), muchos querrán la claridad y la comodidad de algo llamado luz y vida. El efecto faro llegará si poseemos una reputación respetada, una imagen que procede de la sustancia de una red dignificada, unificada, espiritualmente fragante e intelectualmente vibrante, simbolizada por tres círculos concéntricos azules o por el nombre «Urantia».

¿No podemos unirnos alrededor de este resultado esperado como objetivo común de nuestro movimiento?

¿No sería lógico que los medios para lograr tal fin sean la evolución de «miles de grupos de estudio”, «escuelas» que se reúnen en salas de estar de personas? El efecto faro de estas escuelas podría pensarse de dos maneras: cada grupo de estudio podría convertirse en un faro por sí solo o como luz de la coalición benigna de miles de grupos de estudio en un agregado a escala planetaria. ¡O quizá ambas maneras en dos niveles diferentes al mismo tiempo!

Lograr todo esto depende de la calidad y alcance de combinar mente y espíritu en un esfuerzo evolutivo. Un gran instructor al principio de la historia de El libro de Urantia señaló que esta revelación habla profundamente tanto a la mente como al espíritu, a diferencia de tantas filosofías y religiones. Nuestro movimiento de diseminación de sus enseñanzas debe estar centrado en Dios. Necesitamos ser humildes. No lo escribimos; fue escrito para nosotros. La quinta revelación de época está bajo la autoridad de Miguel de Nebadon. Por tanto, nuestra lealtad, amistad y respeto debe dirigirse primero hacia él y después de unos a otros.

Conclusión

El humilde acto de estudiar El libro de Urantia es una empresa noble. Es noble cuando hay un intento sincero e inteligente (animado por la fe viva) de alinearse con el Supremo como ciudadanos cósmicos, a medida que desarrolla el gran universo del tiempo y el espacio.

Aludo a la reciprocidad amorosa de la Supremacía, tal como la explica un Mensajero Poderoso:

En la era actual del universo, este doble movimiento se revela en las personalidades descendentes y ascendentes del gran universo. Las Personalidades Creadoras Supremas y todos sus asociados divinos reflejan el movimiento hacia el exterior y divergente del Supremo, mientras que los peregrinos ascendentes de los siete superuniversos indican la tendencia hacia el interior y convergente de la Supremacía.  [Documento 115:6.5, página 1265:6]

Además de todo esto, nos beneficiamos ahora mismo como hijos del Padre Universal (verdaderos hermanos y hermanas) que saborean en el tiempo la verdad, belleza y bondad de los significados eternos.

Por supuesto, tenemos que amar a nuestros semejantes como Jesús nos ama. Debemos esperar sensatamente que algún día, en el futuro, llegarán «miles de grupos de estudio» e incluso «escuelas», para designar a una fraternidad de hermanos y hermanas de renombre mundial, fusionada e inspirada por el espíritu divino y los ángeles. Los medios reales de éxito estarán en el atractivo de nuestra reputación creciente entre los individuos y entre la civilización misma (potencialmente), atraídos por las enseñanzas de luz y vida que iluminarán el intelecto y deleitarán al alma.

Charles Laurence Olivea

 

Las repercusiones del Aleluya

Neal Waldrop

En años recientes, los sitios web han mostrado vídeos virales donde aparecían los llamados «flash mobs». A menudo se veía a los miembros de un coro o una orquesta que se infiltraban subrepticiamente en el vestíbulo central de un gran establecimiento o centro comercial, y a continuación (para sorpresa y disfrute de los compradores allí reunidos, que simplemente se habían desplazado a su tienda favorita para comprar aparatos, chismes o cualquier otra cosa que les llamara la atención) de repente comenzaban a tocar al unísono. Varios de estos vídeos muestran la letra fragorosa y los acordes del coro del Aleluya del famoso oratorio El Mesías de George Frideric Handel, compuesto en 1741 pero interpretado por primera vez en 1742. Aunque las encuestas de opinión raramente consideran estos asuntos, es muy posible que el coro del Aleluya sea la obra coral más querida surgida del reino de la música clásica y que tenga un gran renombre popular, al menos en los lugares donde se habla inglés. Esta es la letra:

¡Aleluya! Dios era omnipotente y ya reina, Y el mundo en gloria
viene a hacer
el reino del Señor,
ya reina aqui
Cristo el Señor; Y reinara por siempre y siempre, Eterno rey; y al Señor, eterno rey.

En el documento 21 de El libro de Urantia, de título «Los Hijos Creadores Paradisíacos”, un Perfeccionador de la Sabiduría duplica la expresión  ‘Rey de Reyes y Señor de Señores’. Por otro lado, parece significativamente más probable que sea una referencia implícita al verso correspondiente de las escrituras cristianas (Apocalipsis 19:16) que una cita al coro del Aleluya. No obstante, deberíamos tener en cuenta que los matices implícitamente políticos de la expresión «el reino de Dios» dieron muchos problemas a los primeros cristianos, tal como señala la Comisión de Intermedios en el documento 170:

Cuando el apóstol Juan empezó a escribir la historia de la vida y las enseñanzas de Jesús, los primeros cristianos habían tenido tantos problemas con la idea del reino de Dios como generadora de persecuciones, que prácticamente habían abandonado la utilización de este término. Juan habla mucho sobre la «vida eterna». Jesús habló a menudo de esta idea como el «reino de la vida». También aludió con frecuencia al «reino de Dios dentro de vosotros». Una vez calificó esta experiencia de «comunión familiar con Dios Padre». Jesús intentó sustituir la palabra «reino» por otros muchos términos, pero siempre sin éxito. Utilizó entre otros: la familia de Dios, la voluntad del Padre, los amigos de Dios, la comunidad de los creyentes, la fraternidad de los hombres, el redil del Padre, los hijos de Dios, la comunidad de los fieles, el servicio del Padre, y los hijos liberados de Dios. [Documento 170:2.24, página 1861:6]

Cuando Handel compuso su oratorio, la palabra rey no estaba desprovista de ningún modo de significado político, y la palabra señor, aunque era considerablemente menos autoritaria de lo que había sido unos siglos antes, todavía retenía matices sustanciales asociados a la jerarquía social y a la clase dominante. Quizá sea más fácil de comprender si ilustramos la cuestión citando el título de una obra literaria que fue extensamente leída durante la segunda mitad del siglo XX y que, cuando se convirtió en fantasía cinematográfica, adquirió una popularidad extraordinaria durante los primeros años del siglo XXI: El señor de los anillos. Dicho lo cual, es razonable estipular que el coro del Aleluya del oratorio de Hendel sigue conmoviendo y emocionando, al menos a personas de formación cultural predominantemente cristiana. En última instancia, esta majestuosa obra coral de mediados del siglo XVIII se ha ganado su popularidad y su renombre claramente entre las personas de habla inglesa. Ahora bien, nos vemos obligados a dar una despedida reticente a los diferentes centros comerciales en los que los coros y las orquestas se ponen a interpretar su tema favorito, para poder trasladarnos a una sala de conciertos donde tener la oportunidad de escuchar «yo sé que mi redentor vive». Esta es la parte siguiente del oratorio de Hendel, que interpreta una soprano en espléndido aislamiento, preferiblemente una soprano coloratura que pueda realizar una serie de explosiones vocales de diferentes tipos que demuestren un talento extraordinario y un gran virtuosismo. En este debate, sin embargo, no tenemos esas ventajas; no podemos confiar en el ritmo, la melodía o la expresión lírica. Al contrario: debemos limitarnos a examinar las palabras que canta la soprano:

Yo sé que mi redentor vive, y que se alzará sobre el polvo: Aunque los gusanos destruyan mi cuerpo, mi alma verá a Dios. Porque ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos, como primer fruto de los que aún duermen.

Aquí tenemos inmediatamente un problema, pues Cristo Miguel de Nebadon, encarnado bajo la forma humana de Jesús de Nazaret, definitivamente no era un «redentor». Además, llamarlo «mi redentor» crea un matiz de exclusividad y posesión que no es atractivo ni placentero, como poco. Cuando continuamos examinando el texto, nos damos cuenta de que la palabra «vive» es o sumamente confusa o simplemente falsa, pues la expresión «Jesús de Nazaret» identifica ahora una parte integral e inseparable de la identidad espiritual completa de nuestro Hijo Creador soberano, Cristo Miguel de Nebadon, no un individuo separado que está actualmente activo y vivo en el reino espiritual. A pesar de la promesa de Miguel de regresar a Urantia, no es preciso afirmar que «se alzará sobre el polvo» (en referencia a los acontecimientos que los cristianos llaman el «Juicio Final»). La expresión «en mi alma veré a Dios» implica también un serio malentendido, que parece surgir de un error fundamental al interpretar una realidad espiritual: la resurrección de Jesús:

La creencia cristiana en la resurrección de Jesús se ha basado en el hecho de la «tumba vacía». En verdad es un hecho que la tumba estaba vacía, pero ésta no es la verdad de la resurrección. La tumba estaba realmente vacía cuando llegaron los primeros creyentes, y este hecho, unido al de la resurrección indudable del Maestro, les llevó a formular una creencia que no era cierta: la enseñanza de que el cuerpo material y mortal de Jesús había resucitado de la tumba. Puesto que la verdad está relacionada con las realidades espirituales y los valores eternos, no siempre se puede construir sobre una combinación de hechos aparentes. Aunque unos hechos individuales pueden ser materialmente ciertos, eso no significa que la asociación de un grupo de hechos deba conducir necesariamente a unas conclusiones espirituales verídicas. La tumba de José estaba vacía, no porque el cuerpo de Jesús había sido rehabilitado o resucitado, sino porque las huestes celestiales habían recibido el permiso solicitado para aplicarle una disolución especial y excepcional, una vuelta del «polvo al polvo», sin la intervención del paso del tiempo y sin el funcionamiento de los procesos ordinarios y visibles de la descomposición mortal y la corrupción material. Los restos mortales de Jesús sufrieron el mismo proceso natural de desintegración elemental que caracteriza a todos los cuerpos humanos en la Tierra, excepto que, en lo que se refiere al tiempo, este modo natural de disolución fue enormemente acelerado, apresurado hasta tal punto que se volvió casi instantáneo. Las verdaderas pruebas de la resurrección de Miguel son de naturaleza espiritual, aunque esta enseñanza esté corroborada por el testimonio de numerosos mortales del reino que se encontraron con el Maestro morontial resucitado, lo reconocieron y conversaron con él. Jesús formó parte de la experiencia personal de casi mil seres humanos, antes de despedirse finalmente de Urantia. [Documento 189:2.6-9, páginas 2023:5-6, 2024:1-2]

Volvamos a la primera línea de la soprano, «yo sé que mi redentor vive». Ya hemos demostrado que «mi redentor» y «vive» no se pueden justificar, lo que deja solo las tres primeras palabras, «yo sé que». Para el caso, las palabras «sé que» deben borrarse también, pues es imposible saber algo que es falso. Por lo tanto, debemos anotar la afirmación como sigue: Yo sé que mi redentor vive. En efecto, esta anotación interpreta también las siete líneas de la soprano, pues hemos encontrado un punto de vista que parece totalmente egoísta. Estas siete líneas se centran de manera abrumadora en proclamar y celebrar el estatus supuestamente privilegiado de un creyente; no ofrecen ni rastro del deseo de servir a otros seres humanos o de participar en esfuerzos conjuntos dirigidos a ayudar a mejorar y actualizar la sociedad. Por lo tanto, bajo mi punto de vista, nos enfrentamos implícitamente a un egoísmo que es intrínseco e intenso. Además, este egoísmo resulta ser una repercusión del Aleluya. Lamento que sea así, y lamento también estar obligado a traer a su atención esta desagradable realidad. Por otro lado, no debemos descuidar otras implicaciones cruciales de estas siete líneas cantadas por una soprano virtuosa. El propósito de esta parte de nuestro discurso no es solo entregarnos a observaciones bastante ácidas, llenas de un artefacto cultural intrigante que hemos heredado del siglo XVIII, sino también, implícitamente, centrarnos en las intensas ansiedades sobre la salvación (supervivencia) que el cristianismo institucional estimula y fomenta casi invariablemente. Estos miedos son endémicos y están por todas partes, pues podemos seguir su rastro de Pablo a Agustín, de Agustín a Lutero y Calvino, y desde su era, hace casi cinco siglos, directamente a la nuestra. La verdad subyacente es que muchos creyentes tradicionales que viven en el nuevo milenio siguen preocupados, enredados y quizá incluso intensamente temerosos debido a las enseñanzas características del cristianismo acerca del infierno y la condenación. En efecto, estos miedos equivalen a las desafortunadas debilidades psicológicas que inspiraron a Charles Jennens, el escriba de Handel, a identificar y compilar estos versos, que llevaron a George Frideric Handel a componer la partitura que permite a una soprano cantarlas y que han evocado el virtuosismo de este solo en cada generación desde entonces. Sin lugar a dudas, es totalmente apropiado que empaticemos con todo ser humano mencionado en el párrafo anterior, ya sea directa o indirectamente, pero la cuestión mucho más importante es que los reveladores nos han legado un relato mucho más estimulante de la transición que lleva a la vida ascendente:

La supervivencia eterna de la personalidad depende enteramente de la elección de la mente mortal, cuyas decisiones determinan el potencial de supervivencia del alma inmortal. Cuando la mente cree en Dios y el alma conoce a Dios, cuando con el Ajustador que estimula todos desean a Dios, entonces la supervivencia está asegurada. Las limitaciones del intelecto, las restricciones de la educación, la privación de cultura, el empobrecimiento de la posición social e incluso unos criterios morales humanos inferiores ocasionados por la falta desafortunada de ventajas educativas, culturales y sociales, no pueden invalidar la presencia del espíritu divino en esos individuos desafortunados y humanamente perjudicados, pero creyentes. La presencia interior del Monitor de Misterio constituye el comienzo, y asegura la posibilidad, del potencial de crecimiento y de supervivencia del alma inmortal. [Documento 5:5.13, página 69:8] El Ajustador del Pensamiento sólo os recordará y enumerará aquellos recuerdos y experiencias que forman parte de, y son esenciales para, vuestra carrera universal. Si el Ajustador ha participado como asociado en la evolución de alguna cosa en la mente humana, estas experiencias valiosas sobrevivirán en la conciencia eterna del Ajustador. Pero una gran parte de vuestra vida pasada y de sus recuerdos, que no tienen un significado espiritual ni un valor morontial, perecerán con el cerebro material; muchas experiencias materiales desaparecerán como antiguos andamiajes que os sirvieron de puente para pasar al nivel morontial, pero que ya no tienen utilidad en el universo. Pero la personalidad y las relaciones entre personalidades nunca son andamiajes; la memoria mortal de las relaciones entre personalidades tiene un valor cósmico y sobrevivirá. En los mundos de las mansiones conoceréis y seréis conocidos, y aún más, recordaréis a, y seréis recordados por, vuestros antiguos asociados en la corta pero misteriosa vida en Urantia. [Documento 112:5.22, página 1235:4]

Antes que centrarse en las enseñanzas positivas e inspiradoras que se parecen a las que los reveladores han compartido con nosotros, los primeros cristianos parecen haber mantenido y desarrollado ideas sobre castigos potenciales en el más allá, que heredaron de la tradición judía. La comisión de intermedios nos dice que, cuando Pedro narró una historia de la hermandad nazarena que Juan Bautista había repetido cuando predicaba en público (una parábola relacionada con un hombre rico llamado Epulón y un mendigo llamado Lázaro), Pedro iniciaba esta narración declarando: “esta antigua parábola no está de acuerdo al evangelio que predicamos”. La aclaración de Pedro, sin embargo, no aparece en el Nuevo Testamento (Lucas 16:19-31). Al contrario, los versos inmediatamente anteriores del capítulo 16 del Evangelio según Lucas consisten en afirmaciones hechas por Jesús. Por lo tanto, el contexto implica que Jesús contó la historia de Epulón y Lázaro y que estaba de acuerdo con las ideas que contenía, incluyendo la afirmación de que Epulón sufrió tormento en el infierno. Como resultado, esta referencia a un castigo potencial en el más allá se adscribió a Jesús y se convirtió en parte integral de las enseñanzas cristianas.  Como contraste, están los comentarios de la comisión de intermedios que aparecen en el documento 188, «El periodo en la tumba»:

Todo este concepto de la expiación y de la salvación a través del sacrificio está arraigado y apoyado en el egoísmo. Jesús enseñó que el servicio al prójimo es el concepto más elevado de la fraternidad de los creyentes en el espíritu. La salvación deben darla por sentada aquellos que creen en la paternidad de Dios. La preocupación principal del creyente no debería ser el deseo egoísta de la salvación personal, sino más bien el impulso desinteresado de amar a los semejantes, y por tanto de servirlos tal como Jesús amó y sirvió a los hombres mortales. Los creyentes auténticos tampoco se inquietan mucho por el castigo futuro de los pecados. El verdadero creyente sólo se preocupa por su separación actual de Dios. Es verdad que los padres sabios pueden castigar a sus hijos, pero hacen todo esto con amor y con un propósito correctivo. No disciplinan llenos de indignación, ni tampoco castigan como represalia.. [Documento 188:4.9-10, página 2017:4-5]

Por implicación, el pasaje citado anteriormente confirma y refuerza nuestro análisis previo del solo de soprano, «Yo sé que mi redentor vive».  Regresemos, no obstante, a la parábola de Epulón y Lázaro, la historia que Pedro narró cuando citaba a Juan Bautista. Puesto que la comisión de intermedios afirma que se pedía frecuentemente a Jesús que comentara esta parábola pero se negaba a hacerlo, es natural que nos preguntemos por qué se negaba. Quizá comprendamos mejor los motivos de Jesús para permanecer callado si revisamos su respuesta a una pregunta que le hizo el apóstol Simón bajo circunstancias totalmente diferentes, cuando Jesús y los apóstoles acababan de comenzar su obra pública y estaban predicando en Amatus. Al parecer, Simón estaba intentando interesar a un persa llamado Tejerma, pero había hecho pocos progresos.

Cuando Simón Celotes y Jesús se quedaron solos, Simón le preguntó al Maestro: «¿Por qué no he podido persuadirlo? ¿Por qué se ha resistido tanto conmigo y te ha escuchado tan rápidamente?» Jesús respondió: «Simón, Simón, ¿cuántas veces te he enseñado que dejes de esforzarte por extraer algo del corazón de los que buscan la salvación? ¿Cuántas veces te he dicho que trabajes solamente para introducir algo dentro de esas almas hambrientas? Conduce a los hombres hasta el reino, y las grandes verdades vivientes del reino pronto expulsarán todo error grave.” [Documento 141:6.2, página 1592:4] (negrita añadida)

En efecto, el espíritu de esta respuesta a Simón se parece mucho a los métodos a los que Jesús había recurrido durante sus conversaciones con los instructores religiosos que conoció en Roma, muchos años antes de lanzarse a su ministerio público en Palestina:

Durante su estancia en Roma, Jesús aprendió muchas cosas sobre los hombres, pero la más valiosa de todas las múltiples experiencias de sus seis meses de permanencia en esta ciudad fue su contacto con los dirigentes religiosos de la capital del imperio… He aquí el método que utilizó para instruirlos: ni una sola vez atacó sus errores ni tampoco mencionó nunca los defectos de sus enseñanzas. En cada caso seleccionaba la verdad que había en lo que enseñaban, y luego procedía a embellecer e iluminar esta verdad en sus mentes de tal manera que en muy poco tiempo este realzamiento de la verdad desplazaba eficazmente el error que la acompañaba; así es como estos hombres y mujeres enseñados por Jesús fueron preparados para reconocer posteriormente verdades adicionales y similares en las enseñanzas de los primeros misioneros cristianos. Esta pronta aceptación de las enseñanzas de los predicadores del evangelio fue lo que dio un impulso tan poderoso a la rápida difusión del cristianismo en Roma, y desde allí, a todo el imperio.. [Documento 132:0.4, página 1455:4] (negrita añadida)

Ahora que los reveladores han realzado enormemente la verdad disponible para la humanidad en lo que respecta al plan de repersonalización de los mortales que los gobiernos de Orvonton y Nebadon patrocinan e implementan, podemos esperar que esta verdad desplace la aprensión y el miedo acumulados que el cristianismo ha estimulado y fomentado durante casi dos mil años. El terror personal resultante fue intensificado y exacerbado por hitos culturales tales como el Infierno de Dante  (un poema épico que consta de unos cinco mil versos, una tercera parte del ciclo sumamente complejo de La divina comedia, que Dante terminó en 1321) y el fresco de la intensamente aterradora era del Renacimiento en el que Miguel Ángel pasó más de seis años pintando en la Capilla Sixtina de Roma (1534-1541). El fresco describe, con la mayor de sus habilidades, su imaginación y su comprensión, los aspectos esenciales de las atractivas enseñanzas del cristianismo respecto al Juicio Final.

Neal Waldrop

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