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Journal – noviembre 2022

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En este número

Editorial – noviembre 2022

Mark Blackham

Mark Blackham Bienvenidos a la edición de noviembre de 2022 del Journal de la Asociación Urantia, una publicación dedicada a los pensamientos, observaciones y experiencias de los estudiantes de El libro de Urantia de todo el mundo. Nuestros colaboradores exploran una amplia gama de temas, que incluyen historias personales de descubrimiento espiritual, encuentran nuevos significados y valores y mejoran la percepción espiritual. Otros escriben sobre cosmología, ciencia y formas de mejorar la civilización mundial. A lo largo de todos estos artículos, vemos una extraordinaria diversidad de pensamiento unida a una animada unidad de propósito.  

Nuestro primer artículo, Nuestro Dios Madre desaparecido: monoteísmo a costa del trinitarismo, de Elisabeth Callahan, es un ensayo perspicaz y novedoso centrado en el concepto de Dios como Madre. Elisabeth ha impartido varias clases y foros en el Urantia University Institute sobre la naturaleza del Espíritu Madre del universo local, así como sobre las características maternales del Hijo Eterno y de Dios Supremo. En este ensayo, defiende que enfocarse constantemente en un monoteísmo dominado por los hombres en las religiones del mundo resta importancia a la verdad superior inherente a la naturaleza del trinitarismo y, en el proceso, ha devaluado la función creativa materna..

Señala que El libro de Urantia, aunque sigue la tradición del lenguaje centrado en el hombre, también proporciona detalles significativos sobre la naturaleza y las características de la Hija Creativa y su presencia personalizada como Espíritu Santo, así como el funcionamiento de sus numerosas agencias en todo el gran universo.

Elisabeth considera que el énfasis en el concepto Padre-Hijo de Dios tiende a pasar por alto las características únicas de nuestra Madre Divina y, por tanto, ignora la realidad superior de un «Dios de tres personas en una», un concepto que encarna una familia divina de Padre, Madre e Hijo, todos ellos iguales y uno con el otro. Sugiere que esto no solo tiene un impacto social en el valor relativo de hombres y mujeres en la sociedad, sino que también afecta al tenor de nuestra cultura e instituciones, así como a la conciencia de nuestro entorno, incluso nuestro entorno espiritual.

«Creo que es justo sugerir que ese desequilibrio en nuestra comprensión de Dios afecta negativamente al desarrollo cultural y al progreso de la civilización hacia la luz y la vida en la medida en que no se logra el correcto funcionamiento integrado del amor y la ley en la sociedad.»

El segundo artículo, Mi relación con Dios: mi madre y mi padre, de Kurt Cira, es un relato de sus experiencias espirituales personales y de lo mucho que han cambiado sus conceptos sobre la naturaleza divina de Dios desde que tomó El libro de Urantia hace cincuenta años. En particular, habla de que comprende mejor que Dios es tanto Madre como Padre y de cómo estas dos naturalezas divinas «están perfectamente diseñadas para complementarse y completarse mutuamente». Kurt subraya la importancia de aprender sobre el modelo de cooperación y coordinación entre el Hijo Creador y la Hija Creativa para mejorar la manera en que lo masculino y lo femenino pueden trabajar juntos.

Utiliza la analogía de una ROPE o cuerda en inglés (siglas de Religion of Personal Experience, religión de la experiencia personal) para explicar sus dos diferentes enfoques de Dios: uno es su relación con Dios Padre y el otro su relación con la Madre Divina. Cada relación tiene un sabor único, una función única y una influencia única en su vida espiritual. Y al trabajar en armonía con ambas, sugiere que podemos alcanzar «una mezcla completa y equilibrada de las mejores características de cada género».

Las sinceras descripciones de Kurt sobre sus experiencias religiosas personales deberían animarnos a todos a hacer lo mismo que él, es decir: «desarrollar una relación más profunda con Dios mediante el desarrollo de prácticas espirituales diarias».

Nuestro tercer artículo, Los círculos psíquicos y la vida morontial, de André Desjardins, es una incursión fascinante en los significados de los siete círculos psíquicos de progresión humana. André sugiere que, al alcanzar estos círculos sucesivos de logro, nos acercamos cada vez más a una verdadera existencia morontial en la vida terrenal.

Un rasgo muy original del ensayo de André es que no solo desentierra las cualidades y características que definen los círculos séptimo, tercero y primero, tal como los define El libro de Urantia, sino que también teoriza sobre la naturaleza de los círculos restantes.    

Profundizando en el tema, André también propone cuatro segmentos o agrupaciones de círculos psíquicos, cada uno definido por una etapa particular de crecimiento evolutivo y progresión en la morontia. Para todos los que se preguntan qué se necesita para avanzar en los círculos, esta es una lectura obligada.

El cuarto artículo, La palabra, la lengua, el diccionario, de Peter Walker, se publicó anteriormente en el sitio web southeasturantia.com y agradecemos a Peter que nos permita volver a publicarlo aquí.

El ensayo de Peter es una consecuencia de su búsqueda de los orígenes de los Documentos Urantia. En particular, es una búsqueda etimológica del significado de Urantia. En su búsqueda no deja ninguna piedra sin remover, lo que le lleva a descubrir una interpretación hermosa y espiritual.

Peter también nos lleva a un breve viaje a través de la transformación de los idiomas y sugiere que, después de 85 años, algunos de los significados originales de las palabras de El libro de Urantia han cambiado y seguirán cambiando en los próximos años. Para remediar la posibilidad de una futura lectura errónea del texto, cita la necesidad de tener diccionarios de principios del siglo XX fácilmente disponibles para los estudiantes de El libro de Urantia.

Nuestro Dios Madre desaparecido: monoteísmo a costa del trinitarismo

Elisabeth Callahan (EE. UU.)

mother god gaia A finales de la década de 1980, mientras cursaba un programa de posgrado en psicología transpersonal, asistí a una clase de Espiritualidad de la Creación con Matthew Fox, antiguo sacerdote dominico, teólogo y autor de 37 libros, entre ellos Creation Spirituality: Liberating Gifts for the Peoples of the Earth (Espiritualidad de la Creación: dones liberadores para los pueblos de la Tierra). Esta fue mi primera incursión significativa en la idea de que Dios tiene una función creativa omnipresente, vivificante y maternal.

En aquel tiempo, desde el punto de vista del magisterio de la Iglesia católica romana, la perspectiva de Fox rozaba la herejía. Fue expulsado del sacerdocio dominicano pero más tarde, en 1994, fue recibido como sacerdote en la Iglesia Episcopal por el obispo William Swing.

Sin embargo, el concepto de espiritualidad de la creación se plantó en mi mente como algo que merecía la pena reflexionar. La espiritualidad de la creación postula que Dios está en todas las cosas (panenteísmo), que la divinidad impregna todas las cosas y que todas las cosas llevan el plano energético de la divinidad. Esto no quiere decir que Dios sea todas las cosas, que es una afirmación panteísta, aunque sí es cierto que sin Dios o una Causa Primordial, nada existiría.

Hay una resonancia de este atributo de la omnipresencia de Dios en la revelación de Urantia, donde leemos que «El Espíritu Infinito permea todo el espacio y mora en el interior del círculo de la eternidad» [34:3.2]. Lo mismo ocurre con las Hijas Creativas del Espíritu Madre Infinito a nivel del universo local. Consideren la afirmación de que «la Ministra Divina de Salvington está por todas partes en Nebadon» [45:1.8].

Cuando la Hija Creativa comienza el asombroso acto de creación conjunta con el Hijo Creador, aprendemos que de la vasta fuente de energía de su ser «proceden las corrientes establecidas y los circuitos ordenados de poder de espíritu e influencia espiritual destinados a permear todos los mundos y a todos los seres de ese universo local» [34:1.2]. De este pasaje y de otras referencias a lo largo de la revelación Urantia podemos extraer la imagen de una omnipresencia espiritual envolvente que impregna todo el espacio, todos los mundos arquitectónicos y evolutivos, y todos los seres del universo del Espíritu Madre con diversas corrientes de energía espiritual-mental y canales discretos de su presencia personal que le proporcionan los medios para conectarse y comunicarse con todos los habitantes de su universo.    

Estos poderes y atributos manifiestos nos ayudan a comprender mejor la naturaleza de esta gran Hija Creativa del Espíritu Infinito y su función omnipresente como Madre divina de todas sus criaturas, fuente de vida, mente y poder espiritual en el universo. Ella es totalmente diferente en su naturaleza omnipresente y en muchas otras funciones del Hijo Creador, Padre de nuestro universo local e Hijo único y original del Padre Universal e Hijo Madre Eterno.

El Hijo Creador es un ser divino que, a diferencia de la Hija Creativa (su eterna compañera cocreadora y cogobernante) no tiene ninguna de las limitaciones del tiempo en el gran universo, pero solo puede estar en un lugar discreto a la vez, a diferencia de la Madre Divina que está en todas partes dentro de los límites de su universo local.

hindu goddess La mayoría de las religiones del mundo pasan por alto y subestiman a la Madre divina, excepto el hinduismo, que venera a la Gran Diosa Madre Devi, que encarna todos los aspectos de la feminidad y la maternidad. Devi es tan poderosa como los principales dioses masculinos de la Trinidad hindú: Visnú y Shiva. Aunque es suave, cariñosa y alimentadora en su función maternal, en ocasiones también es feroz en el ejercicio de su impresionante poder cósmico para crear y destruir mundos.

Nuestra Madre divina – DEC (Desaparecida en Combate)

Aunque ya conocía al Espíritu Madre del Universo de El libro de Urantia, tendía a pasar por alto su presencia en todas partes y en la mente, y sus impresionantes poderes creativos, como quizá hayan hecho muchos otros lectores del libro. De hecho, me parece que el concepto de Dios Padre eclipsa el concepto de Dios Madre en El libro de Urantia hasta tal punto que casi borra el aspecto maternal de Dios, algo parecido al brumoso brillo de la luna perdido en la brillante luz del sol.

Como crecí en la cultura patriarcal occidental del judeocristianismo, la imagen antropomórfica de Dios que se me presentaba era completamente masculina en términos de un Dios Padre del Antiguo Testamento y del Hijo de Dios del Nuevo Testamento. ¿Por qué no me cuestioné antes la ausencia de la madre en la familia divina de la Trinidad del Paraíso? ¿Es la cultura religiosa tan omnipresente que, como un pez en el agua que no cuestiona el agua que le rodea, no notamos ni cuestionamos la ausencia de la función materna en la representación simbólica de la Trinidad?

trinity with dove

El meme de arriba ha circulado por Internet. ¿Qué le pasa a esta imagen?

Lo primero que se me ocurre es que el Espíritu Infinito es una persona. Necesitamos un símbolo mejor y más revelador de la verdad del Espíritu Infinito y del Espíritu Madre Creativo para el nuevo milenio y más allá, porque la antigua simbología cristiana se rechaza cada vez más. El símbolo de un pájaro no es adecuado, principalmente porque carece de personalidad-omnipresencia espiritual personal. 

El Espíritu Infinito es tan complemento del Hijo Eterno como el Hijo es complemento del Padre Universal. El Hijo Eterno es una personalización espiritualizada del Padre; el Espíritu Infinito es una espiritualización personalizada del Hijo Eterno y el Padre Universal. [Documento 9:2.2, página 100.4, negrita añadida]

Los que estudian la divinidad en la revelación de Urantia saben que el Padre Universal no está solo en la infinitud y que nunca ha actuado solo en los ciclos de la eternidad, a pesar de la verdad absoluta de que es la Primera Fuente y el Centro de todo lo que es. Los otros dos Absolutos siempre están copresentes existencial y eternamente: la Madre Eterna Hijo y el Espíritu Infinito, el Actor Conjunto de la Trinidad. Esta es la relación familiar original del Paraíso. Las Tres Personas, en la unidad indivisa de la Trinidad del Paraíso, parecen ser necesarias para la creación, la diversidad, la variabilidad y el mantenimiento del gran universo en la presente edad del Supremo.

Al tiempo que la razón exige una unidad monoteísta de la realidad cósmica, la experiencia finita requiere el postulado de los Absolutos plurales y de su coordinación en las relaciones cósmicas. Sin existencias de igual rango no hay posibilidad de que aparezca la diversidad de las relaciones absolutas, no hay ninguna oportunidad de que actúen los diferenciadores, los variables, los modificadores, los atenuadores, los limitadores ni los reductores. [Documento 104:3.4, página 1146.6]

Entonces, ¿dónde está el aspecto materno de Dios en las culturas religiosas de nuestro mundo evolutivo, especialmente en las tradiciones judeocristianas e islámicas?

¿Qué sucedió para detener el desarrollo del verdadero concepto de la Trinidad en el mundo occidental, la realidad de un Dios de tres personas en una que muestra una familia divina de Padre, Madre e Hijo que son iguales y uno con el otro?

Hay numerosas descripciones de las Tres Personas de la Trinidad del Paraíso y su relación familiar en la revelación de Urantia:

En lo concerniente a la identidad, la naturaleza y otros atributos de la personalidad, el Hijo Eterno es el equivalente pleno, el complemento perfecto y el homólogo eterno del Padre Universal. En el mismo sentido que Dios es el Padre Universal, el Hijo es la Madre Universal. Y todos nosotros, altos y bajos, constituimos su familia universal. [Documento 6:8.1, página 79.4]

El primer acto del Espíritu Infinito es inspeccionar y reconocer a sus padres divinos, el Padre-Padre y el Hijo-Madre. Él, el Espíritu, identifica plenamente a ambos. Tiene pleno conocimiento de sus personalidades separadas y de sus atributos infinitos así como de su naturaleza conjunta y de su funcionamiento unido. [Documento 8:1.2, página 90.6]

El Espíritu Infinito es una personalidad completa y perfecta, el igual divino y del mismo rango del Padre Universal y el Hijo Eterno. [Documento 8:6.2, página 96.4]

El Hijo y el Espíritu presiden ahora el universo de forma muy parecida a como un padre y una madre velan y atienden a su familia de hijos e hijas. [Documento 33:3.7, página 369.2]

Volviendo a la idea de nuestra Madre Divina desaparecida, ¿cuáles podrían ser las consecuencias a nivel sociológico de nuestro empobrecido pensamiento espiritual sobre Dios Padre y Dios Madre, funciones de la Trinidad existencial, su modelo de familia divina, así como nuestros Padres divinos del universo local, en el desarrollo de la cultura religiosa y la civilización en nuestro mundo evolutivo? ¿Y cuál podría ser el impacto posterior de esta visión deficiente y desequilibrada de la Deidad en los roles y el valor relativo de hombres y mujeres en la sociedad y su estatus desigual en muchas culturas del mundo?

Creo que estas son preguntas que deberíamos plantear como estudiantes de la revelación de Urantia, que tiene como uno de sus principales propósitos la mejora de las religiones evolutivas, el pensamiento espiritual y la civilización planetaria. Aunque no podemos abordar estas cuestiones adecuadamente en el ámbito de este artículo, creo que nos corresponde a nosotros como pensadores religiosos (hombres y mujeres por igual) abordar esta intersección vital de la revelación y la evolución y contribuir con conceptos divinos más elevados al mayor despertar espiritual de la humanidad.

El estudio de la religión humana es el examen de los estratos sociales portadores de fósiles de edades pasadas. Los usos y costumbres de los dioses antropomórficos son un fiel reflejo de la moral de los hombres que concibieron por primera vez esas deidades. Las religiones antiguas y la mitología retratan fielmente las creencias y tradiciones de pueblos perdidos desde hace mucho en la oscuridad. Esas prácticas cultuales de antaño conviven con costumbres económicas y progresos sociales más recientes y, como es lógico, destacan por su incongruencia. Los vestigios de los cultos ofrecen un cuadro auténtico de las religiones raciales del pasado. Recordad siempre que los cultos se establecen no para descubrir la verdad sino más bien para promulgar sus credos. [Documento 92:3.1, página 1005.3]

El hombre moderno es suficientemente autoconsciente de la religión, pero sus hábitos de adoración han quedado confundidos y desacreditados por su acelerada metamorfosis social y sus desarrollos científicos sin precedentes. Los hombres y mujeres pensantes quieren una redefinición de la religión, y esta exigencia obligará a la religión a revaluarse a sí misma. [Documento 92:7.13, página 1013.8, negrita añadida]

El hombre moderno se enfrenta a la tarea de hacer en una generación más reajustes de los valores humanos de los que se han hecho en dos mil años. Y todo ello influye en la actitud social hacia la religión, pues la religión es una manera de vivir además de un método de pensamiento. [Documento 92:7.14, página 1013.9]

Este artículo es un intento de plantear cuestiones sobre la relación de conceptos y símbolos teológicos confusos y anticuados con el desarrollo de la cultura y la civilización religiosas. Y es un esfuerzo por introducir conceptos espirituales más elevados y promover el intercambio de ideas y valores en los debates entre pensadores de los campos de la religión revelada, la filosofía, la psicología social y la antropología sociocultural, incluida la antropología de la religión.

Los conceptos y valores religiosos son inseparables de la cultura social, han conformado el desarrollo de la sociedad y la cultura desde los primeros seres humanos. La forma en que pensamos en Dios, en el sentido de la existencia, en lo que hay más allá de la muerte y en el valor que asignamos a las personas y a toda la vida, influye de forma profunda y absoluta en la evolución de nuestras costumbres, tabúes y leyes: las normas sociales que rigen las creencias, el comportamiento y las interacciones con los demás.

El progreso de la civilización mundial hacia la luz y vida depende en gran medida de los significados y valores espirituales más elevados de la religión revelada, y la revelación de Urantia es el último de estos marcos divinos para ayudar a las culturas mundiales a evolucionar espiritual, social e intelectualmente.

Sí, tenemos un Dios Madre creativo, pero está sumergido en muchas culturas del mundo

mother god Volviendo a mi clase sobre la espiritualidad de la creación, Matthew Fox expuso una idea que se grabó en mi mente y que ha agitado mi pensamiento desde entonces. Dijo unas palabras que decían: «Si quisiera crear un mundo que estuviera condenado a la extinción final, crearía un mundo con solo un Dios Padre y ningún Dios Madre».

Aunque el concepto de la Santísima Trinidad estaba grabado en mi alma cuando era niña, ignoraba el carácter maternal de Dios. De repente, vi la religión católica romana en la que me había criado bajo una luz totalmente nueva. Le faltaba el Dios-Madre y ese vacío era tan evidente (y revelaba una necesidad tan grande de un Dios-Madre) que miles de millones de católicos a lo largo de los siglos prácticamente habían deificado a María, la madre humana de Jesús, para llenar el espacio que faltaba.

Pero María era, después de todo, solo humana, no una Persona de la Trinidad del Paraíso. Sin embargo, durante los últimos dos mil años, innumerables millones de personas le han mostrado la reverencia, el amor y la casi adoración que normalmente se reservan para el Dios Padre del Paraíso. ¿Por qué?

Una respuesta a esta pregunta podría ser la existencia de una necesidad profunda y antigua en la psique humana (incorporada allí tanto por las revelaciones epocales anteriores de la Trinidad del Paraíso a la humanidad como por el espíritu-mente adjutor de adoración y el Espíritu Santo que han actuado durante un millón de años en nuestra evolución humana progresiva) de una representación femenina de Dios como Madre para equilibrar y complementar a un Dios Padre todopoderoso.

mother goddesses Así lo demuestran las numerosas personificaciones femeninas de la Deidad que se encuentran en las religiones animistas y en los artefactos de las sociedades antiguas, así como en las principales religiones de Asia. Algunas de las diosas más conocidas son Gaia, Isis, Hécate, Rea, Thiên Y A Na, Devi, Parvati, Durga, Kali, Saraswati, Lakshmi, Tara y Kwan Yin.

De hecho, tenemos un Dios Madre no reconocido que es totalmente personal y está mentalmente presente en nuestro cuerpo a través de los espíritus-mente adjutores y del Espíritu Santo. Ella está en nosotros y a nuestro alrededor en su presencia omnipresente. Nuestro ser está impregnado de la mente y la energía vital de la Madre, y ella nos ministra a través de sus innumerables espíritus hijos, nuestras guardianas seráficas.

De hecho, igual que los peces que no son conscientes del agua porque están tan metidos en ella que ni siquiera la reconocen ni la cuestionan, también nosotros existimos sin ser conscientes de la mente omnipresente y los campos de energía del Espíritu Madre Creativo. Pero con la educación, las técnicas y el estímulo adecuados para mejorar nuestra percepción espiritual, podríamos ser capaces de desarrollar la capacidad de ser conscientes y sintonizar con las influencias espirituales trinitarias en nosotros y a nuestro alrededor, incluyendo la presencia espiritual personalizada del Espíritu Santo.

De nuevo, El libro de Urantia nos proporciona detalles significativos sobre la presencia espiritual omnipresente del Espíritu Infinito, las Hijas Creativas del Espíritu Infinito y nuestro contacto con su presencia personalizada. ¿No se nos dice que la cualidad fundamental de la personalidad es su capacidad de reconocer siempre a otras personalidades y hacer contacto con ellas? 

En sus prerrogativas personales, un Espíritu Creativo… está presente de manera uniforme y difusa en todo su universo local y, por lo tanto, está tan literal y personalmente presente en un mundo como en cualquier otro. [Documento 34:3.3, página 376.6, negrita añadida]

Esta presencia personalizada del Espíritu Infinito, el Espíritu Madre Creativo del universo local, es conocida en Satania como la Ministra Divina. A todos los efectos prácticos y para todos los propósitos espirituales, esta manifestación de la Deidad es un individuo divino, una persona de espíritu. [Documento 34:1.4, página 375.3, negrita añadida]

Hay numerosos pasajes en El libro de Urantia que nos informan de las formas en que estamos conectados con Dios e incluyen la línea directa del Espíritu Madre con los seres personales a través de su Espíritu Santo, como en el siguiente pasaje:

La presencia del espíritu universal del Hijo Eterno la conocemos, podemos reconocerla de manera inconfundible. La presencia del Espíritu Infinito, la Tercera Persona de la Deidad, incluso el hombre mortal la puede conocer, pues las criaturas materiales pueden experimentar de hecho la beneficencia de esta influencia divina que actúa como el otorgamiento del Espíritu Santo a las razas de la humanidad en los universos locales. [Documento 9:2.5, página 100.7, negrita añadida]

Revelaciones de época del concepto de Trinidad

trinity symbol Al buscar en El libro de Urantia a lo largo de los años pistas sobre nuestra Madre Divina desaparecida, encontré al menos parte de la respuesta a su desaparición (o sumersión, según el caso) en el documento 104, «El crecimiento del concepto de trinidad». Incluso los estudiantes veteranos de El libro de Urantia pueden haber pasado por alto el hecho de que la revelación de la Trinidad del Paraíso (el Padre Universal, el Hijo Madre Eterno y el Espíritu Infinito) fue hecha por el equipo del Príncipe a las gentes de Urantia hace medio millón de años. Lamentablemente se desvaneció en la oscuridad que se apoderó de nuestro mundo después de la rebelión planetaria hace unos 200 000 años [104:1.1]. 

El concepto de trinidad fue posteriormente revivido y enseñado por Adán y Eva hace unos 38 000 años en el primer y segundo jardín [104:1.2]. Sin embargo, con el incumplimiento de la misión adánica y el paso de muchos milenios, el concepto de un Dios «Tres en Uno» se había desvanecido para cuando Maquiventa Melquisedec apareció en el escenario mundial hace unos 4 000 años, aunque no se borró del todo gracias a las enseñanzas del sacerdocio setita [104:1.5].

La misión principal de Maquiventa Melquisedec era evitar la extinción de la verdad revelada sobre Dios, que incluía el concepto de trinidad, y revivir el concepto de un solo Dios sobre todos los dioses, preparando así las mentes de la humanidad para que fueran más receptivas a la inminente misión de otorgamiento humano del Hijo Creador en nuestro mundo. Maquiventa logró este objetivo supremo desarrollando una escuela de misioneros que fueron hasta los confines de la tierra con su mensaje de El Elyón, el Altísimo, y el concepto de trinidad colocado allí para los que pudieran recibirlo.

Es fascinante observar que los misioneros de Salem encontraron una receptividad mucho mayor para el concepto de trinidad en la mente cultural de los pueblos de la India y China que en Occidente.

male god
A través de las actividades de los misioneros de Salem, las enseñanzas de Melquisedec sobre la Trinidad se difundieron gradualmente por gran parte de Eurasia y el norte de África.

Entre los hindúes el concepto trinitario arraigó como Ser, Inteligencia y Alegría. (Una concepción india posterior fue la de Brahma, Siva y Visnú.) Aunque las primeras descripciones de la Trinidad fueron llevadas a la India por los sacerdotes setitas, las ideas posteriores de la Trinidad fueron importadas por los misioneros de Salem y desarrolladas por pensadores nativos de la India a base de combinar estas doctrinas con las concepciones evolutivas de tríada.

La fe budista desarrolló dos doctrinas de naturaleza trinitaria. La primera, presentada por Gautama Siddharta, fue Maestro, Ley y Hermandad. La idea posterior, desarrollada por la rama norte de los seguidores de Buda, englobaba al Señor Supremo, al Espíritu Santo y al Salvador Encarnado. [Documento 104:1.4-6, páginas 1144.1-3]

Mientras que el concepto trinitario arraigó en el hinduismo y el budismo, no logró arraigar entre los hebreos y los pueblos del Próximo Oriente, que se aferraron tenazmente y con celo a un Dios Padre monoteísta en detrimento del concepto trinitario de Dios. El autor del documento 104 también afirma que los seguidores de Mahoma tuvieron más tarde la misma dificultad intelectual que los hebreos para tolerar a un Dios trinitario, pues no podían conciliarlo con el monoteísmo, la doctrina de un solo Dios. A ellos también les resultaba difícil separar el concepto de trinitarismo del politeísmo [104:1.9]. 

Pero a Maquiventa le costaba mucho instruir a los beduinos palestinos sobre el Padre Universal, el Hijo Eterno y el Espíritu Infinito. La mayoría de sus discípulos pensaban que la Trinidad consistía en los tres Altísimos de Norlatiadek… [Documento 104:1.3, página 1143.6]

Los hebreos tenían conocimiento de la Trinidad por las tradiciones kenitas de los días de Melquisedec, pero su celo monoteísta por Yahvé, el Dios único, había eclipsado de tal manera todas esas enseñanzas que en tiempos de Jesús la doctrina de los Elohim había sido prácticamente erradicada de la teología judía.

Tampoco los seguidores de la fe islámica lograron captar la idea de la Trinidad. Para un monoteísmo emergente enfrentado al politeísmo siempre es difícil tolerar el trinitarismo.  A los grandes monoteístas, los hebreos y los mahometanos, les costaba distinguir entre adorar a tres dioses, el politeísmo, y el trinitarismo, la adoración de una sola Deidad que existe bajo una manifestación trina de divinidad y personalidad. [Documento 104:1.8-9, página 1144.5-6, negrita añadida]

A Jesús no le fue mucho mejor con sus discípulos al intentar elevar y ampliar su pensamiento sobre Dios más allá del concepto racial de Yahvé, la idea avanzada del Señor Dios de Israel.

Jesús enseñó a sus apóstoles la verdad respecto a las personas de la Trinidad del Paraíso, pero ellos creyeron que hablaba de forma simbólica y figurada. Al haber sido criados en el monoteísmo hebraico les resultaba difícil albergar cualquier creencia que pareciera estar en conflicto con su concepción dominante de Yahvé. Los primeros cristianos heredaron el prejuicio hebraico contra el concepto trinitario. [Documento 104:1.10, página 1144.7]

Jesús recordó a sus discípulos el significado plural de Elohim, el nombre anterior de Dios entre los hebreos, que posteriormente fue suplantado por el concepto monoteísta singular de Yahvé:

Elohim. La enseñanza sobre la Trinidad del Paraíso ha perdurado desde los tiempos de Adán. ¿No recordáis que las Escrituras empiezan afirmando que «En el principio los Dioses crearon los cielos y la tierra»? Esto indica que cuando se escribió este pasaje el concepto trinitario de tres Dioses en uno había encontrado lugar en la religión de nuestros antepasados. [Documento 142:3.6, página 1598.7]

Así, por muchas razones que tienen que ver con la lingüística cultural y la mentalidad religiosa de los hebreos y otras tribus semíticas antiguas, el concepto de trinidad no ganó tracción en el Próximo Oriente. En su lugar, dio paso a un Dios monoteísta, paternalista y duradero que eliminó la función materna de Dios y el concepto de la Trinidad del Paraíso como familia divina de deidades personales.

El largo y lento camino para reconocer, comprender y abrazar el concepto de trinidad

Me gustaría avanzar la idea de que un concepto primario de Dios que las mentes religiosas de nuestra generación y del futuro deben descifrar y absorber en nuestros sistemas de creencias en evolución y en la civilización planetaria progresiva es este: el trinitarismo y el monoteísmo no son contradictorios ni incompatibles.

trinity El Dios Único de Todo que vemos en el monoteísmo es en realidad y siempre ha sido «Tres Personas en un Dios». La Trinidad de Tres Personas existenciales de la eternidad (las Tres Fuentes y Centros de absolutamente todo lo que existe en el universo de universos) fue revelada muchas veces en el pasado pero mal comprendida, a menudo rechazada, y se perdió una y otra vez en el transcurso de la evolución humana.

El abrazo del trinitarismo permite a la gente darse cuenta y hacer uso del conocimiento de que cada una de las Tres Deidades del Paraíso tiene funciones únicas y diversas que nos nutren, enseñan, guían y ayudan a crecer en la semejanza con Dios mientras nos atraen hacia ellos en el Paraíso a través del circuito de la personalidad del Padre, la gravedad de espíritu del Hijo, la gravedad de mente del Espíritu y la estupenda actividad de Dios Séptuplo en los universos evolutivos del espacio y el tiempo.

En combinación y asociación, la Trinidad del Paraíso presenta a las mentes evolutivas un enfoque equilibrado de las cualidades y atributos de Dios, que son principalmente el AMOR y la LEY. En cierto modo, estos aspectos de la naturaleza de Dios representan una mezcla equilibrada de cualidades maternas y paternas en el tejido mismo de la vida en el gran universo.

Sin embargo, si una o dos de las Personas de la Trinidad son disminuidas o eliminadas de la comprensión cultural religiosa de Dios, creo que la gente sufre la pérdida relacional, en cierta medida, de esas características y rasgos asociados de Dios en su cultura colectiva y su sistema personal de creencias.

Creo que es justo sugerir que ese desequilibrio en nuestra comprensión de Dios afecta negativamente al desarrollo cultural y al progreso de la civilización hacia la luz y la vida en la medida en que no se logra el correcto funcionamiento integrado del amor y la ley en la sociedad. Podemos sufrir un exceso de énfasis en la ley a expensas del amor y convertirnos en esclavos de la autoridad. A la inversa, un énfasis excesivo en el amor a expensas de la ley puede conducir a una falta de disciplina y autorregulación.

Este desequilibrio se manifiesta en muchas agrupaciones sociales y culturas religiosas, como estamos presenciando actualmente en los graves disturbios civiles de Irán y en las guerras culturales de Estados Unidos. En contraste con los mundos evolutivos imperfectos del superuniverso, el equilibrio adecuado de amor y ley se manifiesta perfectamente en la exquisita armonía del Paraíso-Havona.  

A través del reconocimiento del concepto de trinidad, la mente del hombre puede esperar captar algo de las interrelaciones entre el amor y la ley en las creaciones del espacio-tiempo. A través de la fe espiritual el hombre obtiene una visión interior del amor de Dios, pero pronto descubre que esa fe espiritual no tiene ninguna influencia sobre las leyes ordenadas del universo material. [Documento 104:2.3, página 1145.4]

Curiosamente, los primeros cristianos tenían una idea de la Trinidad, aunque confusa en cuanto a la naturaleza y función de cada una de las Tres Personas de la Deidad. En el estudio de la historia doctrinal de la Trinidad en la religión cristiana se observa que durante mucho tiempo ha habido debate y confusión sobre la divinidad, especialmente sobre la Tercera Persona de la Trinidad.

De hecho, el cristianismo oriental y el occidental siguen divididos hasta el día de hoy, entre otras cuestiones teológicas, sobre si la tercera persona de la Trinidad (el Espíritu Santo) procede del Padre y del Hijo, o solo del Padre. Esta disputa acabó provocando el Gran Cisma entre el catolicismo y la Iglesia Ortodoxa en 1054, en el que los católicos defendieron la opinión de que el Espíritu procede tanto del Padre como del Hijo.

Varias sectas cristianas discrepan sobre la divinidad y sobre si el Espíritu Santo es o no una persona o solo una energía o fuerza vital de Dios. Los Testigos de Jehová, por ejemplo, no creen en la Trinidad. Creen que Dios es todopoderoso, Jesús es un Dios poderoso y el Espíritu Santo es la fuerza activa de Dios. 

Otras sectas cristianas interpretan al Espíritu Santo como lo que la revelación de Urantia llama el Espíritu de la Verdad. Ninguna entiende al Espíritu Santo como la Hija Creadora del Espíritu Infinito, la presencia personal del Espíritu Madre del Universo que es el otorgador de la vida y la mente en su universo evolutivo. Ninguno la conoce actualmente como la eterna cocreadora y cogobernante con nuestro Hijo Creador Miguel del universo local en el que vivimos.

Veamos lo que nos dice El libro de Urantia sobre los primeros conceptos de trinidad del cristianismo:

La primera trinidad del cristianismo se proclamó en Antioquía y consistía en Dios, su Verbo y su Sabiduría. Pablo conocía la Trinidad del Paraíso de Padre, Hijo y Espíritu, pero rara vez predicó sobre ella, y solo la mencionó en algunas de sus epístolas a las Iglesias que se estaban formando. Por otra parte e igual que los demás apóstoles, Pablo confundía a Jesús, el Hijo Creador del universo local, con la Segunda Persona de la Deidad, el Hijo Eterno del Paraíso.

El concepto cristiano de la Trinidad, que empezó a ganar reconocimiento hacia finales del siglo primero después de Cristo, comprendía al Padre Universal, el Hijo Creador de Nebadon y la Ministra Divina de Salvington, el Espíritu Madre del universo local y consorte creativa del Hijo Creador.

Desde los tiempos de Jesús hasta su exposición en estas revelaciones, la identidad fáctica de la Trinidad del Paraíso no ha sido conocida en Urantia (excepto por unos pocos individuos a quienes les fue revelada de forma especial). [Documento 104:1.11-13, páginas 1144.8-1145.1]

A partir de estos pasajes, podemos ver que nuestro mundo tiene un largo camino que recorrer intelectual y espiritualmente para llegar a reconocer, aceptar y abrazar el misterio de «Tres Personas en un Dios». Quizás también podamos discernir que el concepto profundamente arraigado de un Dios único, monoteísta y paternalista, divorciado de una comprensión adecuada de las otras dos Deidades de la Trinidad del Paraíso, es un impedimento para que progrese nuestra civilización espiritual planetaria.

Decenas de millones de personas de la era moderna rechazan el cristianismo (no a Jesús en sí) por buenas razones, debido a sus símbolos anticuados y a su negativa a seguir el ritmo de la evolución de la cultura. Un segmento cada vez mayor del mundo occidental, en particular, rechaza el concepto de un Dios del Antiguo Testamento que sigue arraigado en nuestra cultura como una figura de Padre severo, juzgador, autoritario y castigador. Esta es la misma imagen simbólica que Jesús hizo todo lo posible por suplantar con su enseñanza de un Padre amoroso e indulgente en el cielo y la familia divina de Dios.

El precio que pagamos por el concepto anticuado y severamente limitante del monoteísmo, creo, es la pérdida de la plenitud de significados y valores que están disponibles en la Trinidad. El monoteísmo debe ceder, tarde o temprano, a la comprensión y apreciación más plena de los dones, poderes e influencias benéficas de las Tres Personas de la Trinidad (el Padre Universal, el Hijo Madre Eterno y el Actor Conjunto o Espíritu Infinito en igual medida) y de sus Hijos Creadores e Hijas Creativas que salen a los superuniversos del espacio y del tiempo para formar sus propias familias divinas.

Existe una relación innegable entre la comprensión y abrazo individual y colectivo de la familia original del Paraíso, junto con los Padres divinos de nuestro universo local, y los significados y valores culturales y espirituales que otorgamos a los hombres, las mujeres, los niños y las familias en nuestra civilización global.

Podemos ver signos de una agitación, un nuevo despertar, en la conciencia espiritual colectiva de la humanidad en los siglos XX y XXI para ampliar el concepto de Dios desde un único Padre solo en el vacío a una Trinidad de Deidades que son totalmente amorosas, que otorgan personalidad, que dan vida, ley y mente, y que nos ministran continuamente en un esfuerzo incesante por ayudarnos a crecer para ser como ellos.

Sus naturalezas personales ilimitadas, individuales e indivisas son la esencia y la fuente del AMOR y de todo lo que es bueno, verdadero y bello. Han creado todo en el amor y por la ley. Estas dos realidades del amor y de la ley, de los caracteres, funciones y rasgos maternos y paternos, por los que están hechas todas las cosas y los seres, deben buscar siempre el equilibrio en los mundos evolutivos del espacio y del tiempo hasta que reflejen el exquisito equilibrio y la armonía de Havona-Paraíso.

Mi relación con Dios: mi madre y mi padre

Kurt Cira (EE. UU.)

family Mi comprensión de Dios y mi relación con él han cambiado enormemente desde que descubrí El libro de Urantia hace cincuenta años. Me crie en una religión en la que las descripciones masculinas y antropomórficas de la Deidad dominaban el pensamiento religioso del mundo, lo que no es sorprendente, dado que casi todos los aspectos de la sociedad han estado dominados por hombres excepto en el hogar, donde las mujeres han desempeñado a menudo un papel igual o dominante en la vida familiar. Las teologías judeocristiana e islámica, que son los sistemas religiosos predominantes de nuestro tiempo, son producto de y están arraigadas en conceptos de Dios que ponen poco énfasis en Dios como Madre y como Padre. Incluso los Documentos Urantia están escritos de una manera que utiliza mucho más el término Padre y los pronombres masculinos para describir a Dios. Esta preponderancia en el uso me ha llevado a mí y a muchos de los que han estudiado el libro a pasar por alto su innovadora revelación de que Dios es igualmente maternal y posee todos los rasgos y valores que asociamos con lo femenino. 

A medida que profundizaba en el estudio de El libro de Urantia, descubrí que revela en la Trinidad no solo al Padre Universal, sino también a su Hijo Madre Eterno como igual. Juntos dan lugar al Espíritu Infinito, la deidad de la mente y la acción. Nuestro propio Hijo Creador, Miguel de Nebadon y Jesús de Nazaret, está en una asociación perfecta con nuestro Espíritu Madre Creativo en su colaboración cooperativa para crear, mantener y perfeccionar su universo evolutivo mientras representan a sus padres de la Trinidad en su universo. Cada uno tiene diferentes habilidades, cualidades del ser y naturalezas divinas perfectamente diseñadas para complementar y completar al otro. Juntos son nuestros Padres divinos, que proporcionan las vidas y los hogares en los que nacemos y crecemos mientras comenzamos el ascenso al Paraíso y al servicio del universo. Su relación no es de dominio y sumisión, sino de cooperación y coordinación en perfecta armonía. Aprendí que mi relación con cada uno es diferente según las naturalezas divinas, pero en mi experiencia trabajan juntos como uno solo. 

Aunque a menudo no puedo distinguir entre el ministerio de los aspectos Padre y Madre de Dios, he llegado a creer que es importante y útil intentar comprender las diferencias en su relación funcional con nosotros. Hacerlo no solo nos ayudará a desarrollar una comprensión más completa y precisa de la Deidad, sino también a observar el modelo de cómo lo masculino y lo femenino pueden trabajar juntos y complementarse mutuamente, un ideal crucial en un mundo en el que las diferencias de sexo y género son un reto para casi todas las personas a la hora de comprender y adaptarse personal y socialmente.

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Diseño Conger
Veo la religión como el intento de conectar con mi Ajustador/Controlador divino interior, de buscar conocer a Dios y la voluntad del Padre para mí, de esforzarme por llegar a ser perfecto como Dios y de servir a la familia divina con amor. Esto es fundamentalmente, pero no exclusivamente, una búsqueda individual descrita en El libro de Urantia como la religión de la experiencia personal (Religion Of Personal Experience), que he llegado a llamar por su acrónimo, el ROPE (cuerda en inglés). Mi experiencia con el Espíritu en la vida diaria me proporciona la oportunidad de tomar decisiones y realizar acciones que el Ajustador utiliza para crear mi alma. Cada valor positivo que adopto, cada decisión moral y acción amorosa en la que participo construye otra pieza de mi alma, otra hebra en mi ROPE que crece y me conecta con Dios. Utilizo esta analogía de la cuerda para describir las diferencias en mi relación con Dios como Padre y como Madre.

He descubierto que tener una relación con Dios como mi Padre es algo que debo desear sinceramente, y que depende de mí alcanzar al Padre a través de mis decisiones y acciones. Al igual que no se puede empujar nada con una cuerda, Dios como Padre nunca me impone ninguna obligación ni me empuja a conectar con él: solo me invita a descubrirle como una realidad de mi vida espiritual interior que puede guiarme y sostenerme. La elección de tener una relación es mi regalo al Padre y permite que sus dones lleguen a mí, y a través de mí a los demás. Mi cuerda es como un cable a través del cual puedo comunicarme con el Padre y recibir poder espiritual. Es como si Dios estuviera en un acantilado alto, imposible de alcanzar por mí mismo, y por eso me ofrece su guía y su fuerza para subir hasta él creando para nosotros una conexión que puede utilizar para tirar de mí hacia él, si tomo la decisión y actúo para agarrarla y mantenerla. Así es como finalmente alcanzo la asociación eterna con Dios y progreso hacia arriba a través de todas las etapas de crecimiento desde aquí hasta el Paraíso.

Mi relación con el Espíritu Madre es algo diferente. ¿Qué es lo que me da nuestra Madre divina? Ella proporciona este universo, la realidad material, mi cuerpo físico y un mundo en el que crecer. Ella es la fuente de mis mentes, tanto la mente adjutora inferior como la mente cósmica superior que se desarrolla funcionalmente con el alma en evolución. Ella es el vehículo en este mundo para el otorgamiento universal del Espíritu de la Verdad, el Espíritu combinado del Padre y de Jesús, su socio Creador. Ella proporciona ayudantes, sus hijas angélicas, para guardarme y guiarme, trabajar conmigo en el cumplimiento de la voluntad del Padre y ser mis compañeras en el largo viaje al Paraíso. 

La gran diferencia entre mi conexión con el Padre y la Madre es que, mientras que debo buscar activamente la conexión con nuestro Padre, el ministerio de nuestra Madre Divina viene a mí y a todos los hijos de Dios sin que tengamos que pedirlo. Es un ministerio concedido universal y gratuitamente a todos. Es como si todos estuviéramos en su vientre, conectados a un cordón umbilical invisible, recibiendo todo el alimento y la nutrición que necesitamos para crecer y convertirnos en hijos de la fe, para finalmente nacer como espíritus de primera etapa cuando dejemos el universo local. Esta es nuestra conexión del cordón con la Madre. Su Espíritu Santo es la primera influencia espiritual que llegó a la humanidad mucho antes que los Ajustadores o el Espíritu de la Verdad. El Espíritu Santo fue el guía exclusivo que ayudó a los pueblos primitivos a descubrir a Dios y los preparó para recibir a los Ajustadores antes de que el Espíritu de la Verdad de Miguel hiciera posible el otorgamiento universal de los Ajustadores del Pensamiento a todos los que pueden tomar decisiones morales.

Finalmente, algo maravilloso sucede cuando elegimos hacer una conexión con Dios como Padre. Completa un circuito de asociación complementaria con nuestro Padre y Madre divinos. Cuando me conecto con el Padre, me permite recibir más del ministerio amoroso de la Madre divina y sus hijos espirituales. La conexión con el Padre nos permite conocer y hacer su voluntad, mientras que nuestra Madre trabaja con nosotros para que eso se convierta en una realidad. Nuestra tarea es trabajar con nuestros Padres del universo y construir una relación personal y funcional con ellos, el máximo de Deidad que podemos comprender en nuestras carreras preespirituales, lo que nos lleva a ti y a mí a su Familia e inicia la conexión eterna con nuestros Padres de la Trinidad que es nuestro destino.  

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Nato Pereira
Comprender todo esto me ha llevado a un nuevo camino de crecimiento en mi vida. Recientemente he tenido algunos cambios en mi vida que me han llevado a vivir solo por primera vez, y luego la pandemia de COVID ha reducido mucho los contactos que tengo con otras personas, lo que me llevó poco a poco al lugar dentro de mí donde reconocí que mi relación principal en la vida era con Dios dentro de mí. He trabajado para desarrollar una relación más profunda con Dios desarrollando prácticas espirituales diarias que están empezando a tener efectos profundos. Ahora reconozco que mi relación con Dios es muy complementaria, y que soy yo quien debe elegir iniciar y mejorar la comunicación. Puedo quedarme aislado y solo, o tengo la oportunidad real de hacer de Dios mi eterno amante divino, que me conoce íntimamente y comparte conmigo todo lo que puede revelar. No hay nada que no pueda compartir con mi Amado. Mi contribución en este amor mutuo es llegar a conocer a mi amante, tratar de saber lo que Dios quiere que haga, tomar la decisión de que mi voluntad sea la de mi Padre Divino y trabajar con todos los espíritus de Dios, aceptando su ayuda para servir a la familia divina.

Lo último que quiero tocar aquí está inspirado en este relevante párrafo que es fácil de pasar por alto en el documento 117, Dios Supremo:

Tras terminar la sexta etapa de existencia y entrar en la séptima y última etapa del estatus de espíritu, seguirán probablemente las edades progresivas de experiencia enriquecedora, maduración de la sabiduría y realización de la divinidad. En la naturaleza del finalitario esto equivaldrá probablemente al triunfo final en la lucha de la mente por autorrealizarse como espíritu, a la coordinación completa de la naturaleza de hombre ascendente con la naturaleza de Ajustador divino dentro de los límites de las posibilidades finitas. Este magnífico yo del universo se convertirá así en el hijo finalitario eterno del Padre del Paraíso y a la vez en el hijo eterno del Supremo Madre en el universo, un yo del universo facultado para representar tanto al Padre como a la Madre de los universos y de las personalidades en cualquier actividad o empresa relacionada con la administración finita de las cosas y de los seres creados, creadores o en evolución. [Documento 117:6.7, página 1288.6]

No tengo ninguna duda de que, a medida que avancemos en nuestras carreras universales, empezaremos a incorporar todos los atributos de la personalidad de Dios que podamos descubrir en nuestra experiencia futura. Nuestro crecimiento completo como personalidad debe abarcar todos los aspectos de nuestra personalidad. La vida de Jesús en Urantia reveló una mezcla completa y equilibrada de todas las mejores características de cada género. Dado que representaremos a Dios como Padre y Madre, debemos abrazar todo lo posible que pueda considerarse masculino o femenino tal y como consideramos ahora estos atributos de género en este mundo. Los atributos que nuestra sociedad considera ahora como masculinos y femeninos, y como otros que ni siquiera podemos imaginar ahora, se mezclarán perfectamente en todo nuestro ser.

Así que abracemos todos los atributos femeninos y masculinos que podamos. Aceptar y expresar lo que se puede considerar como cualidades femeninas o masculinas no nos hace menos mujeres u hombres, pero sí nos hace seres humanos más completos, almas en crecimiento en un universo lleno de diversidad e infinitas posibilidades.

Los círculos psíquicos y la vida morontial

André Desjardins (Canadá)

Un arcángel de Nebadon menciona:

Debéis comprender que la vida en la morontia de un mortal ascendente empieza realmente en los mundos habitados con la concepción del alma, en el momento en que la mente de criatura con estatus moral es habitada por el Ajustador de espíritu. [Documento 48:6.2, página 551.7]

Esta cita indica que la vida morontial comienza en nuestro planeta con la formación del alma a través de una elección moral sincera, lo que anuncia la llegada del Ajustador del Pensamiento que mora en el interior. La formación conjunta del alma de morontia con el Ajustador proporciona acceso a las realidades de morontia, y es posible que una personalidad humana conozca y experimente el sabor de la vida en la morontia durante su vida terrenal con la absoluta convicción de formar parte de esta gran familia morontial.

El libro de Urantia nos da alguna información sobre las actividades de las escuelas de educación y formación en los mundos de la morontia en los documentos 47 y 48. Estos documentos nos dan la oportunidad de estudiar y unirnos a estas escuelas de la morontia durante la vida terrenal. El hombre tiene el poder de trascender el tiempo y el espacio y vivir como si estuviera en contacto directo con el Padre celestial a través de su vasto circuito de personalidad y de la presencia del Ajustador del Pensamiento que mora en el interior. «La capacidad del hombre de trascenderse a sí mismo es la única cosa que lo distingue del reino animal» [111:6.9].

La naturaleza de morontia del alma implica necesariamente los primeros pasos en la vida en la morontia, y su evolución permite a las personalidades humanas acceder a las realidades de la morontia guiadas por el Ajustador que mora en el interior y asistidas por otras influencias mentales y espirituales. Todas estas influencias son esenciales para guiar a las personalidades en la evolución de su alma de morontia a través de los círculos psíquicos. El séptimo círculo psíquico anuncia el comienzo de la evolución morontial para las personalidades y:

Esto supone la función unida de los siete espíritus-mente adjutores bajo la dirección del espíritu de sabiduría, el encircuitamiento de la criatura mortal en la influencia del Espíritu Santo y, en Urantia, la primera actuación del Espíritu de la Verdad unida a la recepción de un Ajustador del Pensamiento por parte de la mente del mortal. La entrada en el séptimo círculo convierte a la criatura mortal en un verdadero ciudadano potencial del universo local. [Documento 110:6.13, página 1210.8]

El séptimo círculo es el punto de partida de la evolución del alma de morontia y es el primer círculo que debe alcanzar la personalidad, ya que implica la unificación de los siete espíritus-mente adjutores, la influencia del Espíritu Santo, la operación del Espíritu de la Verdad y la recepción del Ajustador del Pensamiento.

Los círculos psíquicos representan niveles de logro mental personal, la comprensión concreta de los siete espíritus-mente adjutores y la recepción de un Ajustador del Pensamiento. El logro del séptimo círculo transforma al individuo en un verdadero «ciudadano potencial del universo local». Al igual que los espíritus ayudantes, los círculos psíquicos incluyen siete etapas de crecimiento individual y progresivo.

Es difícil definir con precisión los siete niveles de la progresión humana porque estos niveles son personales, varían de un individuo a otro y parecen estar determinados por la capacidad de crecimiento de cada ser humano. [Documento 110:6.7, página 1210.2]

Esta cita revela la dificultad de precisar los niveles progresivos en la penetración de los siete círculos; se refiere exclusivamente a los atributos volitivos y al estatuto soberano de la personalidad. El Mensajero Solitario también menciona:

El séptimo círculo. Los seres humanos entran en este nivel cuando desarrollan sus poderes de elección personal, decisión individual, responsabilidad moral y su capacidad de alcanzar la individualidad espiritual. [Documento 110:6.13, página 1210.8]

En este séptimo círculo destacan cuatro poderes: en realidad es el primero para la personalidad y el comienzo de la progresión personal a través de los círculos superiores; inicia el fenómeno de la evolución personal dentro de los círculos psíquicos acompañado de un Ajustador del Pensamiento.. «La entrada en el séptimo círculo marca el comienzo de la verdadera función de la personalidad humana» [110:6.1].

El séptimo círculo no está muy bien definido en relación con los demás, sino que concierne exclusivamente a la situación de la personalidad humana; forma un conjunto de cuatro elementos (o poderes), como se ha dicho antes, y se considera el primer grupo de cuatro círculos que demuestran el avance y la evolución de la personalidad dentro de los círculos psíquicos:

            7º: Elección personal
            6º: Decisión individual
            5º: Responsabilidad moral
            4º: Capacidad de alcanzar la individualidad espiritual

Considerando que la carrera ascendente comienza con una elección personal favorable a la llegada del Ajustador que mora en el interior, sería justo decir que el séptimo círculo implica una elección personal asociada a la soberanía absoluta y al libre albedrío de la personalidad.

Al asociar estos cuatro elementos, si empezamos por el séptimo círculo al hacer una elección personal, el sexto círculo implica lógicamente una decisión individual por esa elección personal. Una decisión individual compromete a la personalidad en el quinto círculo hacia la responsabilidad moral de esa decisión individual, y finalmente la responsabilidad moral teje el vínculo con el cuarto círculo: la individualidad espiritual a través del libre albedrío soberano de la personalidad.

El séptimo círculo (el primero que se alcanza) se compone de cuatro elementos separados que pueden coordinarse simultáneamente mediante una elección moral sincera, una decisión individual, un compromiso con la propia responsabilidad moral y la capacidad de alcanzar la individualidad espiritual. A través del estatus de la personalidad y la primacía de la voluntad es como estos cuatro círculos funcionan en armonía. Creo que esta es la razón por la que el séptimo círculo apenas es definido por el Mensajero Solitario, porque solo se refiere a la evolución del estatus individual de la personalidad humana.

Tras alcanzar el estatus de individualidad espiritual a través de los cuatro primeros círculos (del 7º a 4º), la personalidad emerge en el tercer círculo de evolución morontial y se le asigna entonces una guardiana seráfica personal:

El trabajo del Ajustador se vuelve mucho más eficaz una vez que el ascendente humano ha alcanzado el tercer círculo y se le ha adjudicado una guardiana seráfica del destino a título personal. Aunque no hay concierto aparente entre los esfuerzos del Ajustador y de la guardiana seráfica, se observa una mejora indudable en todos los aspectos del logro cósmico y el desarrollo espiritual tras la asignación de la acompañante seráfica personal. Cuando se alcanza el tercer círculo, el Ajustador se esfuerza por morontializar la mente del hombre durante el resto de su vida mortal, por conquistar los círculos que faltan y alcanzar la etapa final de la asociación humano-divina antes de que la muerte natural disuelva esta relación única. [Documento 110:6.14, página 1210.9]

El tercer círculo psíquico representa una culminación en el desarrollo personal tras el logro de la individualidad espiritual por la asociación de los cuatro elementos o poderes del séptimo círculo. El movimiento hacia el tercer círculo denota una mejora en los logros cósmicos y en el desarrollo espiritual.

Desde el séptimo hasta el tercer círculo, los siete espíritus-mente adjutores ejercen una acción creciente y unificada para liberar a la mente mortal de su dependencia de las realidades de los mecanismos de la vida material con vistas a introducirla cada vez más en los niveles de experiencia de la morontia. A partir del tercer círculo la influencia adjutora va disminuyendo progresivamente. [Documento 110:6.20, página 1211.5]

En cuanto la personalidad ha llegado al tercer círculo acompañada de su guardiana seráfica se acerca al segundo círculo, el círculo donde:

… el Ajustador se esfuerza por morontializar la mente del hombre durante el resto de su vida mortal, por conquistar los círculos que faltan y alcanzar la etapa final de la asociación humano-divina antes de que la muerte natural disuelva esta relación única. [Documento 110:6.14, página 1210.9]

Circle attainment La vida en la morontia de una personalidad moral comienza en su planeta natal en la concepción del alma en asociación con el Ajustador del Pensamiento; a través del segundo círculo es como el Ajustador se esfuerza por hacer que la mente de la personalidad sea morontial durante la vida mortal por medio de transformaciones mentales, por una manera de ser, de actuar o de reaccionar según los acontecimientos de la vida diaria que promueven la progresión del alma.

El logro del primer círculo «constituye el mayor acercamiento posible entre la mente material y el Ajustador espíritu en la experiencia humana» [110:6.15]. Este primer círculo es el último círculo de realización progresiva de un mortal humano antes de la fusión. La fusión eterna depende siempre de la voluntad absoluta, del libre albedrío de la personalidad y de su dedicación a hacer la voluntad del Padre del Paraíso.

En resumen, propongo que los siete círculos psíquicos son los siguientes en el orden de la evolución de la personalidad humana:

7º - Elección personal.
6º - Decisión individual.
5º - Responsabilidad moral.
4º - Capacidad de alcanzar la individualidad espiritual.
3º - Fases de realización cósmica y desarrollo espiritual.
2º - El Ajustador se esfuerza por hacer que la mente del hombre sea morontial para el resto de su vida mortal.
1º - La relación más estrecha posible entre la mente mortal y el Ajustador espiritual en la experiencia del hombre.

Atravesar los círculos psíquicos forma parte de la experiencia personal de la personalidad humana en su crecimiento morontial durante la vida temporal y es el punto de apoyo que proporciona el acceso a los mundos mansión. Tal como lo presenta un Mensajero Solitario de Orvonton: «Por lo tanto, quien se encuentra en el séptimo círculo va a los mundos mansión para seguir aumentando su realización cuantitativa de crecimiento cósmico exactamente igual que quien se encuentra en el segundo o incluso en el primer círculo...» [110:6.18].

Los círculos psíquicos están relacionados con las transformaciones mentales y la progresión individual de las personalidades en los aspectos de la conciencia; estos entran en acción en cuanto la personalidad utiliza sus capacidades mentales en la búsqueda de vivir divinamente según la voluntad del Padre Celestial. La vida en la morontia comienza con la formación del alma en nuestro planeta; su crecimiento y evolución dependen siempre de las decisiones, el libre albedrío y la voluntad absoluta de la personalidad.

Segmentos propuestos de los círculos psíquicos

Aunque los círculos psíquicos se ocupan siempre de los aspectos mentales de la personalidad, se dividen en cuatro segmentos diferentes: «Los círculos psíquicos no son exclusivamente intelectuales ni tampoco enteramente morontiales. Están relacionados con el estatus de la personalidad, los logros de la mente, el crecimiento del alma y la sintonización con el Ajustador» [110:6.3].

1 - Estatus de la personalidad
2 - Logros de la mente
3 - Crecimiento del alma
4 - Sintonización con el Ajustador

El estatus de la personalidad está vinculado a los primeros cuatro círculos (del 7º al 4º) y corresponde al primer segmento de los círculos.

Los logros de la mente están conectados con el tercer círculo y corresponde al segundo segmento de los círculos asignados a todas las fases del logro cósmico y el desarrollo espiritual.

El crecimiento del alma está relacionado con el segundo círculo y corresponde al tercer segmento de los círculos, donde el Ajustador se esfuerza por hacer que la mente del hombre sea morontial durante el resto de su vida mortal.

La sintonización con el Ajustador está relacionada con el primer círculo y corresponde al cuarto segmento de los círculos, que es el más cercano posible entre la mente material y el Ajustador espiritual en la experiencia del hombre.

Estos cuatro segmentos de los círculos psíquicos se refieren siempre a la progresión mental de la personalidad a través de cuatro etapas progresivas de evolución y es una experiencia y adquisición personal como resultado de los propios esfuerzos individuales. A través de estos cuatro niveles de círculos psíquicos, y considerando que la vida morontial comienza tan pronto como se crea el alma morontial a través de la unión con el Ajustador del Pensamiento, es posible alcanzar un estado morontial antes de la muerte física y llegar a vivir de acuerdo con el Ajustador que mora en nuestro interior.

La mente humana no está ligada en modo alguno al tiempo y al espacio por la trascendencia, sino que está totalmente ligada a las prerrogativas y al libre albedrío de la personalidad. Los círculos psíquicos son por lo tanto las siete etapas personales de la progresión en la morontia durante la vida terrenal.

El progreso individual de los seres humanos se mide por el logro sucesivo de los siete círculos cósmicos y su atravesamiento (dominio)… [Documento 49:6.8, página 569.3]

La palabra, la lengua, el diccionario

Peter Walker (EE. UU.)

En la primavera de 2018, leí sobre la nueva biblioteca del edificio de la Fundación Urantia, dedicada a contener las obras de literatura que se supone fueron utilizadas por los reveladores en la formación de los documentos Urantia. A lo largo de los años, me he preguntado sobre los orígenes de los documentos Urantia y he revisado sitios web como Square Circles de Matthew Block en sus esfuerzos por relacionar El libro de Urantia con las fuentes humanas. La nueva biblioteca de la Fundación Urantia que preserva estos trabajos es una colección inestimable, especialmente para las generaciones futuras.

Después de haber estudiado El libro de Urantia durante años, todavía me sorprende la calidad del idioma inglés utilizado en los documentos. El libro de Urantia es una obra maestra de la literatura en prosa con su cadencia poética, en la que cada autor representa sus pensamientos a través de la palabra escrita. El estilo de los documentos Urantia es distinto a cualquier obra de un autor humano que haya leído. Incluso el estilo de cada autor es único. Cada uno tiene su estilo de escritura único, desde un Consejero Divino hasta un Mensajero Solitario, un Mensajero Poderoso o la Comisión de Intermedios.

Uno de mis pasajes favoritos, una de las más bellas obras de poesía en prosa que he leído, es la sección inicial del documento 102, «Los fundamentos de la fe religiosa». Este fragmento, que se remonta a la obra de Bertrand Russell A Free Man's Worship, convierte el sentimiento pesimista de Russell en una declaración de resonante verdad y belleza. Todavía recuerdo cuando lo leí por primera vez. ¡Qué ironía que un pasaje tan profundo de El libro de Urantia provenga del ateo más conocido del siglo XX!

Hace casi 30 años, en el verano de 1989, presenté El libro de Urantia a un amigo con un diccionario de inglés antiguo. Se interesó por El libro de Urantia, y con su diccionario decidimos explorar el significado de Urantia. Como ese término no está definido, buscamos entre muchas expresiones similares y determinamos que Urantia significa «de o perteneciente a los cielos». Desde entonces, he recordado esa definición. Cuando leo El libro de Urantia estos días, escucho la versión de audio, y mientras lo hago recurro a un diccionario en línea para aclarar el significado de ciertas palabras.

Consciente de la importancia de un diccionario de la misma época que los documentos Urantia, y con la nueva biblioteca de la Fundación, pensé en donar un diccionario antiguo. Revisando varios diccionarios, el Webster's New International Dictionary Second Edition fue la elección ideal, publicado por primera vez en 1934, el mismo año en que se finalizaron los documentos Urantia. Al buscar soportes adecuados para el diccionario, no pude encontrar uno ideal en varios sitios de venta, y las subastas en línea rara vez venden estos artículos, por lo que encargué uno a un artesano de Oregón.

Antes de enviar el diccionario y el soporte a Chicago, investigué de nuevo la palabra Urantia para revisar su significado. Echando un vistazo a Internet, descubrí definiciones similares para Urantia, pero sentí que podía afinar más. La palabra Urantia se divide en dos partes separadas: «Uran» y «tia». Me pareció interesante que hubiera dos palabras similares cuyas definiciones específicas ya no se utilizan en la lengua inglesa hoy en día, que incluso están eliminadas del diccionario Webster actual. Estas palabras son Urania y Uranian, que están relacionadas con la raíz «Uran». Estas definiciones solo se encuentran en diccionarios ingleses de principios del siglo XX, y son las siguientes:

Urania - (latín, del griego) «celestial, cielo». (griego) Ourania, Ouranios - «celestial» Ouranos - «cielo»

Uranian - «De, perteneciente a, o relacionado con los cielos, o la ciencia de la astronomía; astronómico».

La definición de «tia», de origen latino y griego, está relacionada con el sufijo «cy», que tiene el siguiente significado

-cy (-tia [latín, griego]) «significa estado, calidad, cargo, rango».

No soy etimólogo, pero viendo el contexto de la palabra Urantia, tendría su origen como adjetivo formando el uso actual como nombre propio. Como tal, postulo los siguientes significados.

u·ran’tia \yu̇·rān’ shə\, adj. 1a: [lat., del gr.] de o perteneciente a los Cielos;
b: que tiene estatus o cualidad celestial

U·ran’tia \yu̇·rān’ shə\, n. (cosmología). 1a: nombre que designa al planeta Tierra;
b: la Tierra en los Cielos

galaxy
Alex Meyers
En su última definición, «la Tierra en los Cielos» tiene las palabras Tierra y Cielos en el caso apropiado, designando su referencia y ubicación específicas. La elección de la preposición en requirió cierta libertad de pensamiento, pero anticipando lo que los reveladores previeron al formular el significado, el futuro de la Tierra evolucionaría inevitablemente hacia un estado de luz y vida. Como tal, Urantia encarnaría un estado de «cielo en la tierra» y sería un miembro de los Cielos en el futuro eterno del gran universo y del universo maestro.

El acceso a un diccionario antiguo es inestimable para referirse a los cambios del lenguaje. Incluso ahora, 85 años después de la finalización de los documentos Urantia, el idioma inglés está alterando los significados de ciertas palabras. Por ejemplo, el término universo, que todavía incluye la definición de «una galaxia o grupo de galaxias» en lo que respecta a los documentos Urantia, es ahora diferente de la descripción estándar utilizada hoy en día, que representa los millones de galaxias en su totalidad, gracias en parte a los avances en astronomía.

Al revisar cómo cambian las lenguas a lo largo del tiempo, se me ocurren tres causas que alteran su curso. Estoy seguro de que también hay otras influencias.

Infusión – la colonización de países que mezclan lenguas, como cuando Francia ocupó Inglaterra e incorporó palabras francesas a la lengua inglesa.

Aislamiento – la separación de sociedades que crean palabras y definiciones únicas, e incluso lenguas diferentes, como el idioma coreano.

Transformación – la modernización de las lenguas, influida por los cambios en la cultura, la ciencia y la normalización, potenciada por factores como los medios de comunicación social.

La unificación de las lenguas se producirá inevitablemente con el futuro del lenguaje y el progreso de nuestro planeta. El documento 55, sección 3, relativo a la edad de oro de la luz y vida, afirma:

Durante esta edad de luz y vida el mundo prospera cada vez más bajo el gobierno paternal del Soberano Planetario. Llegada esta época, los mundos progresan bajo el impulso de un solo idioma, una sola religión y, en las esferas normales, una sola raza.

Aunque el Sol se pone ahora sobre el Imperio británico, permanece su legado de difusión de la lengua inglesa. Lo más probable es que la lengua inglesa se convierta en la única lengua de Urantia, aunque siga recibiendo la influencia de otras lenguas y culturas. Con el tiempo, una estandarización de la lengua inglesa permitirá una mayor unificación y dirección.

En las eras venideras, los ávidos estudiantes de El libro de Urantia harán referencia al idioma inglés utilizado durante la creación de los documentos Urantia. Con el tiempo, al igual que el que ahora se encuentra en la biblioteca de la Fundación, habrá diccionarios antiguos disponibles en línea para que las definiciones de la lengua inglesa del siglo XX sean accesibles a todo el mundo.

Para concluir, no son solo las notas en la música sino los cambios entre las notas los que constituyen la melodía. En la revelación de los documentos Urantia, independientemente del idioma, no son solo las palabras sino las ideas que representan las que transforman sus conceptos en significados y valores espirituales.

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El Journal se publica dos veces al año y contiene artículos y ayudas al estudio de lectores y para lectores de El libro de Urantia. Todas las interpretaciones, opiniones, conclusiones o representaciones artísticas, ya sean declaradas o implícitas, son de los autores y no representan necesariamente los puntos de vista y opiniones de la Asociación Urantia Internacional, de las asociaciones Urantia nacionales o locales, o de la redacción del Journal.

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El equipo de redacción del Journal agradece todos los envíos de artículos que puedan ir en próximos números. Todo envío que no se utilice para el número actual se guardará para un potencial uso futuro. La Asociación Urantia Internacional no compensa económicamente a ningún autor o de ninguna otra manera esos envíos voluntarios. El equipo de redacción del Journal se reserva el derecho a editar el contenido como crea necesario para su publicación y notificará al autor dichos cambios para su aprobación.

Envíen la correspondencia o artículos para el Journal a la dirección de Chicago antes mencionada o envíen un correo al redactor jefe, Mark Blackham

Directrices de uso de citas

Citas en bloque

Las citas en bloque se muestran como un párrafo separado, que puede ser un párrafo completo del libro o cualquier parte. No requieren comillas. Las citas en bloque utilizan el formato de citación que se muestra a continuación, donde el primer conjunto de números se refiere al documento, la sección y el párrafo, y el segundo conjunto se refiere a la página y el párrafo de las ediciones de El libro de Urantia publicadas por la Fundación Urantia. Por favor, tengan en cuenta la puntuación.

El Padre Universal es el Dios de toda la creación, la Primera Fuente y Centro de todas las cosas y de todos los seres. Pensad primero en Dios como creador, luego como controlador y finalmente como sostenedor infinito. [Documento 1:0.1, página 21.1]

Si desean resaltar palabras que no están enfatizadas en El libro de Urantia, añadan «negrita añadida» al final de la referencia de la página.

Pensad primero en Dios como creador, luego como controlador y finalmente como sostenedor infinito. [Documento 1:0.1, página 21.1, negrita añadida]

Citas en línea o intercaladas

Las citas intercaladas forman parte de su propio párrafo. Van en cursiva y entre comillas, pero solo requieren una cita abreviada que incluya el documento, la sección y el párrafo. Observen que la cita se incluye como parte de la cita con el punto (punto final) que sigue a la cita.

El libro de Urantia comienza con una suposición positiva: «El Padre Universal es el Dios de toda la creación» [1:0.1]. No se presentan argumentos para demostrar la realidad de Dios. Jesús siguió este mismo método: parecía dar por sentado que la gente creía en Dios.

Cualquier cita intercalada que supere las cuatro líneas debe separarse como una cita en bloque. Y al igual que en el caso de las citas en bloque, cualquier énfasis que se añada a una cita intercalada requiere añadir «negrita añadida» a la cita.

Paráfrasis

Si parafrasean una cita o extraen información de algún párrafo, utilicen el mismo estilo de cita intercalada.

El Padre Universal es retratado en El libro de Urantia como creador, controlador y sostenedor [1:0.1].

Referencias a otras obras

Si utiliza citas o referencias de otras obras, incluyan una cita para evitar el plagio.

En estos casos, mencione el autor, el título y el año, ya sea en el texto o inmediatamente después de la cita. Alternativamente, incluya la cita como una nota a pie de página numerada.

Tamaño de los envíos

Por favor, limiten el tamaño de su presentación a 3.000 palabras o menos. Les animamos a que utilicen sus propias palabras en la medida de lo posible y a que eviten el uso excesivo de citas del libro. Las citas directas son más eficaces si se utilizan con moderación y para dar énfasis.

Siempre son bienvenidos los artículos sobre experiencias espirituales personales, así como los que aportan nuevas ideas y perspectivas. También son interesantes los estudios temáticos y los artículos que comparan, evalúan o integran la investigación académica (científica, social, religiosa o de otro tipo) con las enseñanzas de El libro de Urantia.