Urantia Association
Ver en línea | Versión para imprimir

Journal – noviembre 2019

(Nota: Para imprimir el Journal, hagan clic en el enlace «Versión para imprimir» de la parte superior. Cuando aparezca la versión para imprimir, hagan clic con el botón derecho del ratón en cualquier espacio en blanco y elijan «Imprimir»)

En este número

Editorial del Journal – noviembre 2019

Suzanne Kelly (EEUU)

Saludos, amigos y lectores de El libro de Urantia.

El segundo número de 2019 del Journal de la Asociación Urantia destaca artículos y presentaciones sobre grupos de estudio y sobre cómo los ven lectores de todo el mundo. Tenemos una visión general de «El grupo de estudio», de Agnès Lazar (Bélgica); «Revisión de los grupos de estudio», de Gaétan Charland (Canadá), y «Paz dinámica y viva» y otro artículo de grupos de estudio de Moustapha N’diaye (Senegal). Todos nos hacen comprender con emoción lo que se necesita para motivar y guiar a los estudiantes de El libro de Urantia hacia una mayor comprensión de las enseñanzas contenidas en este depósito galáctico de conocimiento cósmico.

Nuestro primer artículo es «El grupo de estudio», de Agnès Lazar (Bélgica), profesora que lleva estudiando El libro de Urantia desde 2001 en francés e inglés y en Dakar con un tutor, y que ha formado un grupo en Bélgica a partir de su deseo de comprender y compartir las verdades que le llegan. En su breve pero profunda descripción, ella describe los grupos de estudio como la matriz del crecimiento experiencial. Cuando aborda el deseo de paz inmediata y de nuestra propia verificación y transformación, Agnès compara el estudio individual exitoso con una orquesta cuando dice: Cuando todos los músicos se reúnen armonizan entre sí y la precisión de la sinfonía dependerá del trabajo personal de cada uno y de su habilidad para trabajar juntos. Este esfuerzo complementario es esencial.

El segundo artículo, «Revisión de los grupos de estudio», de Gaétan Charland (Canadá) revisa el nombre, función, misión y metas de los grupos de estudio. Después de revisar las directrices de El libro de Urantia, dice: … tal como se expresa en el Prólogo: aumentar la conciencia cósmica y elevar la percepción espiritual [0:0.2], y responder al otro gran desafío, «conseguir una mejor comunicación con el Monitor divino que reside en la mente humana» [196:3.34], sugiere que el protocolo actual de grupos de estudio necesita ser revisado.

Primero considera la definición real de la denominación «grupo de estudio» como: pequeño grupo de personas que se reúnen regularmente para debatir sobre un mismo objeto de estudio, y la compara a continuación con la configuración moderna de un grupo de estudio. El Directorio de Grupos de Estudio de El libro de Urantia tiene registrados más de 80 grupos de estudio virtuales en muchos idiomas distintos, a horas y días de la semana distintos. También hay grupos que disfrutan reuniéndose en persona y por Internet al mismo tiempo. Hay más de 400 grupos regulares en diferentes directorios gestionados por diferentes organizaciones.

Para resumir su erudita evaluación de los grupos de estudio de ayer y de hoy, sugiere que: Para que los anfitriones de los grupos de estudio cumplan estos objetivos, necesitan formarse en el arte de liderar, facilitar y enseñar. La red de grupos de estudio necesita ser reforzada y mejorada, necesita crecer y echar raíces en cada país del mundo y en todas las ciudades y pueblos de esos países. Y … Recordemos que necesitamos ser el cambio que queremos ver en el mundo. Hasta que nos convirtamos en la expresión viva de este cambio, el mundo seguirá como hasta ahora.

El tercer artículo y el cuarto son de Moustapha N’diaye (Senegal). El primero, «¿Qué futuro le espera a los grupos de estudio?», es una evaluación cronológica del desarrollo de grupos de estudio en los que él ha participado o ha sido anfitrión, que comenzó con el trabajo misionero de un hombre que llevó el libro a África en los años 70. Dice: Senegal es un país mayoritariamente musulmán, y los cristianos (incluyendo los miembros de las recientes órdenes evangélicas emergentes) suponen un 10% de la población. La sociedad senegalesa se caracteriza por la coexistencia pacífica de las comunidades religiosas y la práctica fraterna del islam, que defiende la tradición social de aceptación del otro.

A lo largo de esta revisión sumamente esclarecedora del desarrollo y progreso de los grupos de estudio a lo largo de los últimos 20 años, Moustapha transmite con claridad el mensaje y la misión del «plan divino» esbozado en El libro de Urantia. Su introducción es solo una pequeña instantánea del importante contenido de su artículo y de su éxito en iluminar a personas de África y de todo el mundo.

El otro artículo de Moustapha, «Paz dinámica y viva», es un estudio de la directriz «La paz sea contigo. Y con tu espíritu». En él transmite lo que él entiende de esa expresión junto con los testimonios de otras personas, y evalúa la literatura religiosa del Lejano Oriente Esta reflexión se basa explícitamente en las enseñanzas de El libro de Urantia y en el ejemplo proporcionado por la vida de Jesús tal como se relata en la cuarta parte. Echando un vistazo a la comprensión humana y superhumana de la paz a través de la visión actual del mundo (¿Qué paz?), el autor compara varias tradiciones religiosas con el entendimiento moderno de su puesta en práctica. El Espíritu de la Verdad es el guía que dirige el entendimiento expansivo del autor de la directriz «Sed perfectos como yo soy perfecto».

¡Feliz e iluminadora lectura!

 

 

 

 

 

 

 

El grupo de estudio

Agnès Lazar (Bélgica)

En este artículo me gustaría compartir algunas reflexiones que llevo madurando desde hace tiempo y que han dado como resultado experiencias en el seno de diferentes grupos de estudio, entre ellos el que comencé hace 16 años.

En enero de 2001, debido a varias pruebas personales, sentía una gran confusión. Me dirigí a Dios y oré para que me ayudara a descubrir un sentido más profundo de la noción de amor y que me mostrara un camino más claro en la vida para los años venideros. La respuesta no tardó en llegar. En septiembre del mismo año estaba en un grupo de lectores veteranos de El libro de Urantia, en presencia de un educador que de manera muy sencilla hablaba de los seres humanos como criaturas de Dios que llevan a cabo un proyecto eterno de progresión y crecimiento, al que podemos unirnos sin demora y de manera activa.

Este instructor hizo que surgiera en mí un deseo profundo de hacer lo que él hizo: consagrar mi vida a desarrollar y afirmar mi relación con Dios, darlo a conocer a mi alrededor y comenzar a estudiar seriamente la quinta revelación.

Continué mi educación espiritual con este hombre y viajé a Dakar una o dos veces al año. Allí participé en un grupo de estudio que él tuvo a su cuidado durante varios años, una fraternidad que iba más allá de religiones institucionalizadas, culturas y razas para saborear la unidad del espíritu. A día de hoy nuestra fraternidad se ha expandido, profundizado e intensificado. He participado en grupos de lengua francesa e inglesa y he aprendido de todos ellos.

En paralelo, y debido a mi entusiasmo cada vez mayor ante estas verdades y el deseo de compartirlas, se formó un grupo a mi alrededor como algo natural. Como soy profesora y he trabajado durante muchos años con adultos, recayó en mí animar esa pequeña asamblea de siete personas. Como me enfrento de manera constante con el lado humano, he sentido la necesidad de capacitarme durante los últimos cinco años en relaciones y comunicación con el fin de adquirir y desarrollar herramientas prácticas para que los demás y yo nos hagamos responsables de nuestra vida. Sin esta aceptación, nada nuevo o significativo puede surgir en nuestra vida, ni siquiera entre personas deseosas de hacer la voluntad del Padre.

Llevo tres años acompañando a personas que buscan sentido y paz en su vida sin buscar necesariamente a Dios. Una frase del último libro de Laurent Gounelle, «y encontrarás el tesoro que duerme dentro de ti», atrajo profundamente mi atención: «La espiritualidad sin trabajar en uno mismo no vale nada; trabajar en uno mismo sin espiritualidad es lo mismo.»

Esta noción me ha permitido comprender más profundamente lo que es un grupo de estudio, que yo percibo como la matriz del crecimiento experiencial.

El primer punto que deseo abordar y que surgió de las observaciones realizadas durante mis prácticas es que los seres humanos buscan cada vez más el bienestar como sinónimo de paz, tranquilidad y felicidad inmediatas, sin comprender que la verdadera felicidad es un asunto interno. Además, cuando las personas se interesan en un grupo de estudio, tienden a pensar que este abrirá la puerta inmediatamente a ese estado de quietud tan esperado. El Libro de Urantia es claro sobre este tema y nos invita a estar tanto en él como con personas que buscan un grupo: hay una zona de conflicto que cruzar, ¡y no dice durante cuánto tiempo!

El segundo punto que quiero abordar es el grupo como marco ideal para crecer y verificar nuestra evolución. Es en verdad el barómetro del progreso individual, la medida de la proximidad a nuestro Ajustador, así como nuestro nivel de transformación. Aquí haré una analogía con un músico. Para dominar un instrumento se necesitan muchas horas de trabajo individual. Todo músico que quiere formar parte de una orquesta está obligado a tener una disciplina personal para que la orquesta funcione bien. Cuando todos los músicos se reúnen armonizan entre sí y la precisión de la sinfonía dependerá del trabajo personal de cada uno y de su habilidad para trabajar juntos. Este esfuerzo complementario es esencial.

El grupo ofrece un espacio potencial para trabajar en uno mismo, para reducir la exaltación del ego que vive dentro de nosotros y sus alardes. Los participantes se enfrentan continuamente a las diferentes facetas del yo, originadas a partir de tensiones internas, así como a las múltiples relaciones externas en conflicto. A partir de ahí, el grupo ya no es simplemente un lugar para estudiar las enseñanzas del libro ni se dedica únicamente a intercambiar experiencias o interpretaciones de los conceptos de la quinta revelación, sino ciertamente un lugar de experimentación y transformación. Por consiguiente, un grupo de estudio es también un grupo de trabajo.

 

 

Revisión de los grupos de estudio

Gaétan G. Charland (Quebec, Canadá)

Durante la conferencia de Ámsterdam me reuní con un lector veterano y tuve una conversación interesante con él sobre el nombre, la naturaleza, la función, la misión y las metas de los grupos de estudio. Desde entonces he tenido más conversaciones sobre este tema con lectores de Europa, Norteamérica, África y de mi asociación local. En todas esas conversaciones mi objetivo fue explorar qué se puede hacer para hacer que los grupos de estudio sean más atractivos, prácticos y útiles para los lectores y estudiantes de todas las generaciones.

Considerando las directrices que los reveladores expresaron en el Mandato de Publicación para crear miles de grupos de estudio y capacitar a líderes e instructores, y para responder al desafío de cumplir la misión de El libro de Urantia tal como se expresa en el Prólogo: aumentar la conciencia cósmica y elevar la percepción espiritual [0:0.2], y responder al otro gran desafío, conseguir una mejor comunicación con el Monitor divino que reside en la mente humana [196:3.34], mis preguntas fueron: ¿están los grupos de estudio cumpliendo estos objetivos? ¿O están organizados y facilitados sin tener en cuenta ninguno de esos objetivos específicos?

A partir de esas conversaciones me di cuenta de que es necesario revisar los grupos de estudio si han de cumplir lo que los reveladores tenían en mente para ellos. Quizá crear grupos de estudio durante muchos años y volvernos complacientes sobre ellos nos haya hecho olvidar poco a poco su verdadero propósito e importancia, a la vez que los hacemos más intelectuales y sociales, en lugar de más progresivos y atractivos espiritualmente para una nueva generación de lectores.

No hay nada malo en los aspectos intelectuales o sociales de los grupos de estudio mientras no eclipsen su verdadero propósito. Durante muchos años no se ha hecho mucho para mejorar la organización de los grupos de estudio o sobre cómo deben gestionarse, y esto se ha justificado a menudo con que eran libres de llevar a cabo sus actividades sin interferencias de ninguna organización. Hoy creo que si los grupos de estudio han de tener éxito en su misión de revitalizar espiritualmente el mundo elevando la consciencia de la mayoría de sus habitantes, las organizaciones de Urantia y los anfitriones de grupos de estudio necesitan evaluar de nuevo el verdadero potencial de esos grupos y diseñar estrategias para hacer que sean más efectivos y atrayentes.

Si consideramos la denominación «grupo de estudio» como ejemplo, ¿qué nos viene a la mente? Para muchos se trata principalmente del aspecto intelectual del libro. Nuestras experiencias como estudiantes en las escuelas nos han condicionado a pensar en el estudio de una manera muy limitada; quizá haya que revisar este nombre para responder mejor a las necesidades y a la mentalidad de la generación actual de lectores. Llamarlos «grupos de estudio» quizá atraiga a las primeras generaciones de lectores, pero hoy día creo que es necesario reflexionar y hacer hincapié sobre su poder de transformación espiritual, no solo en su aspecto intelectual.

He aquí una descripción de la expresión «grupo de estudio» que encontré en Internet:

Un grupo de estudio es un pequeño grupo de personas que se reúnen regularmente para debatir sobre un mismo objeto de estudio. Podemos encontrar estos grupos en entornos de enseñanza secundaria y universitaria, en compañías y ocasionalmente en la enseñanza primaria. Las organizaciones de promoción profesional también pueden fomentar grupos de estudio. Cada grupo es único y se basa en los antecedentes y habilidades de sus miembros para determinar el material que se cubrirá. El líder que no está estudiando activamente el material suele dirigir actividades grupales. Algunas universidades establecen de forma activa programas de grupos de estudio para que los estudiantes se inscriban. Los grupos académicos típicos de nivel universitario contienen de 5 a 20 estudiantes y un administrador o tutor procedente del programa de posgrado o un estudiante de último año. Los grupos profesionales son a menudo más pequeños. [Wikipedia]

¿Refleja esta definición lo que estamos intentando lograr con los grupos de estudio de El libro de Urantia?

Modificar la denominación «grupos de estudio» sería solo el primer paso para mejorar la manera en que se perciben y lo que pueden conseguir. Esa modificación tendría que reflejar una orientación compatible con la misión espiritual así como su dimensión intelectual, a fin de ampliar nuestra concepción de la cosmología, la filosofía y la religión. También necesita reflejar su influencia espiritual transformadora y progresiva para abarcar actividades orientadas al servicio. No sin motivo los reveladores han sugerido expresamente que estudiemos los tiempos y la vida de Jesús para que aprendamos a ser luces vivas de la verdad.

Podéis predicar una religión acerca de Jesús, pero la religión de Jesús, forzosamente, tenéis que vivirla. [Documento 196:2.1, página 2091.10]

La integración de las enseñanzas de El libro de Urantia en la vida de los estudiantes debería ser una de las prioridades de todo grupo de estudio. Ese foco y orientación se vuelve necesario cuando nos esforzamos por cumplir la misión que nos dieron los reveladores. Muchas cosas entran en juego cuando aceptamos las responsabilidades que dicha misión nos exige, y hay muchas cosas que podemos hacer para vivir a la altura de esas responsabilidades en la medida de lo posible. Es necesario entregarse de manera sincera a la misión espiritual de El libro de Urantia si esperamos revitalizar, mejorar y modernizar los grupos de estudio.

«El futuro no se halla al alcance de (su) comprensión mortal, pero harían bien en estudiar diligentemente el orden, el plan y los métodos de progresión tal como fueron decretados por Miguel en su vida terrenal cuando el Verbo se hizo carne.» [El Mandato de Publicación]

En el movimiento Urantia de hoy día, los anfitriones de grupos de estudio son las luces espirituales que brillan en muchas partes del mundo; son los líderes y los instructores, lo comprendan o no. Tienen una enorme responsabilidad y, como hermandad, una reserva considerable de potencial y poder espiritual que puede ayudar a cambiar el mundo. Si pudiéramos imaginar y hacer realidad lo que los reveladores previeron en el potencial de los grupos de estudio, cada lector serio y estudiante de El libro de Urantia participaría en uno o sería el anfitrión de uno.

Las palabras que describen las cosas bellas no pueden conmover tanto como la visión de esas cosas, y las palabras de un credo tampoco pueden inspirar el alma de los hombres como la experiencia de conocer la presencia de Dios. [Documento 195:9.8, página 2083.4]

Los grupos de estudio deberían centrarse más en la integración progresiva de las enseñanzas. Necesitan incorporar el intercambio de experiencias que amplía los valores y significados de las lecciones que se estudian en el grupo. Dichas actividades abrirían la puerta a expresar nuestro potencial espiritual en nuestra vida diaria y podrían usarse para hacer más accesibles las enseñanzas para todos.

Si compartimos estas experiencias podemos explorar su influencia espiritual, progresiva y transformadora en nosotros mientras nos mantenemos centrados en las enseñanzas. Después de enseñar a sus apóstoles, Jesús los enviaba siempre a practicar y enseñar la lección que habían aprendido. De esta manera podían adquirir experiencia de primera mano sobre la integración de estas lecciones. Una vez hecho esto se reunían todos de nuevo y compartían lo que habían aprendido. Así fue como el Maestro organizó y gestionó el grupo de estudio de su tiempo.

Ahora tenemos acceso a muchas nuevas tecnologías que pueden ayudar enormemente a reunirnos en un grupo de estudio. A través de programas de Internet como Skype, Zoom o WhatsApp, es posible que los estudiantes y lectores aislados se reúnan a la hora que prefieran. El Directorio de Grupos de Estudio de El libro de Urantia tiene registrados más de 80 grupos de estudio virtuales en muchos idiomas distintos, a horas y días de la semana distintos. También hay grupos que disfrutan reuniéndose en persona y por Internet al mismo tiempo. Hay más de 400 grupos regulares en diferentes directorios gestionados por diferentes organizaciones.

Hay una plétora de ayudas al estudio actualmente disponibles que no lo estaban hace años. Estas ayudas al estudio pueden usarse para mejorar la eficacia de los grupos de estudio que ayudan a los estudiantes a visualizar conceptos difíciles o a comprender la organización del universo en sus diversas formas y expresiones. Se debería hacer el esfuerzo de traducir las mejores ayudas al estudio y tenerlas disponibles en el Directorio de Grupos de Estudio, de modo que los estudiantes de diferentes idiomas puedan beneficiarse del trabajo de otros lectores. Compartir en los boletines o en el Journal experiencias relacionadas con las enseñanzas es también una gran manera de dar vida a las enseñanzas de El libro de Urantia.

También hay otra responsabilidad que debe ser respaldada por cada estudiante y anfitrión de un grupo de estudio, que tiene que ver con compartir el libro y sus enseñanzas con el mundo exterior. ¿Qué mejor lugar que un grupo de estudio para aprender a hacerlo? Hoy día dependemos con demasiada frecuencia de las redes sociales para que hagan el trabajo por nosotros, o relegamos a las organizaciones este trabajo fundamental de nuestra misión común como defensores de la revelación. Quizás nuestra esperanza o nuestra impaciencia por ver cambios rápidos en la sociedad y en el mundo en general han frenado nuestro progreso en el respaldo de nuestro cambio espiritual e influencia individual. Necesitamos convertirnos en el cambio que queremos ver en el mundo; hacer lo contrario no es muy efectivo para nuestra misión.

Creer que El libro de Urantia cambiará el mundo por sí solo es una respuesta inmadura a lo que el libro contiene y representa: las enseñanzas deben cobrar vida dentro de cada uno de nosotros, necesitan integrarse para que seamos una expresión viva de sus valores. Antes de que un árbol pueda crecer y madurar, crece una red de raíces que serán el ancla vital de este árbol, que lo ayudarán a resistir la adversidad de los elementos; y a medida que el árbol madure, toda la tierra se beneficiará de sus numerosos frutos. Los grupos de estudio son lo mismo: son la red, las raíces espirituales que anclarán la revelación para resistir la adversidad de la ignorancia, el prejuicio y el miedo. Los participantes son las ramas que deben manifestar frutos espirituales.

Detengámonos en el hecho de que nos dieron esta revelación para los próximos mil años. Este es el tiempo que los reveladores prevén que será necesario para ser la palanca que llevará a este planeta a la próxima era. Entonces, ¿por qué tenemos prisa? He aprendido una buena lección en mi vida y es «hazlo bien la primera vez o tendrás que volver a hacerlo más adelante».

Lleva toda una vida dominar la calidad de vida, la calidad de pensamiento y la calidad de la adoración, y Jesús nos ha enseñado a hacerlo con el ejemplo de su vida. Para dominar estas tres cosas necesitamos adquirir la mentalidad cósmica y espiritual contenida en cada parte de El libro de Urantia, no solo en una de sus partes. Aquí es donde los grupos de estudio pueden ayudar, siempre y cuando sus anfitriones o facilitadores entiendan estos objetivos y se centren en hacerlos realidad.

Para que los anfitriones de los grupos de estudio cumplan estos objetivos, necesitan formarse en el arte de liderar, facilitar y enseñar. La red de grupos de estudio necesita ser reforzada y mejorada, necesita crecer y echar raíces en cada país del mundo y en todas las ciudades y pueblos de esos países. Hay posibles soluciones a esos retos pero muchas de ellas se encontrarán cuando se reúnan los anfitriones de grupos de estudio y se impliquen en compartir sus experiencias. Ellos pueden beneficiarse y aprender de esas experiencias, y las organizaciones pueden ayudar ofreciendo formación puntual y regular, así como lugares para reunirse.

Ver los grupos de estudio de esa manera, visualizar su verdadero potencial espiritual, nos da nuevas ideas sobre su papel y lo importantes que son para la misión de la revelación. Aislados o divididos a través de políticas organizativas o de orientación intelectual y espiritual divergente, los grupos de estudio no lograrán su verdadero propósito o, en el peor de los casos, disminuirán su atractivo para lectores y estudiantes por igual. Los buenos líderes e instructores del movimiento Urantia deberían surgir de grupos de estudio efectivos, grupos que se centren en el verdadero propósito de elevar intelectualmente (cósmicamente) y espiritualmente a sus participantes.

Recordemos que necesitamos ser el cambio que queremos ver en el mundo [Mahatma Gandhi]. Hasta que seamos la expresión viva de este cambio, el mundo seguirá girando como ahora. Por lo tanto invito a los anfitriones de los grupos de estudio y a sus participantes a que piensen y conversen en profundidad sobre las ideas que expreso en este artículo, con la esperanza de que en un futuro cercano todos podamos reunirnos y mejorar la forma en que los grupos de estudio podrían beneficiar la revelación.

 

¿Qué futuro les espera a los grupos de estudio?

Moustapha N’diaye (Senegal)

A mediados de los 70, guiados por nuestro mentor espiritual, una serie de amigos afines y yo comenzamos un nuevo viaje de despertar espiritual basado en las revelaciones de El libro de Urantia. Nuestro mentor, que había recibido su ejemplar de la «Cosmología de Urantia» directamente de un lector francés en los años 60, adaptó la orientación que nos ofreció a la realidad sociológica de Senegal en aquella época. El año 2000, unos veinticinco años después, descubrimos a otros grupos de estudio de otros lugares y comenzamos a trabajar con algunos de ellos.

Dos años antes, en diciembre de 1998, hablamos por teléfono con un fideicomisario de la Fundación Urantia. Un miembro de la Fellowship había contactado con el fideicomisario por aquel entonces en un esfuerzo por encontrar un contacto local en Dakar para ayudar con la misión de la Fellowship en África. Había planeado una breve parada en Dakar junto con su compañero para recoger un envío de ejemplares en inglés de El libro de Urantia que acababan de llegar desde el puerto de Marsella. Estos libros iban destinados a distribuirse en países africanos de lengua inglesa (Senegal es de habla francesa) y juntos habían planeado cruzar África para llevar a cabo su misión.

Debido a el fideicomisario no podía visitar Dakar por motivos de salud, organizó la visita del miembro de la Fellowship. Después de reunirse con nuestro mentor y con el grupo de estudio, este hombre interrumpió sus planes para poder pasar más tiempo con nosotros. De hecho se quedó como invitado en mi casa de Dakar durante un mes. En todo ese tiempo se unió a las reuniones diarias del grupo de estudio dirigidas por nuestro mentor. Antes de continuar con su misión nos hizo conocer otras actividades de grupos de estudio en todo el mundo y nos dio a cada uno un ejemplar de El libro de Urantia.

Desde su visita nuestro grupo de estudio ha recibido a visitantes de Francia, Bélgica, Holanda, Canadá y América, y esas visitas continúan a día de hoy. A su vez nuestro mentor, así como algunos de los miembros de nuestro grupo de estudio, han viajado a Dourdan (Francia), Ciudad del Cabo (Sudáfrica), Chicago (América), Montreal (Canadá), Medellín (Colombia) y más recientemente Ámsterdam (Holanda) y Acra (Ghana). La experiencia de estas visitas, junto con las numerosas y variadas conversaciones que he disfrutado con lectores de El libro de Urantia en francés e inglés durante las últimas dos décadas, me llevan a compartir en este artículo una visión de lo que bien podría ser la misión de los grupos de estudio de El libro de Urantia.

Antes de compartir con ustedes esta visión, es importante que antes les hable un poco sobre Senegal y nuestro grupo de estudio de Dakar.

Senegal es un país mayoritariamente musulmán, y los cristianos (incluyendo los miembros de las recientes órdenes evangélicas emergentes) suponen un 10% de la población. La sociedad senegalesa se caracteriza por la coexistencia pacífica de las comunidades religiosas y la práctica fraterna del islam, que defiende la tradición social de aceptación del otro.

En cuanto a nuestro grupo de estudio, conocimos a nuestro mentor cuando éramos estudiantes universitarios. Nuestro entorno era musulmán, pero ser musulmán o cristiano no tenía importancia. Lo importante era reconocer la «consciencia de Dios» que caracterizaba a nuestro maestro.

Durante varios años nos implicamos en sesiones de preguntas y respuestas con él, en un esfuerzo por comprender ese «algo más». En última instancia, estas sesiones nos llevaron a pedir que explicara con más detalle las creencias que practicaba. Y así nuestro profesor se convirtió en nuestro mentor espiritual y comenzó a presentarnos las revelaciones de El libro de Urantia. Esto fue en 1981. Para cuando recibimos al visitante de la Fellowship nuestro grupo de estudio tenía más de cincuenta personas.

Nuestro mentor adaptó sus enseñanzas al carácter predominantemente musulmán de Senegal a medida que nos guiaba paso a paso a través de los mensajes de El libro de Urantia. Ofreció a los recién llegados a nuestro grupo de estudio unos tres años de la misma orientación antes de confiar su desarrollo espiritual a miembros del grupo más antiguos, siempre bajo su supervisión.

Desde que comenzamos a estudiar El libro de Urantia, miles de personas afines que no estaban en nuestro grupo de estudio han recibido la misma orientación espiritual de nuestro mentor y nuestros miembros por igual. Esta orientación tomó la forma de seminarios, estudios temáticos, sesiones de preguntas y respuestas y testimonios. Las lecciones estaban siempre basadas en las enseñanzas de El libro de Urantia y se organizaban para mostrar la manera en que la consciencia espiritual puede llevar al hombre a Dios (el libro presenta a Dios al hombre en tres partes y termina en su cuarta parte con una presentación del «Hombre-Dios» o «Dios-Hombre»). Una vez preparado mediante la experiencia personal, el tutor y la fuerza espiritual del grupo, cada estudiante recibía su ejemplar de El libro de Urantia.

Este enfoque facilita comprender de El libro de Urantia y también evitar las dificultades que en ocasiones parecen inevitables para los que lo reciben sin estar preparados para sus verdades. En muchos de nosotros hace que cultivemos también una vocación espiritual.

La sesión introductoria del grupo de estudio siempre aborda la relación personal del individuo con Dios. Esta presentación está especialmente diseñada para que, si un estudiante elige no continuar con el grupo, esté lo suficientemente preparado para continuar su búsqueda espiritual de manera independiente bajo la guía de su Ajustador.

La presentación de nuestro grupo sobre la oración siempre ha sido voluntaria. Si los estudiantes lo desean, pueden participar en oraciones colectivas semanales (que desde entonces se han hecho diarias). Estas oraciones siguen un examen en profundidad de los temas que los miembros sugieren, en particular en lo que respecta a la sociedad y la humanidad. Este examen siempre se basa en el plan subyacente de Dios para Urantia. Para cuando llegamos a la presentación sobre el Supremo, los estudiantes pueden elegir dirigir la discusión si así lo desean.

Actualmente los miembros de nuestro grupo que han descubierto una vocación espiritual trabajan con sus estudiantes para desarrollar planes de estudio continuos. Durante los últimos quince años estos maestros experimentados se reúnen semanalmente para revisar sus actividades, planificar reuniones para el grupo principal y organizar nuestra interacción con lectores de otros países, a menudo mediante la tecnología de Internet. Muchos de nosotros también participamos en actividades de la Asociación Urantia, incluidas reuniones internacionales, así como en la Escuela de El Libro de Urantia de Internet y en los eventos de la Fundación Urantia.

Dada esta descripción de nuestra experiencia de unos cuarenta años como grupo, junto con la experiencia enriquecedora que proporciona nuestra colaboración de veinte años con grupos de estudio de diferentes continentes, nos gustaría compartir nuestra visión de una «Segunda Liga» que los grupos de estudio podrían seguir. Pero lo primero es lo primero.

Los grupos de estudio deben seguir una «Primera Liga» que depende necesariamente del mensaje de la quinta revelación de época: El libro de Urantia. Esta etapa puede durar varios años, en particular cuando consideramos la composición siempre cambiante de la membresía dentro de un grupo de estudio. Durante esta «Primera Liga» debemos tener siempre en cuenta que la aportación de la revelación va mucho más allá de comprender los conceptos intelectuales y espirituales de El libro de Urantia. Esta primera etapa, iluminada por los frutos divinos del espíritu, nos conduce a través de todos los niveles de realidad no solo de nuestro «ser» sino también de todos los «seres de buena voluntad». Estos frutos espirituales transmutan nuestra naturaleza humana hacia lo divino al conectarse progresivamente con el ejemplo y las enseñanzas de las personalidades reveladoras que escribieron El libro de Urantia. Según nuestra experiencia, la verdadera comprensión de los conceptos espirituales es, en primer lugar, el resultado de una experiencia personal interna, y las enseñanzas de El libro de Urantia nos dan las claves que aseguran nuestro éxito. Consideremos el ejemplo transmitido en la cuarta parte, la vida y las enseñanzas de Jesús, que proporciona la inspiración para iluminar la consciencia de Dios dentro de cada uno de nosotros y que sirve como polo de atracción para los demás.

A través del mensaje de El libro de Urantia aprendemos cómo podemos y debemos creer en Dios con una comprensión más profunda. Aprendemos que Dios nunca deja de revelarse en nuestra vida diaria y la experiencia de esta verdad demuestra cómo Dios confía en nosotros y en nuestra capacidad para conocerlo. Los reveladores también nos recuerdan las responsabilidades que surgen de esta experiencia: nuestra responsabilidad del deber hacia la humanidad y hacia Dios, así como una tercera y sagrada obligación de servicio a la hermandad de los creyentes que conocen a Dios. Este recordatorio es importante y vital para la supervivencia del grupo de estudio, y necesitamos vivir y compartirlo más plenamente.

Más allá de cualquier otra consideración, siempre debemos tener en cuenta que, en el Ajustador del Pensamiento, todos tenemos un fragmento divino en nuestras vidas que nos guía a diario. Junto con nuestro Ajustador, el Espíritu de la Verdad nos hace darnos cuenta de que nuestra consciencia humana nos une en nuestra consciencia de Dios de más formas de las que imaginamos. Paso a paso debemos dar cada vez más importancia a los grupos de estudio, ya que despiertan una nueva visión del mundo a través de sus actividades verdaderamente espirituales, transformadoras y prácticas.

Debido a que esta visión puede ser muy personal al principio, comienza dentro de nosotros mismos y continúa con el servicio a nuestro prójimo. Este proceso comienza dentro de los grupos de estudio a través de tres actividades que iluminan nuestra conciencia espiritual y cultivan una colaboración consciente con nuestros Ajustadores. Son la adoración, la oración y el servicio. Todos ellos activan las influencias espirituales que nutren nuestra alma y alimentan nuestra consciencia superior. Grandes sectores de la humanidad suelen descuidar estas tres actividades importantes por muchas razones. Las enseñanzas de El libro de Urantia resumen y aclaran esas razones y nos ayudan a reintegrar la adoración, la oración y el servicio en el centro de nuestra experiencia espiritual de la relación del hombre con Dios.

Creemos que no existe ningún requisito previo particular que impida nuestra entrada en este proceso gradual. Las experiencias que compartimos con otros dentro de la comunidad Urantia, independientemente de las diferencias culturales, raciales o religiosas, solo refuerzan esta creencia. Tomar consciencia del origen divino y de la finalidad espiritual que todos compartimos es suficiente para fundamentar nuestra búsqueda y nuestras iniciativas dentro de un marco de amor a nuestro prójimo y de servicio a nuestros semejantes. En el espíritu derramado del Hijo Maestro y en nuestra alma, el amor al prójimo y el servicio a nuestros semejantes son en realidad la misma verdad.

Recordemos simplemente lo siguiente: la adoración refleja nuestra naturaleza espiritual en el mundo de hoy. La oración nos conecta con realidades objetivas poderosas en los niveles espirituales de la experiencia humana y puede cambiar a familias y naciones enteras. El servicio revela nuestra relación con Dios a través del Supremo. La luz interior, que es el camino, la verdad y la vida, nos equipa bien y está preparada para ser nuestra guía.

Creemos que los grupos de estudio ya tienen la diversidad necesaria para prepararse para el despertar espiritual de la humanidad. Cuando agregamos una dimensión de coordinación y armonía a las actividades presentes del grupo de estudio, basada en los ejercicios espirituales transformadores cuyo éxito está garantizado por el Espíritu de la Verdad, podemos cumplir la promesa del Hijo Maestro que nos asegura que todos podemos hacer eso y más.

Con este fin hemos renombrado nuestro grupo de estudio de Dakar a «Grupo de investigación de la sabiduría progresiva y divina». Este nombre refleja mejor nuestra meta, que es hacer crecer nuestra naturaleza divina mediante la relación con el Ajustador por un lado y la voluntad manifiesta del Supremo por otro.

Junto con el Hijo Maestro, el Dios que está dentro de nosotros y el Supremo que nos rodea, reconozcamos todos el plan divino de nuestro Padre. Asumamos el honor, el privilegio y la alegría de vivir y compartir su plan en estos tiempos modernos y a menudo problemáticos. Asumamos la tercera y sagrada obligación de servicio a la hermandad de los creyentes que conocen a Dios. Creemos que la elección del libre albedrío para hacer estas cosas abre la puerta de la «Segunda Liga» a los grupos de estudio. Esta visión puede muy bien ser la misión de los grupos de estudio de El libro de Urantia en el futuro.

Paz dinámica y viva

Moustapha N’diaye (Senegal)

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. [Filipenses 4:7]

Oh, concede a tu pueblo Israel una gran paz perpetua, pues tú eres el Rey y el Señor de toda paz… Bendito seas, Yahvé, que bendices con la paz a tu pueblo Israel. [Documento 150:8.7, página 1685.5]

La paz sea contigo. Y con tu espíritu.

Introducción

¿Quién de nosotros se ha tomado una pausa para reflexionar sobre el familiar saludo y respuesta de «La paz sea contigo. Y con tu espíritu»? Este trabajo se basa en experiencias y entendimientos personales, en testimonios de quienes colaboraron en su redacción y en un examen de la literatura religiosa del Lejano Oriente (particularmente los escritos del hinduismo, el taoísmo y el budismo), para hacer exactamente eso: tomarnos una pausa y reflexionar sobre la paz dinámica y viva. Esta reflexión se basa explícitamente en las enseñanzas de El libro de Urantia y en el ejemplo proporcionado por la vida de Jesús tal como se relata en la cuarta parte.

Tenemos dos objetivos. El primero es determinar en qué medida los agentes humanos y superhumanos contribuyeron a esta paz tan deseada, a pesar de las inesperadas consecuencias derivadas de las vicisitudes de nuestra historia planetaria. Y el segundo, comprender cómo nuestra experiencia con las enseñanzas de El libro de Urantia revela los innumerables problemas del mundo moderno, la relación de esos problemas con la falta de paz dinámica y viva, y las aportaciones prácticas que esta revelación puede ofrecer para que se resuelvan.

Nuestra observación inmediata a partir de esta reflexión identifica un malestar profundamente arraigado que caracteriza los tiempos modernos. Este malestar, al que nos referimos como «estrés», tiene múltiples fuentes, a menudo insospechadas. Es el resultado de conflictos externos y perturbaciones internas que impregnan cada vez más nuestras vidas personales y la sociedad en general. La globalización y el entrelazamiento de las instituciones económicas, culturales, políticas, religiosas y sociales hacen de este malestar uno de los peligros más extendidos a los que nos enfrentamos.

Este peligro es el resultado de la disminución de nuestro sentido de los valores, una disminución que hace que la vida misma parezca no tener sentido. Se evidencia por actos cada vez más aterradores de comportamiento antisocial como el suicidio colectivo, el asesinato en masa y la trivialización de la vida. Esta situación sin precedentes requiere soluciones sin precedentes.

Las preguntas son: ¿cómo dar sentido a la vida? ¿Qué puede traer la paz para conseguirlo? ¿Y cuál debería ser la naturaleza de esta paz?

El concepto humano y básico de paz

En pocas palabras, opino que los hombres y mujeres que no están en paz consigo mismos debido a este estrés tienden a gravitar hacia los que perciben que están más en paz. Instintivamente saben que esas personas los comprenderán y obtendrán consejos relajantes y libres de juicio. Bajo esas circunstancias la experiencia se convierte en el dato maestro para adquirir paz.

El entendimiento suprahumano de la paz

Si bien la paz es tanto el estado natural como la característica definitoria del Espíritu, solo a través de la revelación (autorevelación o revelación de época) y de la experiencia espiritual personal  llegamos a comprender su propósito y alcance.

La paz en su forma externa y social es un proceso dinámico que está marcado por las influencias de los Hijos divinos, ya que se integra en la dinámica de las religiones evolutivas. Del mismo modo que los hombres y las mujeres estresados buscan el consejo de los que parecen estar más en paz, el plan de Dios proporciona una tutoría experimentada que nos ayuda a afrontar los desafíos que surgen cuando nos alejamos de la seguridad divina que solo la paz viva y dinámica puede conferir.

La paz individual y colectiva en la tierra no solo está impulsada por el esfuerzo humano sino también por el ministerio de personalidades suprahumanas. Estas personalidades fomentan que se aprecie cada vez más profundamente la vida y la paz dinámica a medida que se desarrollan las eras planetarias.

Por desgracia, las personas tienden con demasiada frecuencia a lidiar con las perplejidades de la vida sin incluir al Espíritu en sus esfuerzos. Es lamentable porque parece que la paz es la naturaleza y el atributo definitorio del Espíritu.

Aunque la paz del Señor no se ha convertido todavía en el estado natural de nuestra vida social, a medida que cada era planetaria se desarrolla bajo el ministerio de los Hijos del otorgamiento planetario nos alejamos paso a paso de las edades primitivas de la humanidad (caracterizadas por el miedo y la ignorancia, y sus consecuencias) hacia ese momento en el que todos podamos disfrutar de la paz espiritual en la tierra.

La paz no es el estado natural de los reinos materiales. Los mundos llevan a cabo por primera vez «la paz en la Tierra y la buena voluntad entre los hombres» gracias al ministerio de las almas seráficas de la paz. [Documento 39:5:5, página 437.4]

Esto implica que las «Almas de la Paz» siguen durante varias eras de estabilización a medida que la evolución de la humanidad se alinea con el plan divino.

La guerra es el estado y la herencia naturales del hombre en evolución; la paz es la vara social que mide el progreso de la civilización. [Documento 70:1:1, página 783.4]

Las eras planetarias están coordinadas en el espacio, integradas en el tiempo y unificadas por el Espíritu en la eternidad. Se manifiestan en aportaciones sucesivas individuales y colectivas hasta la manifestación gradual de la eternidad en el tiempo, hasta el eterno ahora.

Planificado por el Espíritu e implementado por los diferentes Hijos de otorgamiento planetario, el descubrimiento individual progresivo de la paz es el resultado de esta evolución. Para el individuo su resultado final es la fusión con el Ajustador interior y el progreso hacia las eras de luz y vida.

Los otorgamientos planetarios y la paz

Es imposible sondear el estado actual del mundo y considerar soluciones duraderas para la paz sin tener en cuenta la historia del planeta y los mecanismos divinos de la creación.

La era del Príncipe Planetario

Es típico que cada otorgamiento planetario de un Hijo divino traiga consigo los componentes básicos que contribuyen al establecimiento individual y colectivo de esta paz. Entre otras cosas, la era del Príncipe Planetario debería permitir a la humanidad dominar las fuerzas de la naturaleza, sentar las bases del conocimiento científico y establecer una paz que brinde la seguridad material a todas las personas sin distinción de lugar. ¿Pero recibió nuestro planeta, que es excepcional, el beneficio de este otorgamiento?

Los reveladores nos informan de que, a principios del siglo XX, esos beneficios, que no se habían establecido en la mente del hombre primitivo, se están redescubriendo unos 300.000 años después [66: 5.18]. El hombre primitivo simplemente no poseía el conocimiento requerido para establecer la seguridad material necesaria para que nuestro planeta se beneficiara de la paz que la era del Príncipe Planetario suele otorgar a los mundos evolutivos. Este retraso prolongó el reinado del miedo y la ignorancia al que el ministerio del Príncipe Planetario suele poner fin. Las desastrosas consecuencias de la rebelión de Lucifer y el trabajo experimental de los Portadores de Vida agravaron las complicaciones y los obstáculos que contribuyeron a este fracaso.

La era del otorgamiento adánico (Adán y Eva)

La misión principal del otorgamiento adánico fue mejorar el potencial evolutivo de la humanidad. Esta misión tenía la intención de unificar biológicamente a las razas humanas y acabar borrando todo rastro de racismo. Esta mejora habría hecho que la naturaleza humana fuera más sensible a las influencias moronciales y espirituales.

Debido a la falta, el otorgamiento adánico fracasó en su misión y dio como resultado que hubiera un déficit de sangre violeta necesaria para mejorar la salud, un retraso en el resultado espiritual de las razas a través de una mayor sensibilidad a la moroncia y complicaciones graves en los aspectos culturales y políticos que afectan a nuestras vidas hoy día. Estos fracasos complicaron aún más el establecimiento de la paz.

La influencia de la rebelión de Lucifer

Los problemas filosóficos y los errores espirituales que surgieron de la rebelión de Lucifer agravaron los problemas sociales relacionados con los fracasos del Príncipe Planetario y del otorgamiento adánico.

La declaración de Lucifer de que la personalidad del Padre Universal no existe y es un mito inventado por los Hijos paradisíacos [53: 3] ha dejado huellas muy profundas y sigue siendo tangible incluso ahora en el siglo XXI. Entre otras cosas esta proclamación dio como resultado que disminuyera la fe viva (especialmente la adoración y la oración) y que se perpetuaran los miedos ancestrales que niegan eficientemente la meta final del destino. ¿Cómo podemos adorar a un Padre que no existe? ¿Cómo podemos orar al hijo de un Padre ficticio? Todo lo que queda es una ciencia y una religión desconectadas en gran parte de sus raíces vivificantes.

La proclamación de la «igualdad de la mente» y la «hermandad de la inteligencia», por no mencionar la contradicción de la designación de Caligastia a Lucifer como «Dios de la Libertad», se sumó a la disminución del espíritu y trabajó para separar a la humanidad de cualquier otra cosa que no fuera una dimensión meramente intelectual desprovista de cualquier perspectiva de logro espiritual. Las influencias de Lucifer nos han atrapado en tautologías infructuosas que, a pesar de los notables esfuerzos de los profetas y otros educadores espirituales, llevaron a la ausencia de conciencia espiritual y dieron un gran golpe a nuestra cosmovisión. Sin embargo, como veremos con más detalle, estos problemas filosóficos y errores espirituales no borraron el concepto de la paternidad de Dios o la hermandad del hombre de la consciencia humana.

Calificar el «plan de adoración» de estratagema para servir a las ambiciones de los Hijos paradisíacos abrió la puerta a varias alternativas perversas a la adoración, que comprenden diversas formas de ocultismo, esoterismo, espiritualismo, canalización y otras prácticas de culto que atraen a almas perdidas y sedientas de salvación. Si la humanidad tuviera los medios para investigar el misterio del plan divino no existiría el deseo de perseguir estas formas degradadas de misterios de culto.

Maquiventa, Miguel y la quinta revelación de época

Consideremos el impacto de la tercera, cuarta y quinta revelación de época, que combinamos por las siguientes razones:

    1. Maquiventa (tercera revelación de época), guiado por uno de los Ajustadores más experimentados de Nebadón, llevó a cabo una misión de emergencia con el fin de prepararnos para el séptimo otorgamiento de Miguel de Nebadón, que se encarnó como Josué ben José (cuarta revelación de época).

Josué ben José, el bebé judío, fue concebido y nació en el mundo exactamente igual que todos los demás bebés antes y después que él, salvo que este bebé en particular era la encarnación de Miguel de Nebadon, un Hijo divino Paradisiaco y el creador de todo este universo local. [Documento 119:7:5, página 1317.1]

2. El Ajustador del Pensamiento que guió la mente de Maquiventa sirvió también a Josué ben José y ahora está personalizado como Jefe de los Ajustadores personalizados de Nebadón.

3. El título de «Príncipe Planetario» conferido a Miguel de Nebadón tras su séptimo otorgamiento fue delegado a Maquiventa que, junto con los veinticuatro consejeros, sirve ahora a Miguel en el consejo de Príncipes Planetarios de Satania.

Además, ahora valoramos más plenamente la contribución al plan para el establecimiento de la paz divina que resultó de la petición hecha por una comisión de doce intermedios planetarios en los tribunales del superuniverso. Su petición dio como resultado la quinta revelación de época, cuarta parte incluida: La vida y las enseñanzas de Jesús.

Situación actual: ¿qué paz?

Las conclusiones que hemos obtenido hasta ahora nos ayudan a comprender cómo y por qué los hombres han perdido el verdadero significado de la paz espiritual a pesar de la inspiración de los profetas registrada en los textos religiosos a lo largo del tiempo y la autorrevelación que emerge a través de la reflexión meditada. A partir de aquí, este ensayo intenta coordinar la idea humana que ha sobrevivido de la paz con la verdad divina de la expresión del Espíritu en la humanidad.

La paz en las tradiciones y religiones humanas

Es digno de destacar que la idea de la paz que ha sobrevivido lo ha hecho gracias a los grandes esfuerzos de personas que, inspiradas por Dios, avanzaron e instalaron la seguridad material necesaria para la paz espiritual.

Las tradiciones judeocristianas e islámicas

El salmo 46 es un versículo popular que nunca falla en traer consuelo a estos tiempos estresantes. Su mensaje inspira nuestros esfuerzos para hacer realidad la paz del Señor, la expresión divina del amor.

Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar;
Aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah.
Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios, el santuario de las moradas del Altísimo.
Dios está en medio de ella; no será conmovida. Dios la ayudará al clarear la mañana.
Bramaron las naciones, titubearon los reinos; Dio él su voz, se derritió la tierra.
JEHOVÁ de los ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah.
Venid, ved las obras de JEHOVÁ, que ha puesto asolamientos en la tierra.
Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra. Que quiebra el arco, corta la lanza, y quema los carros en el fuego.
Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.

La expresión «Estad quietos y conoced que yo soy Dios» está resaltada porque es uno de los versículos de la Biblia más conocidos y queridos. Este versículo es en realidad más una llamada de atención para estar asombrado que una suave llamada para descansar. Comprender su mensaje nos permite acercarnos y comprender las obras inspiradas en Asia que se analizan más adelante en este ensayo.

Podríamos trazar un paralelismo entre este salmo y el siguiente extracto de El libro de Urantia:

Una de las características más asombrosas de la vida religiosa es esa paz dinámica y sublime, esa paz que sobrepasa toda comprensión humana, esa serenidad cósmica que revela la ausencia de toda duda y de toda agitación. Esos niveles de estabilidad espiritual son inmunes a la decepción. Tales personas religiosas se parecen al apóstol Pablo, que decía: «Estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni los poderes, ni las cosas presentes, ni las cosas por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa podrá separarnos del amor de Dios.» [Documento 100:6:6, página 1101.1]

Podemos medir el carácter poderoso de esta paz incluso frente a las mayores decepciones imaginables. Nuestra búsqueda de esta paz solo es posible si reconocemos a Dios en nosotros mismos.

Este salmo y El libro de Urantia observan que la paz dinámica y viva surge en este mundo problemático cuando el alma intenta primero encontrar la paz para que todo lo demás encaje en su lugar, más que esperar encontrar la paz después de que todo encaje en su lugar.

Cuantos más nos convertimos en personas de paz, más pacífica se vuelve la sociedad. Un hombre de paz no es solo un hombre en paz sino también un hombre que da paz allá donde se necesite con su sola presencia. Una persona así brilla como el sol que ilumina los objetos solo con su presencia. Si la paz es proporcional al número de personas que están en paz consigo mismas, cada persona que se esfuerza por lograr la paz personal se convierte en una luz brillante para transformar a otra.

Somos pacificadores naturales a través de la cooperación con nuestro Ajustador. La vida y las enseñanzas de Jesús dan ejemplo de que este impulso para restaurar la armonía allá donde falta nos convierte en pacificadores y contribuye a nuestro crecimiento espiritual. Jesús nos ha mostrado la verdad del amor inquebrantable de Dios al superar los obstáculos de la vida y manifestar la voluntad de Dios.

Nuestra mente y nuestro ser material son adaptaciones temporales y espaciales del Espíritu. A través del don de la divina personalidad para nosotros, guiado por el segundo don del Ajustador del Pensamiento, Dios participa en la construcción de la paz a través de nuestras acciones. Esta construcción de la paz se completa una vez que nuestro Ajustador del Pensamiento se personaliza a través de la fusión con la personalidad a la que guía. Esta fusión solo puede ocurrir cuando nuestra naturaleza humana se alinea completamente con lo divino que hay en nuestro interior. La paz que solo Dios puede conferir se convierte en el medio y el resultado de esta fusión.

Debido a que los otorgamientos planetarios de un Hijo Divino y de un Adán no pudieron proporcionar los componentes básicos necesarios para la construcción oportuna del «plan divino» de Dios, debemos confiar en otras influencias para compensar esos fallos y ayudar a que se instale la paz en la tierra. ¿Cuáles son esas influencias? El Espíritu de la Verdad, la actividad del Supremo y el ministerio de nuestro muy capaz Ajustador del Pensamiento.

Esas influencias del Padre, el Hijo y el Espíritu pueden llevar a que se instale una paz viva y dinámica, siempre que tomemos la decisión voluntaria de que se haga la voluntad de nuestro Padre a través de la adoración, la oración y el servicio.

Las tradiciones inspiradas en Asia

Podríamos decir que la mentalidad asiática se basa en la noción de sincronía entre lo material y lo divino, lo que podría explicar las diferencias en la filosofía asiática en comparación con la cosmovisión occidental, que está más orientada a las causas.

Introducción

Por lo general, las tradiciones religiosas del Lejano Oriente abordan un requisito profundo para (re) conectarse con el sentido más profundo de nuestro ser interior, de modo que nuestra búsqueda de la paz pueda ayudarnos a encontrar el «nirvana». Los grandes maestros que han dominado esta tradición exhortan a sus seguidores a meditar y actualizar así las potencialidades que se hallan en lo más profundo de su ser. Pero este enfoque interno los hace huérfanos si partimos de la comprensión completa de un Padre personalizado que está en lo profundo de nuestro ser y en toda la creación al mismo tiempo. Es la percepción de esta presencia divina la que nos impulsa en nuestra búsqueda sublime.

La principal razón para centrarse en el interior y omitir todo lo demás proviene de la filosofía hindú y de que los brahmanes rechazaron el evangelio de Salem que Maquiventa Melquisedec intentó introducir [Documento 94:1.5]. El libro de Urantia nos dice que este rechazo estuvo motivado por la obsesión indoaria de preservar los privilegios de la casta de los brahmanes y su sentido de identidad racial [Documento 94:2.1].

Este «omitir todo lo demás» les privó de comprender la idea de una deidad personalizada. La poderosa filosofía que produjo tuvo un efecto similar en las filosofías orientales posteriores. En consecuencia, tanto el hinduismo como el budismo carecen de una comprensión simple y clara de la personalidad del Padre Universal que presentaron los misioneros de Salem y confirmó Miguel de Nebadón en su séptimo ministerio de otorgamiento.

… El concepto del Buda Absoluto es a veces casi personal, a veces totalmente impersonal — e incluso una fuerza creadora infinita. Aunque estos conceptos son útiles para la filosofía, no son vitales para el desarrollo religioso. Incluso un Yahvé antropomórfico tiene un valor religioso mucho mayor que el Absoluto infinitamente lejano del budismo o del brahmanismo. [Documento 94:11.12, página 1040.3. Negrita añadida]

El nirvana y la paz espiritual

Aunque carecen del reconocimiento de una deidad personalizada, y a pesar de las vicisitudes de la historia, estas filosofías basadas en Asia todavía llegaron a una comprensión profunda del Ser. Sin embargo, al no reconocer que este Ser surge de una deidad personalizada, el Padre, no han logrado comprender del todo la realidad del Ser.

Si bien su comprensión incompleta resalta conceptos y nociones muy importantes en su relación con el autoconocimiento (conócete a ti mismo), también puede llevar a conclusiones erróneas. Las conclusiones que generalmente surgen de estos esfuerzos meditados sugieren que la muerte del ego conduce al nirvana (la consciencia de la presencia en el eterno ahora) y a la disolución del yo en una forma de consciencia impersonal. Esta noción de consciencia impersonal (en otras palabras: consciencia no personalizada) puede ser problemática.

El problema surge de la lógica estricta de estas filosofías, una lógica que omite cualquier consideración de un Padre personalizado. Huérfanas de esta manera, estas filosofías no pueden profundizar en la naturaleza completa del ser, y aunque pueden conducir a un estado de paz comparable tienden a empujar al individuo a un aislamiento prolongado.

Los cortos períodos de retiro del escenario activo de la vida pueden no ser gravemente peligrosos, pero el aislamiento prolongado de la personalidad es sumamente indeseable. [Documento 100:5.8, página 1099.6]

Este aislamiento, que se considera necesario para dominar al yo compulsivo, puede terminar disociando al discípulo, lo que hace difícil conciliar el estado confuso actual de la sociedad con la paz sublime que el seguidor puede lograr a través del aislamiento personal. Simplemente no hay un puente que conecte la brecha cada vez mayor entre los dos. Los seguidores de estas filosofías suelen elegir pasar sus vidas como ermitaños, quizás venerados por la sociedad en general, pero no necesariamente al servicio de la humanidad. Podrían correr el riesgo de responder involuntariamente al grito de autoafirmación con su llamada a una precedencia de la mente que los separe del reconocimiento y la participación compartida y consciente con el espíritu del Padre.

La meditación que se concentra en la respiración, en un pensamiento o en una observación fija contrarresta nuestra predilección por el pensamiento convulsivo. Sin embargo, aquello a lo que nos referimos burlonamente como «mirarnos el ombligo» no puede ni debe ser un fin en sí mismo, no puede producir ni reemplazar la meditación en adoración ni la comunión con el Espíritu interior que motiva la búsqueda de los que son intuitivamente conscientes de la presencia personalizada de lo divino en su interior.

Lecciones de los supervisores planetarios

Ministerio de Maquiventa

Maquiventa exhortó a sus discípulos a llevar el mensaje del evangelio de Salem lo más lejos posible. A pesar de que se alteró durante los siglos siguientes, sus discípulos llevaron este mensaje a todo el mundo conocido.

Excepto en el Lejano Oriente, donde la reacción del brahmanismo como escudo contra las enseñanzas de Salem resultó ser perjudicial para su mensaje, las enseñanzas de Melquisedec se convirtieron en el principal vínculo unificador de las tradiciones religiosas humanas antes de la encarnación de Miguel de Nebadón como Josué ben José.

El derramamiento de Miguel

Las siguientes iniciativas que Jesús llevó a cabo habrían ayudado sin duda a extender el evangelio del reino al Lejano Oriente:

  • El periodo de formación de dos años al joven de la India, Ganid, que probablemente proporcionó una bienvenida saludable al evangelio del Padre por parte de las filosofías del Lejano Oriente que se habían quedado huérfanas del concepto de Padre.
  • Las enseñanzas de Urmia, que expandieron la comprensión religiosa que podría haber ayudado a divulgar las tradiciones de la versión oriental del cristianismo, que era menos belicosa que la versión occidental.
  • La influencia del grupo de Abner de Filadelfia, que dio como resultado «La versión oriental del mensaje de Jesús» [Documento 195:1.11].
  • La quinta revelación de época y el ministerio actual.

Después de los ministerios respectivos de Maquiventa y Miguel de Nebadón y de sus aportaciones a la filosofía de los pueblos de Tierra Santa, Dios Supremo toma estos esfuerzos y llama a todos los Hijos de Dios a que continúen este ministerio, pues En todo el extenso universo, nunca se pierde nada que tenga un valor de supervivencia [Documento 109:3.2].

Es interesante que los reveladores nos digan que lamentan enormemente que las enseñanzas de Abner, que eran en muchos aspectos más fieles al mensaje de Jesús, no prosperaran en las tradiciones posteriores del cristianismo occidental.

La paz de Jesús

La verdadera paz nos libra de los sufrimientos del pasado y nos libera de las ansiedades del futuro, incorpora la experiencia ganada con las lecciones del pasado a la visión de un futuro mejor que restaura nuestras razones para vivir. Esta realidad solo puede ser consagrada en el presente, en el eterno ahora, siempre que:

  • Las lecciones de fracasos anteriores se hayan aprendido y corregido mediante la adoración y la guía de la presencia divina interior.
  • La vida diaria integre la fe que reside en el alma mediante la adoración y la oración con el servicio en el presente, en el eterno ahora.
  • Sea nuestra voluntad que se haga la voluntad del Padre.

La encarnación de Miguel de Nebadón como Josué ben José proporciona el ejemplo perfecto de paz dinámica y viva. Este ejemplo es especialmente necesario porque, como consecuencia de las faltas de las rebeliones y los otorgamientos, fuimos privados de los componentes básicos que contribuyen al desarrollo de esta paz. No hemos alcanzado el estado esperado según lo previsto por los «Hijos divinos» que está presente en otros lugares de la edad actual del universo porque no hemos recibido satisfactoriamente estos componentes básicos. Sin ellos nuestro mejor recurso se encuentra en la presión espiritual desde arriba, que se beneficia de un Padre al que nunca le faltan recursos.

El derramamiento del Espíritu de la Verdad en Pentecostés, que siguió al séptimo otorgamiento de nuestro Hijo Creador, proporciona la levadura esencial y marca el momento en que dejan de compartimentarse los destinos individuales y su integración perfecta en los planes de Dios Supremo para el servicio eterno. El derramamiento del Espíritu de la Verdad, combinado con la guía de nuestro experimentado Ajustador, nos ayuda a superar las desventajas, las insuficiencias y los obstáculos heredados de eras pasadas, y nos lleva en última instancia a una nueva era en la evolución de la historia de nuestro planeta.

Lecciones que aprender

Recordemos las enseñanzas de El libro de Urantia, que incluyen lo siguiente:

En el estudio de la individualidad, sería útil recordar:

    1. Que los sistema físicos están subordinados.
    2. Que los sistemas intelectuales están coordinados.
    3. Que la personalidad está superordenada.
    4. Que la fuerza espiritual interior es potencialmente directiva. [Documento 112:2.1, página 1227.10]

Recordemos también que estamos bendecidos con algo más que una simple consciencia animal, estamos dotados con una consciencia atenta de lo divino: la consciencia de Dios en el primer nivel, la búsqueda de Dios en el segundo, y en el tercer nivel, la voluntad de parecernos a Dios.

Para los que son particularmente sensibles a ello, esta consciencia de Dios busca expresarse más allá del núcleo interior de nuestro ser con una sensación real de urgencia. Sin embargo, cuando se limita a la mente por falta de aptitud, se comprende poco y suele dar lugar al humanismo e incluso al ateísmo.

No obstante, el Espíritu de la Verdad está siempre ahí para asegurar que el hijo pródigo regresa a casa una vez superadas las ilusiones de la mente que nos separan de la realidad del ser.

He aquí algunos puntos finales sobre los que reflexionar:

  • La iluminación se extiende más allá del pensamiento a través de la revelación.
  • La santificación asegura que «es nuestra voluntad que se haga la voluntad de Dios».
  • La búsqueda de la santificación es la respuesta positiva al mandamiento «Sed perfectos como yo soy perfecto».
  • La paz que fluye como fruto del espíritu eleva siempre al alma frente a las tormentas y a la inercia del ego.
  • La iluminación solo se convierte en una herramienta de santificación cuando nos comprometemos a hacer la voluntad del Padre.

Pax vobiscum.

Acerca del Journal

El Journal se publica dos veces al año y contiene artículos y ayudas al estudio de lectores y para lectores de El libro de Urantia. Todas las interpretaciones, opiniones, conclusiones o representaciones artísticas, ya sean declaradas o implícitas, son de los autores y no representan necesariamente los puntos de vista y opiniones de la Asociación Urantia Internacional, de las asociaciones Urantia nacionales o locales, o de la redacción del Journal.

Pueden ver toda la colección de números en los archivos. Todos los números anteriores a 2017 se pueden descargar en formato PDF.
 
El Journal se publica actualmente en inglés  , francés y español . Hay algunos números antiguos que se publicaron en finés . Pueden ver los Journal en francés y español haciendo clic en el desplegable del idioma en el menú de la parte superior de la página.
 

Suscripciones

El Journal está disponible en formato electrónico de manera gratuita para todo aquel que tenga una dirección de correo electrónico. Suscríbanse a nuestra lista de correo para recibir una copia gratuita.

Para recibir copias impresas, pueden suscribirse al Journal con una cuota anual de 15 dólares americanos a través de cualquiera de los métodos siguientes. 

  • Para suscribirse en línea, hagan clic aquí.
  • Para suscribirse mediante llamada telefónica:  +1-773-572-1180
  • Para suscribirse mediante cheque o transferencia bancaria, envíen  solo dólares americanos pagables a “Urantia Association International”. Envíen un correo a: 

Urantia Association International
4000 W Montrose Avenue #606
Chicago, IL 60641, USA

Equipo del Journal

  • Redactor jefe: Mark Blackham
  • Redactor: James Woodward
  • Traductor al francés: Alain Cyr y Lucas Perier
  • Traductora al español: Olga López
  • Presidenta de Comunicaciones: Kathleen Swadling
  • Servicios de traducción: Gabriel Rymberg

El equipo del Journal está buscando redactores y artículos de todos los estudiantes de El libro de Urantia.

Política de envíos

El equipo de redacción del Journal agradece todos los envíos de artículos que puedan ir en próximos números. Todo envío que no se utilice para el número actual se guardará para un potencial uso futuro. La Asociación Urantia Internacional no compensa económicamente a ningún autor o de ninguna otra manera esos envíos voluntarios. El equipo de redacción del Journal se reserva el derecho a editar el contenido como crea necesario para su publicación y notificará al autor dichos cambios para su aprobación.

Envíen la correspondencia o artículos para el Journal a la dirección de Chicago antes mencionada o envíen un correo al redactor jefe, Mark Blackham

Directrices de uso de citas

Citas en bloque

Las citas en bloque se muestran como un párrafo separado, que puede ser un párrafo completo del libro o cualquier parte. No requieren comillas. Las citas en bloque utilizan el formato de citación que se muestra a continuación, donde el primer conjunto de números se refiere al documento, la sección y el párrafo, y el segundo conjunto se refiere a la página y el párrafo de las ediciones de El libro de Urantia publicadas por la Fundación Urantia. Por favor, tengan en cuenta la puntuación.

El Padre Universal es el Dios de toda la creación, la Primera Fuente y Centro de todas las cosas y de todos los seres. Pensad primero en Dios como creador, luego como controlador y finalmente como sostenedor infinito. [Documento 1:0.1, página 21.1]

Si desean resaltar palabras que no están enfatizadas en El libro de Urantia, añadan «negrita añadida» al final de la referencia de la página.

Pensad primero en Dios como creador, luego como controlador y finalmente como sostenedor infinito. [Documento 1:0.1, página 21.1, negrita añadida]

Citas en línea o intercaladas

Las citas intercaladas forman parte de su propio párrafo. Van en cursiva y entre comillas, pero solo requieren una cita abreviada que incluya el documento, la sección y el párrafo. Observen que la cita se incluye como parte de la cita con el punto (punto final) que sigue a la cita.

El libro de Urantia comienza con una suposición positiva: «El Padre Universal es el Dios de toda la creación» [1:0.1]. No se presentan argumentos para demostrar la realidad de Dios. Jesús siguió este mismo método: parecía dar por sentado que la gente creía en Dios.

Cualquier cita intercalada que supere las cuatro líneas debe separarse como una cita en bloque. Y al igual que en el caso de las citas en bloque, cualquier énfasis que se añada a una cita intercalada requiere añadir «negrita añadida» a la cita.

Paráfrasis

Si parafrasean una cita o extraen información de algún párrafo, utilicen el mismo estilo de cita intercalada.

El Padre Universal es retratado en El libro de Urantia como creador, controlador y sostenedor [1:0.1].

Referencias a otras obras

Si utiliza citas o referencias de otras obras, incluyan una cita para evitar el plagio.

En estos casos, mencione el autor, el título y el año, ya sea en el texto o inmediatamente después de la cita. Alternativamente, incluya la cita como una nota a pie de página numerada.

Tamaño de los envíos

Por favor, limiten el tamaño de su presentación a 3.000 palabras o menos. Les animamos a que utilicen sus propias palabras en la medida de lo posible y a que eviten el uso excesivo de citas del libro. Las citas directas son más eficaces si se utilizan con moderación y para dar énfasis.

Siempre son bienvenidos los artículos sobre experiencias espirituales personales, así como los que aportan nuevas ideas y perspectivas. También son interesantes los estudios temáticos y los artículos que comparan, evalúan o integran la investigación académica (científica, social, religiosa o de otro tipo) con las enseñanzas de El libro de Urantia.