Experimento en el grupo de estudio

Durante el último periodo de nuestras sesiones de grupo de estudio, de septiembre de 2016 a junio de 2017, añadimos una incorporación tecnológica a nuestro grupo para ofrecer una alternativa a estudiantes que no podían asistir al grupo en persona por varias razones. Esta incorporación fue el uso de una aplicación para conferencias virtuales llamada Zoom, que es fácil de usar y ofrece una accesibilidad incomparable en múltiples plataformas, tales como computadores, tabletas o teléfonos móviles. 

Fue un éxito casi instantáneo para nuestro grupo, pues durante los meses de invierno muchos participantes se enfrentan a retos como intensas tormentas de nieve y carreteras resbaladizas, gripes estacionales y otras situaciones que pueden limitar su participación. Al principio de nuestro experimento, algunos miembros necesitaron tiempo para adaptarse a esta nueva manera de participar, pero pronto pudieron disfrutar de la sesión tanto como los demás participantes que asistían al grupo en persona.
 

Por suerte, puedo usar una configuración de conferencias que muchos encuentran desafiante; no es que sea técnicamente complicada pero requiere una pequeña inversión económica. Estoy usando una cámara Logitech para conferencias, y altavoces y micrófonos recomendados por Zoom. A pesar de esta configuración, cualquier grupo de estudio puede usar un computador portátil o una tableta para iniciar una sesión en Zoom colocándolos en una ubicación adecuada allí donde se reúne el grupo. Recomiendo el uso de un micrófono externo y de altavoces para que el anfitrión mejore la calidad de sonido en los dos extremos y pedir a cada participante que silencien su micrófono cuando no estén hablando durante la sesión de grupo de estudio.

Al principio, solo usábamos la aplicación Zoom con estudiantes de nuestro grupo para que pudieran asistir a la sesión desde casa, pero en los últimos meses comenzamos a abrir el grupo a otros estudiantes que querían experimentar un grupo de estudio desde la comodidad de su hogar. Fue también un éxito significativo que un participante, después de experimentar cómo se puede gestionar un grupo de estudio, creara el suyo propio, aunque siguió participando en nuestro grupo todas las semanas. A veces, tenemos hasta doce estudiantes en persona y de cuatro a seis estudiantes en línea.

Creo que, si hemos de mejorar el número y la calidad de los grupos de estudio, necesitamos ser creativos y estar abiertos a nuevas oportunidades, para que nuestros grupos de estudio puedan adaptarse a nuevas realidades, nuevos retos, nuevas generaciones de lectores, así como a diferentes culturas. Por poner un ejemplo, nuestro grupo tiene una lectora de África que vive en Canadá. Si regresara a su país, siempre sería bienvenida a nuestro grupo.

Esta apertura a nuevas oportunidades y nuevos desafíos tiene el mérito de sacarnos de nuestra zona de comodidad, un área que demasiado a menudo es el status quo de muchos grupos. Ejerce una presión positiva en el anfitrión para que el grupo siga siendo dinámico que es interesante y armoniosa para cada participante, a la vez que mantiene el foco en el estudio práctico y en la capacitación de líderes e instructores.

Durante nuestra sesión de otoño, estamos mirando de invitar a más lectores de nuestra zona que puedan interesar a esas nuevas incorporaciones a crear su propio grupo de estudio. Algo esencial cuando se planifica ese movimiento es progresar con precaución, para que el grupo no se haga inmanejable al tener demasiados participantes a la vez. El tamaño del grupo es muy importante, pues la dinámica cambia depeniendo del número de participantes. Tener más de 15 estudiantes puede resultar improductivo, pues no permite el tiempo suficiente para que cada uno comparta sus opiniones sobre lo que se está estudiando y tratando.

Otra cosa que espero organizar con ilusión son las sesiones de capacitación en Zoom para anfitriones de grupos de estudio. Los líderes sudamericanos ya han organizado seminarios similares dedicados a la capacitación de grupos de estudio. Tuve la suerte de ser invitado a uno de ellos, en los que había más de veinticinco participantes. Los resultados de estos seminarios de capacitación han sido un aumento del número de grupos de estudio y la mejora de su calidad; todo simplemente mostrando cómo se pueden gestionar los grupos de estudio.

Hay más cosas por venir en este proyecto, pero nada debería impedirles hacer esto en su país si están dedicados a mejorar la calidad de sus grupos de estudio y a que aumenten su número.

“Se deben crear miles de grupos de estudio y se debe traducir el libro a muchas lenguas. De esta forma, el libro estará preparado cuando la batalla por la libertad del hombre se gane finalmente y el mundo sea una vez más un lugar seguro para la religión de Jesús y para la liberación de la humanidad.» (Mandato de Publicación) 

Deseo que tengan un grupo de estudio muy iluminador. 

Gaétan G. Charland
Presidente de Grupos de Estudio
Asociación Urantia Internacional