Mensaje del presidente – septiembre 2020

Hay una historia real sobre Eratóstenes, un erudito del antiguo mundo mediterráneo que se convirtió en bibliotecario jefe de la Biblioteca de Alejandría en Egipto alrededor del 240 a.C. Eratóstenes había aprendido de los viajeros que, en la lejana ciudad sureña de Siena, el pozo no proyectaba sombra al mediodía del solsticio de verano. Eratóstenes midió entonces la sombra proyectada por un palo en Alejandría al mediodía del solsticio y usando el ángulo de la sombra y la distancia entre Alejandría y Siena trianguló la circunferencia de la Tierra..    

Esto me hace pensar que quizás la religión de hoy en día es un poco como la ciencia del mundo antiguo. Puedo imaginar que las generaciones futuras tendrán una comprensión más avanzada y una visión más amplia de las realidades espirituales y que podrán apreciar detalles más finos que nosotros todavía no podemos captar, pero tenemos mucho con lo que trabajar gracias a una nueva revelación que contribuirá a un mayor desarrollo del progreso espiritual para que las generaciones futuras puedan construir sobre él.  

Hacemos un flaco favor cuando intentamos convertir a otros a nuestra religión. Sería como si Eratóstenes conociera a los viajeros de Siena y en lugar de aprender sobre su ciudad insistiera en que Alejandría es la mejor ciudad y que todos deberían mudarse allí. Cuando aprendemos sobre otras culturas, otros sistemas religiosos y otras interpretaciones de la mejor manera de vivir en este mundo, somos capaces de realizar un tipo de triangulación espiritual y aprendemos más sobre las verdades espirituales del universo. 

Los estudiantes de El libro de Urantia podemos convertirnos en líderes religiosos cuando escuchamos más de lo que hablamos, compartimos más de lo que enseñamos y adoramos más de lo que predicamos. En el documento 92, «La evolución posterior de la religión», un Melquisedec dice:  

Pero es de esperar que los esfuerzos ardientes y sinceros de esos futuros profetas estén menos dirigidos hacia el reforzamiento de las barreras entre las religiones, y más encaminados hacia el acrecentamiento de una fraternidad religiosa de adoración espiritual entre los numerosos seguidores de las diferentes teologías intelectuales que tanto caracterizan al planeta Urantia de Satania.  

[Documento 92:5.16, página 1010.4]

En estos tiempos de COVID-19 puede que sea difícil tener debates y sesiones de adoración «mientras vamos de paso», pero es más fácil que nunca unirse a los debates virtuales organizados por casas de adoración y paneles interreligiosos de todo el mundo, entre ellos un número cada vez mayor de presentaciones de seminarios web ofrecidos por la Asociación Urantia Internacional. Espero que nos encontremos en estos debates en un futuro próximo.