El renacimiento del alma y la mente moroncial (del alma)

El fenómeno de la muerte física, ese tránsito que se produce en la frontera entre el dominio físico y el moroncial, sigue siendo un misterio supremo para la humanidad. Está claro que los reveladores de la verdad se han visto restringidos por las autoridades del gobierno celestial de Urantia respecto a revelarnos su exposición completa en El libro de Urantia:

Hay muchos detalles interesantes que se podrían presentar, pero los omito por consejo de vuestros supervisores planetarios inmediatos [Documento 112:5:11, página 1234:0]

El reensamblaje de un ser sobreviviente tiene lugar en la sala de resurrección del primer mundo mansión, que sirve como punto de encuentro para las guardianas seráficas del destino, los Ajustadores del Pensamiento, los arcángeles de la resurrección y los Portadores de Vida. El primer paso en el reensamblaje de las partes constituyentes de una personalidad material de antaño comienza con la fabricación de una forma adecuada, un modelo de energía moroncial, que la serafín de asignación «proporciona» como nuevo vehículo de vida para el alma inmortal y para que resida el Ajustador cuando regresa. La serafín de asignación provee, con la asistencia de los Supervisores del Poder Morontial, el material moroncial indiferenciado en el que se puede iniciar la nueva vida moroncial. En esta forma moroncial adecuada, tal como la proyecta la guardiana del destino, … el nuevo sobreviviente puede ponerse en contacto con la realidad no espiritual, y dentro del cual se puede poner en circuito la variante morontial de la mente cósmica [Documento 112:5:17, página 1234:6]. Esa mente moroncial individualiza la forma moroncial para todos los sobrevivientes mortales, que es de la misma matriz mental y de los potenciales pasivos de la identidad que fueron confiados al cuidado de las guardianas seráficas del destino.

El cuerpo físico de carne mortal no forma parte del reensamblaje del superviviente dormido; el cuerpo físico ha regresado al polvo. El serafín asignado patrocina el nuevo cuerpo, la forma morontial, como nuevo vehículo de vida para el alma inmortal y para ser habitado por el Ajustador que ha regresado. El Ajustador es el custodio de la transcripción espiritual de la mente del superviviente dormido. El serafín asignado es el guardián de la identidad sobreviviente — del alma inmortal — hasta el nivel que haya evolucionado. [Documento 30:4:15, página 341.5]

La situación que hace posible la repersonalización se produce en las salas de resurrección de los planetas receptores moronciales de un universo local. Aquí, en estas cámaras de ensamblaje de vida, las autoridades supervisoras proporcionan esa relación de energía universal (moroncial, mental y espiritual) que hace posible reconstruir al superviviente dormido. El reensamblaje de las partes constituyentes de una personalidad material de antaño implica:

1. La fabricación de una forma adecuada, de un modelo energético morontial, con el que el nuevo sobreviviente puede ponerse en contacto con la realidad no espiritual, y dentro del cual se puede poner en circuito la variante morontial de la mente cósmica. [Documento 112:5:16-17, página 1234.5-6]

Cuando despertemos de esa forma, cuando recuperemos la consciencia de esa forma, veremos entonces por primera vez a nuestras compañeras angélicas, amadas desde hace mucho tiempo y siempre presentes desde nuestros días en Urantia. También nos haremos plenamente conscientes de la identidad y presencia de nuestro fragmento divino del Padre que durante tanto tiempo habitó en la mente de nuestra existencia mortal. Este es un verdadero renacimiento en todos los aspectos, una verdadera transformación espiritual de magnitud tal que solo mediante la presencia cercana y amorosa de nuestras guardianas del destino y de nuestro Ajustador del Pensamiento podremos conectar eficazmente nuestra nueva consciencia moroncial con la memoria revitalizadora de nuestra identidad previa.

Como fuente creadora del intelecto del universo local, el Espíritu Madre proporciona una modificación traducida de la mente cósmica para ayudar directamente en la evolución de la mente moroncial (alma). Mientras que la mente adjutora puede operar libremente dentro de un modelo de energía material, el alma moroncial supradjutora necesita la presencia del Ajustador para alcanzar plenamente la autoconsciencia. La mente humana y el Ajustador interior son cada uno conscientes de la presencia diferencial del alma en evolución, y el alma se vuelve consciente de la mente mortal y del Ajustador interior.

El alma es la creación conjunta de la mente mortal y el Ajustador interior. El alma es hija de la mente mortal que busca a Dios y de la presencia interior del Ajustador del Pensamiento inmortal y revelador de Dios. Su crecimiento espiritual es independiente de la autoconsciencia intelectual, pero es capaz de experimentar la presencia del Ajustador del Pensamiento y de reconocer sus guías espirituales. La identificación del espíritu es impulsada por los esfuerzos de la mente mortal y la supervivencia está condicionada por los deseos de la mente mortal. El alma en evolución acabará siendo un retrato de la suma total de las decisiones mortales.

La mente mortal inicia la carrera universal de ascensión anterior a la moroncia trabajando en estrecha coordinación con los siete espíritus-mente adjutores a medida que estos se someten progresivamente a la dirección unificadora del espíritu superior, el espíritu de la sabiduría. Este funcionamiento más elevado de los espíritus-mente adjutores ayuda a la criatura mortal a completar los siete círculos psíquicos de consecución anterior a la moroncia [110:6]. Esta mente mortal se motiva cada vez más en su búsqueda continua de las realidades supremas de la verdad, la belleza y la bondad, y estos descubrimientos se armonizan siempre con el objetivo supremo del mortal de completar los siete círculos. Todo este esfuerzo asociado conduce inevitablemente al crecimiento embrionario del alma mortal y a su dotación final de mente moroncial. Este acto anticipa la carrera moroncial de la progresión del universo local.

La autorrealización y la consecución de la mente son las metas supremas y divinas que el Padre Universal establece ante sus hijos mortales. La progresión mortal a través de siete círculos psíquicos de avance cósmico trae consigo un sentido creciente de consciencia cósmica y un mayor parentesco del alma evolutiva con el emergente Ser Supremo. A medida que el ser mortal progresa al nivel de alma de la conciencia moroncial se vuelve más capaz de captar los significados del universo y de hacer realidad los valores divinos. Estos logros proporcionan una mayor conciencia de la verdadera ciudadanía universal y la consiguiente promesa de progresión del universo local.

El dominio del primer círculo psíquico, el último y más logrado nivel cósmico de dominio de la criatura, señala el bien merecido logro de la madurez mental anterior a la moroncia. Este logro termina efectivamente el ministerio colectivo de los espíritus-mente adjutores como la única y exclusiva influencia de la actividad mental en la personalidad mortal. La mente mortal se vuelve ahora cada vez más sensible a la superposición de la dotación de la mente moroncial sobre la mente adjutora, lo que inicia la etapa anterior al espíritu (o moroncial) de la evolución personal. Esta nueva mente comienza a disfrutar del ministerio de una dotación supradjutora del Espíritu Creativo, una dotación de mente más armoniosamente alineada con la mente cósmica.

El progreso en los siete círculos psíquicos del avance mortal implica una expansión experiencial en el estado de la personalidad, la sintonización de la mente, el crecimiento del alma y la sintonización con el Ajustador. El funcionamiento armonioso de toda la personalidad, la expansión de todo el yo (material, intelectual y espiritual) caracteriza este crecimiento. A medida que la criatura mortal superpone esta dotación de intelecto moroncial del alma a la mente adjutora, la criatura solo depende finalmente de la mente moroncial. Comienza a buscar la sintonía con el ministerio directo de la mente cósmica del superuniverso, comienza a esforzarse por alcanzar niveles más elevados de una existencia espiritual que se encuentra justo más allá del nivel moroncial.

La experiencia de la mente de la criatura:

  1. Planeta nativo: ministerio de los adjutores.
  2. Universo local: intelecto de moroncia.
  3. Superuniverso: ministerio directo de la mente cósmica.

La evolución de la mente moroncial se promulga a través del contacto con una modificación de la mente cósmica que es traducida directamente por una Ministra Divina a lo largo de las vastas extensiones de su dominio del universo local. Como fuente creadora del intelecto del universo local, el Espíritu Madre ministra una modificación traducida de la mente cósmica para ayudar directamente en la evolución de la mente moroncial. Se nos dice que la revelación es una técnica de expiación por la ausencia de mente moroncial en el hombre mortal para salvar el abismo moroncial entre los dominios físico y espiritual.

La mente mortal, en el circuito del ministerio adjutor del Espíritu Madre del universo local, está plenamente sujeta a los actos y a la elección de la voluntad de la personalidad humana. Aunque la criatura mortal posee identidad solo en el nivel material de la existencia, la personalidad mortal puede actuar en virtud de su libre albedrío eligiendo transferir literalmente… la sede de su identidad desde el sistema pasajero intelectual material al sistema superior del alma morontial, el cual, en asociación con el Ajustador del Pensamiento, es creado como nuevo vehículo para la manifestación de la personalidad [112:5:4]. Esta alma moroncial supradjutora necesita de la presencia de espíritu del Ajustador para retener la autoconsciencia.