(Nota de la redacción: Ken Ingle, de la Lone Star Urantia Association (LSUA) de Texas falleció el sábado 2 de febrero a la edad de 85 años. He aquí un relato de su vida escrito por su buen amigo Richard Glass)
Como verdadero amante de la vida, el ejemplo de Ken sobre cómo definir su propia vida era una buena meta para toda personalidad. Se convirtió en un novelista de ciencia-ficción de creación propia galardonado, proclamado y aclamado por grupos de amantes de la ciencia ficción en UTA y en otros lugares del estado y del país. Ken tuvo un grupo de estudio durante muchos años. Tenía una amplia variedad de intereses entre los que estaban su familia, mantener su salud y su vitalidad, los deportes, la ciencia y su pasión por escribir ciencia-ficción.
Me puse muy contento cuando Ken contactó conmigo por primera vez en los años 80 para preguntarme por el libro y su estudio en la zona. Por entonces yo vivía en Forth Worth y él en Arlington. Poco después decidió crear un grupo de estudio en Pebble Way que siguió funcionando y creciendo con altibajos, que a veces servía como lugar para presentar a lectores potenciales la buena nueva, las mejores noticias que nadie podía esperar en un principio.
También quiero dejar constancia de mi aprecio y gratitud hacia Ken por haber revitalizado prácticamente él solo la Lone Star Urantia Association en su mandato como vicepresidente, una acción que acabó llevando al evento histórico y digno de destacar de la Conferencia Urantia de San Antonio de 2016. Esta fue la primerísima conferencia planeada y organizada conjuntamente con la participación y el apoyo de la Fundación Urantia, la Urantia Book Fellowship, la Asociación Urantia Internacional, Truthbook y la LSUA. Este evento se puede atribuir en parte a la iniciativa de Ken de asegurarse de organizar un nuevo equipo de cargos con una nueva visión, determinación y nuevos recursos para crear una nueva asociación cuando él se retirara.
En definitiva, seguiré admirando la iniciativa, el ánimo y la decisión de Ken de labrarse una nueva carrera como autor de éxito, su éxito al encontrar un cirujano en el que confiar para una operación de cráneo que necesitó hace unos años, su interés permanente en los avances de la ciencia y su lealtad en mantener durante muchos años un grupo de estudio en su apartamento. Creo que se demostrará que su contribución a largo plazo a la comunidad Urantia fue su reforma de la Lone Star Urantia Association, que acabó llevando a un progreso muy significativo en el liderazgo de todos los lectores.
Te deseo lo mejor, Ken, en los grandes desafíos y aventuras que te esperan.