El camino de la fe

Introducción

La fe puede verse en muchas formas. Siendo un elemento fundamental de cualquier tópico religioso, captura la atención de los reveladores de tantas maneras, que la sola palabra en sí se menciona 543 veces en El Libro de Urantia. Todos ustedes están familiarizados con la importancia de este tema, así es que estoy pisando en terreno familiar.

Desde la base, la fe tiene que ver con confiar. Aquello en lo que confiamos es donde ponemos nuestra fe. A menudo usamos el término fe coloquialmente, aplicándolo a toda clae de eventos y experiencias. En buena fe hacemos negocios, tenemos fe en la gente, en grupos o equipos, por fe nos descargamos de responsabilidades, tenemos fe en teorías o argumentos, etc.

Propongo hacer a un lado todos estos usos informales de la palabra y enfocarnos en el uso principal que le dieron los reveladores, especialmente fe en lo divino y en particular en Dios, el Padre Universal. El significado subyacente de confiar todavía aplica. Nosotros tenemos fe en Dios porque confiamos en El y confiamos en El porque tenemos fe en El. No se de qué lado del círculo ponerlo.  A pesar de que la fe es una experiencia personal, probablemente varía de persona a persona. El punto es que la fe es un asunto personal, es su fe y mi fe, pero para poder hablar acerca de ella tenemoss que hacer generalizaciones. Estas generalizaciones fueron las que los reveladores tuvieron en cuenta cuando trataron de enseñarnos acerca de esto. Nosotros experimentamos la fe personalmente, como algo personal, y nuestra experiencia varía de persona a persona. Nosotros podemos ayudarnos unos a otros comparando nuestras diferentes experiencias de fe aunque cada experiencia puede ser «muy profunda para ponerla en palabras».

He aquí algunas citas que encontré en la internet, para niños.

  • Fe es seguir tu propio camino. Si nunca tienes fe, siempre estarás siguiendo el camino de alguien más.
  • Fe es valor
  • Fe significa confiar en algo que no puedes ver.
  • Fe es confiar en la voz interior.

Estas citas nos dan alguna idea de como la fe se presenta a los niños; estos tenían entre 12 y 13 años.

Incertidumbre

El aspecto de la fe que deseo enfatizar hoy se centra en la idea de incertidumbre. Fe es como salir adelante de la incertidumbre. Esto está expresado en la Biblia y citado en El Libro de Urantia, en la página 1091.

«La fe es la sustancia de las cosas que se esperan y la prueba de las que no se ven». Hebreos 11:1

Aquí Pablo de Tarso está dando su punto de vista a los creyentes entre los hebreos. Note que Pablo está hablando de esperanza tanto como de incertidumbre; «la evidencia de las cosas que no se ven». Cuando vemos cosas, cuando las detectamos con nuestros sentidos físicos, las sabemos. Por supuesto, a menudo cometemos errores acerca de qué tan bien sabemos realmente pero Pablo está esbozando la distinción entre «saber» por haber visto y aceptar por fe. Por aquellas cosas que creemos pero no podemos ver, nosotros podemos tener fe.

Fe y creer no son idénticos. La fe se experimenta cuando una creencia ha venido a determinar nuestro enfoque la vida. Pero creer es necesario a la fe. Es casi como si desarrollamos confianza en nuestras creencias, suficiente confianza como para vivir nuestras vidas por esas creencias. De hecho, el asunto principal es que, así como está señalado en la página 51 del Libro de Urantia, nosotros siempre sabemos menos de lo que podemos creer.

«La creencia alcanza el nivel de la fe cuando motiva la vida y modela la manera de vivir. La aceptación de una enseñanza como verdadera no es la fe; es una simple creencia. La certidumbre y la convicción tampoco son la fe. Un estado mental sólo alcanza los niveles de la fe cuando domina realmente la manera de vivir». [Documento 101:8.1, página 1114.5]

Una creencia es en cierta forma una condición previa a la fe pero creer no es realmente lo mismo que confiar en la creencia. Experimentamos fe cuando tenemos el valor de poner tanta confianza en aquella creencia, que motiva enteramente nuestra manera de vivir.

Y es la incertidumbre de nuestra creencia, el hecho de que no «sabemos» por haberlo visto o tocado, lo que requiere valor para vivir por ella. Convencerse de que una teoría interesante es correcta o pesar su evidencia a favor o en contra de una proposición que no es de real preocupación para nosotros, son actividades que conducen a creencias que no afectan nuestras actitudes hacia la vida.

Pero albergar una creencia en algo por lo cual no hay evidencia material requiere una clase de respuesta diferente. Y esto demanda valor.

No hay evidencia material de la realidad de Dios. No podemos verlo o tocarlo. Pero creemos que El es real, a pesar de la burla que hacen de nuestra credulidad los no creyentes. Y es confiando en nuestra creencia, permitiéndole que domine nuestro modo de vivir, por fe, que nuestra incertidumbre queda anulada. Llegamos a convencernos internamente sin que nuestra certeza sea realmente demostrable. Estamos ciertos dentro de nosotros mismos sin poder demostrar nuestra certeza a otros. La incertidumbre no ha sido reemplazada por la certeza. Todavía estamos inciertos en el sentido mundano pero dentro de nosotros tenemos esa fe que trasciende la incertidumbre.

«El conocimiento por sí solo nunca puede proporcionar una certeza absoluta, sino únicamente una probabilidad aproximada creciente; pero el alma religiosa espiritualmente iluminada sabe, y sabe ahora» [Documento 102:2.4, página 1120.1]

Debo admitir que algunas veces me pregunto cómo puede ser esto. Cómo podemos estar tan seguros de algo que requiere fe para saberlo? Fe, después de todo, es falta de certeza. Creo que la respuesta es que no es realmente nuestra mente consciente la que tiene certeza acerca de Dios. Es verdaderamente nuestra alma la que es consciente de Dios, no nuestra mente consciente y nuestra consciencia no se da plena cuenta del alma. El alma está por encima de la mente consciente, en nuestra super-consciencia y nuestra mente consciente se da cuenta apenas vagamente de esto. El ajustador es el que infunde cierto conocimiento del alma en nuestra consciencia, lo suficiente para convencernos de que sabemos.

En cierto sentido nosotros mantenemos la fe en conjunto con la incertidumbre. Los reveladores lo dijeron muy bien.

«La incertidumbre en la seguridad es la esencia de la aventura hacia el Paraíso — incertidumbre en el tiempo y en la mente, incertidumbre en cuanto a los acontecimientos del desarrollo de la ascensión hacia el Paraíso; seguridad en espíritu y en la eternidad, seguridad en la confianza sin reserva del hijo creado en la compasión divina y en el amor infinito del Padre Universal; incertidumbre como ciudadano inexperto del universo; seguridad como hijo ascendente en las mansiones universales de un Padre infinitamente poderoso, sabio y amoroso».  [Documento 111:7.1, página 1223.3]

Y aquí vale la pena mencionar que estamos potencialmente en la misma categoría de los Agondonters, aquellos seres que mantienen la fe bajo condiciones de extrema incertidumbre por el aislamiento debido a la rebelión planetaria.

Parte de nuestra certeza dentro de la incertidumbre se debe a nuestra necesidad desesperada de Dios. Debido a la rebelión planetaria y el subsecuente incumplimento Adámico, no tenemos las condiciones de armonía social que en un mundo normal darían el apoyo cultural a la fe en Dios. De manera que los buscadores de la verdad sienten una ugencia personal de encontrarle.

«Lo que asegura la supervivencia no es tanto lo que la mente comprende como lo que la mente desea comprender; lo que constituye la identificación con el espíritu no es tanto cómo es la mente sino cómo la mente se esfuerza por ser. Lo que conduce a la ascensión por el universo no es tanto que el hombre sea consciente de Dios como que el hombre anhele a Dios. Lo que sois hoy no es tan importante como lo que vais siendo día tras día y en la eternidad». [Documento 111:1.5, página 1216.6]

Cuando estamos confundidos, tropezando por hallar algo seguro, algo que no nos deje caer, entonces clamamos a Dios. Parece que nada más puede ayudarnos. Ni siquiera podemos tener certeza de su ayuda más que por la fe.

Nuestra jornada hacia la eternidad es por fe; incertidumbre con seguridad.

La evolución de la fe

  1. Proto-fe

Cuando Andón y Fonta respondieron al 7o. espíritu ayudante de la mente y se hicieron humanos, ellos recibieron una personalidad y la mente cósmica activó el potencial de las tres intuiciones cósmicas.

«En todas las asociaciones de personalidad de la mente cósmica existe una cualidad que se podría denominar «sensibilidad a la realidad». Esta dotación cósmica universal de las criaturas volitivas es la que las salva de convertirse en víctimas indefensas de las suposiciones implícitas a priori de la ciencia, la filosofía y la religión». [Documento 16:6.4, página 191.7]

Esta respuesta se revela a sí misma como las tres intuiciones cósmicas, que son innatas a la mente cósmica, la cual dota de voluntad a las criaturas. Estas tres realidades son:

  1. Causalidad. El dominio de los sentidos físicos.
  2. Deber. El dominio de la filosofía y la razón.
  3. Adoración. El dominio de la experiencia religiosa.

Desde entonces, todos los mortales en Urantia han mostrado un potencial de respuesta a estas intuiciones. La tercera intuición es el antecedente de la fe.

Es importante entender que cada persona con una mente normal nace con el potencial de la fe y lo conserva hasta que algo activamente desanime o exponga al ridículo ese potencial.

«En todos los mortales normales existen ciertos impulsos innatos hacia el crecimiento y la autorrealización, que funcionan si no están específicamente reprimidos».  [Documento 100:1.6, página 1095.1]

Antes que la fe evolucione hay un largo camino por recorrer. Para comenzar, los hombres están dominados por el miedo; miedo a lo desconocido, y casi todo es desconocido. La urgencia de adorar, derivada del sexto ayudante de la mente, se convierte en el único antídoto contra el miedo. Después de la aparición de las seis razas sangik se tomaron las más extrordinarias medidas para lidiar contra los sueños, los fantasmas, los espíritus del mal y otras manifestaciones terroríficas de la imaginación. Magia, tabúes y sacrificios fueron todos usados para aliviar el miedo a los espíritus y la influencia de sus supuestas conductas.

Después de muchos milenios, una aproximación más sistemática comenzó a evolucionar y algo como la religión empezó a aparecer con la intención de organizarse; se desarrollaron cultos y sacerdocios donde tribus enteras creían más o menos las mismas cosas. Pero no es sino hasta que la revelación atrae tanto la atención que nuestras categorías de fe emergen. La noción de que el universo es ordenado evolucionará gradualmente y no de manera aleatoria en sus efectos sobre los seres humanos.

Esta es la era de los sacrificios como antídoto contra el miedo. El terror espantoso ante lo desconocido y los productos de la imaginación inyectados en la vida consciente por el sexto ayudante condujeron a propiciar entre los hombres sacrificios de animales y de personas, ofrendados a espíritus, demonios y multitudes de dioses para obtener su favor, de manera que estas entidades los dejaran tranquilos.

Muy pocas personas, aunque algunas, recibieron ajustadores en esa era. Andón y Fonta habían recibido sus ajustadores pero pocos de su progenie los recibieron. La raza andonita tuvo su renacimiento en el tiempo de Onagar y todas las razas sangik produjeron grandes líderes que tuvieron ajustadores. La gran mayoría no tuvo la capacidad de recibirlos y muchos de los que los recibieron fue a manera de préstamo, como candidatos a la fusión del espíritu.

La revelación asociada al Príncipe planetario y Dalamatia desapareció virtualmente sin dejar rastro siguiendo la rebelión de Lucifer. Van y Amadon mantuvieron vivas las antiguas tradiciones entre un grupo muy pequeño y limitado territorialmente. Ellos dirigieron la fundación del Jardín de Eden para Adán y Eva pero su caída, que vino a continuación, privó al mundo de la estabilidad cultural con la cual se hubiera esparcido la adopción de una genuina fe en Dios.

Como resultado, el monoteísmo de Dalamatia y Eden fue efímero con la mayor parte del mundo en un estado de barbarie politeísta y nociones incluso más primitivas, de adoración natural o espiritismo.

Hay cierta fe genuina aquí y allá entre algunos individuos pero la población general languideció sin ella. El monoteísmo había sido prácticamente olvidado.

  1. Fe colectiva.

Hasta este punto la evolución ha sido predominantemente lo que ha gobernado las inclinaciones de adoración de la mayor parte de la humanidad. La revelación había sido introducida dos veces pero la rebelión planetaria impidió su propagación excepto en circunstancias aisladas y extraordinarias.

La revelación de Maquiventa Melquisedec fue la que comenzó la fundación de la fe tal como la reconocemos hoy. El reveló a un Dios fiable y confiable en vez de un Dios errático y caprichoso, tal como había sido concebido anteriormente. Como «sacerdote de El Elyon, sacerdote del más altísimo, del uno y único Dios» él interactuó con Abrahan, fundó una tradición monoteísta y representó a Dios como un poderoso monarca que era sinembargo, predecible y confiable.

Por fin, la visión de un Dios que era razonable hizo su aparición. El Elyon no era dado a gustos y disgustos caprichosos y arbitrarios. El hacía acuerdos y guardaba su palabra. Uno podía confiar en El.

Tal como los reveladores nos dicen, este ideal permitió el crecimiento de Moisés y los profetas hebreos, con la fundación del pueblo judío en el medio-oriente, aunque después de un largo exilio en Babilonia.

La influencia de Melquiseec fue profunda en gran parte del mundo habitado. Sus seguidores hicieron extensos caminos misioneros por Asia central y Asia del sur, a tal punto que en el siglo sexto a.C. hubo un gran florecimiento de cultura religiosa seguido por la aparición de grandes maestros entre los pueblos de esas regiones. Ellos modificaron las enseñanzas bramánicas en India, fundaron el budismo en India y China, estimularon a Lao-Tse y Confucio también en China y a Zoroastro en Persia. Así mismo dieron gran impulso a lo que llegó a ser el judaismo.

Esta fue una era de fe colectiva en pueblos tribales y ciudades estado. Miembros de diferentes grupos culturales adoptaron y adaptaron las enseñanzas de los bramanes, de Gautama, Lao-Tse, Confucio, Moisés y de otros en sistemas de fe colectiva seguidos por sus compañeros, algunas veces bajo coacción política para instituir la unidad civil. La evolución del politeísmo al monoteísmo a través del henoteísmo fue emprendida por los hebreos e intentada por otros, entre ellos Ikhnaton en Egipto y Zoroastro en Irán, aunque ambos fallaron en su propósito y sus pueblos volvieron al politeísmo. Los hebreos bajo Moisés y la línea de profetas que le siguió mantuvieron el monoteísmo entre su pueblo, lo suficiente como para prepararlos para la donación final de Miguel como Jesús.

La fe en esa era fue tribal y nacional en vez de personal. Aunque era una fe real, que dominaba la vida de los pueblos, era fe en una deidad nacional y muy poco personal. Ellos concebían a Dios como un ser sobrenatural y poderoso, que estaba interesado en la tribu o la nación más que en el indviduo. La gente cumplía las reglas, particularmente en relación con los sacrificios porque no hacerlo privaba a la tribu del favor divino. Finalmente, Dios fue concebido como un ser personal, aunque mostraba muchas características humanas y la gente permitió que su creencia en El dominara su comportamiento.

Esta era una fe real, iniciada por la revelación de Melquisedec, precedida por un proceso puramente evolutivo.

  1. Fe institucionalizada

La encarnación de Miguel de Nebadón como Jesús de Nazaret fue la revelación más grande acerca de Dios que el mundo jamás haya recibido. Su gran contribución fue la ampliación del concepto de Dios como Padre.

Jesús no inventó la idea de Dios como Padre; había indicios de este concepto entre los descendientes más avanzados de los Noditas y los Adansonitas, pero su enseñaza y su persona constituyeron el impulso con que se estableció la paternidad de Dios como la naturaleza fundamental de su relación con el hombre.

«Cuando todo ha sido dicho y hecho, la idea de Padre continúa siendo el concepto humano mas elevado de Dios». [Documento 196:3.35, página 2097.3]

Esta noción de la paternidad de Dios y su correspondiente corolario, la hermandad de todos los hombres, resuena hoy día entre los seguidores de Jesús como la verdad más fundamental de nuestra existencia. Esta concepción de las personas del cosmos total como constituyendo una familia, la familia de Dios, es tan profunda y a la vez tan obvia y simple que la gente de fe puede aceptarla fácilmente.

«El reino de Dios está dentro de vosotros» fue probablemente la proclamaciónmás grande que Jesús hiciera nunca, después de la declaración de que su Padre es un espíiritu vivo y amoroso. [Documento 195:10.4, página 2084.4]

En todo lo anterior puesto junto a la declaración de Jesús de que Dios se relaciona directamente con la persona desde dentro de ella misma, sin necesidad de sacerdotes u otros intermediarios, yace el fundamento para el advenimiento futuro de la religión personal, opuesto a las religiones institucionalizadas existentes.

Como sabemos, Jesús no estableció esta enseñanza inmediatamente, y Pedro y Pablo la re-interpretaron en lo que vino a ser otra religión institucional, la cristiandad, que consiste en una religión acerca de Jesús en lugar de una acerca de sus enseñanzas. Pero los reveladores insisten que este mensaje eventualmente vendrá a ser la  norma y en un futuro distante el mundo entero, de hecho todo Nebadon, adorará a nuestro Padre universal  y seremos como hermanos unos con otros.

El resultado inmediato de su revelación fue el establecimiento y cristalización de la iglesia cristiana como institución.  Esta institución preservó la noción de Dios como el todopoderoso y misericordioso pero el aspecto de su paternidad se conservó más como el de una figura poderosa, demandante y vengativa que la de un padre amoroso como nosotros lo conocemos. Probablemente, los padres en aquellos días tendían a ser tiranos en comparación con los padres modernos, de manera que el aspecto paternal no implicaba lo mismo que signfica para nosotros hoy.  Probablemente también esto está relacionadocon el hecho de que los cristianos que vinieron después no pudieron seguir a un Jesús que aceptaba la igualdad de las mujeres.

Por una serie de razones, la iglesia se volvió dura y opresiva, los reveladores la  describen como «totalitaria», y la antigua idea de sacrificio a cambio del favor divino emergió de nuevo en la forma del sacrificio de Jesús por los pecados del mundo. Sinembargo, la fe de esos días fue intensa. La gente moría por la manera en que expresaba en palabras su fe. Fueron torturados, quemados vivos, decapitados, todo por el beneficio de su fe, la cual enseñada erróneamente dependía solamente en sus palabras. Sus creencias realmente dominaron sus vidas, era una fe real. El envío del Espíritu de la Verdad por parte de Jesús permitió a los ajustadores morar en todas las mentes humanas normales, así que vinieron al mundo a trabajar en números nunca antes vistos. Y muchos de aquellos en quienes moraba el Espíritu, exhibían una fe en Dios más allá de cualquier noción acerca de la real naturaleza de Dios.

Parte del problema fue la persistencia en la idea del infierno, que aterrorizó a mucha gente.  Ellos aguantarían grandes sufrimientos antes de cometer sacrilegio, del cual pensaban, los consignaría a padecer eternamente. Los reveladores no explican dónde exactamente se originó esta idea, la cual implica un concepto universal de dualidad; lo bueno y lo malo, el cual posiblemente entró en la cristiandad con los remanentes de la filosofía de Zoroastro. Siempre hubo controversia entre qué era herejía y qué reforma progresiva. El infierno era lo que esperaba a la gente si había cometido errores. Yo personalmente recuerdo el alivio que sentí cuando comprendí que el infierno era una invento humano y que relamente no existia.

A medida que los llamados herejes se multiplicaban, la iglesia se dividía en facciones que subsistieron en nuestro tiempo como denominaciones. El mensaje simple de Jesús acerca de la paternidad de Dios y la hermandad de los hombres se vio sumergido en teología y en racionalización complicada, más basado en la preservación de la influencia de la iglesia que en las enseñanzas de Jesús. Tal parece que es aquí donde nos encontramos hoy. A largo alcance, la fe ha sido pervertida.

Aunque los reveladores no describen todos los detalles, no obstante son claros en afirmar que todas las religiones de esta era y particularmente las tres religiones monoteístas, a saber: judaísmo, cristianiamo e islamismo fueron afligidas con disputas teológicas, herejías y sectarismo. Estos problemas son el resultado de demandar uniformidad en la creencia en lugar de unidad en la fe, cuya concomitante es la fe institucionalizada.

Por ahora, aquellos de nosotros que practicamos religión personal debemos enfrentar el hecho, según el consenso general, de que no practicamos religión alguna. Para la mayoría de la gente de hoy, si usted no practica cristianismo, budismo, hinduismo, islamismo , judaísmo, o cualquier otra religión institucional, usted no practica religión alguna. A nosotros, por supuesto, nuestra fe nos dice lo contrario.

La respuesta que Jesús dio a la pregunta de Tomás cubre tan bien todo este asunto que vale la pena prestarle atención. Es una cita muy larga para seleccionarla completa pero en el documento 155:5 y 6, página 1728.3 a 1733 está todo. Aquí encontramos uno de esos brillantes y lúcidos retratos de las enseñanzas de Jesús que iluminan la naturaleza total de la fe religiosa.

  1. Fe personal

La revelación de Urantia amplía la enseñanza de Jesús que relaciona a Dios con todas las personalidades como padre. La analogía humana para la realidad del universo es la familia, con sus relaciones íntimas, su dependencia mutua, su tolerancia hacia los errores honestos, su corazón ardiente animando el progreso, su aceptación de las diferencias; todas situaciones a que aspiran las mejores familias. Si a lo anterior se añade la insistencia de Jesús acerca de que la personalidad humana no requiere de intermediarios entre ella y Dios, con esto se ha lanzado la religión de la experiencia personal. Sin instituciones, sacerdotes, santos, místicos, o cualquier clase de intermediario que intervenga entre el buscador de la verdad y el Padre Universal.  El individuo busca hacer la voluntad de Dios por sí mismo, con la sola ayuda del ajustador que habita dentro de él y todas las agencias espirituales coordinadas asociadas. La verdad es un proceso de cada persona descubriendo por sí misma a Dios por fe.

«Ningún sistema social o régimen político que niegue la realidad de Dios puede contribuir de manera constructiva y duradera al progreso de la civilización humana». [Documento 195:10.7, página 2084.7]

Aquellos de nosotros que practicamos la religión personal de la paternidad de Dios y la hermandad de los hombres vivimos en fe que esta verdadera religión eventualmente suplantará las religiones instituídas. Es nuestra esperanza que esta fe nos pondrá en el inicio del camino al Paraíso y más allá. La fe nos ayuda a aceptarlo fácilmente.

«El mundo está lleno de almas hambrientas que se mueren de hambre delante mismo del pan de la vida; los hombres se mueren buscando al mismo Dios que vive dentro de ellos. Los hombres buscan los tesoros del reino con un corazón anhelante y unos pasos cansados, cuando todos se encuentran al alcance inmediato de la fe viviente. La fe es para la religión lo que las velas para un barco; es un aumento de poder, no una carga adicional de la vida. Sólo hay una lucha que tienen que sostener los que entran en el reino, y es el buen combate de la fe. El creyente sólo tiene que librar una batalla, y es contra la duda — contra la incredulidad». [Documento 159:3.8, página 1766.4]

Mantener nuestra fe es el comienzo de nuestra jornada.

La jornada

Después de recibir la personalidad y hacer nuestra primera decisión moral recibimos nuestro ajustador, comienza a crecer nuestra alma y continúa creciendo en respuesta a nuestro libre albedrío. El alma es realmente un fenómeno morontial, una combinación de substancias materiales y espirituales derivadas de la mente personal y la influencia del ajustador; y nosotros no somos concientes de ella. En esta etapa no sabemos casi nada y somos guiados con la fe de un niño pequeño. El estado cualitativo del alma depende enteramente de la fe pero su crecimiento cuantitativo depende de la acción progresiva a través de los círculos psíquicos. Los círculos psiquicos son más que espirituales, son cósmicos y abarcan nuestra relación con el Supremo. La fe se requiere en cada etapa. A medida que respondemos a la auto-revelación del ajustador y también a cualquier revelación histórica que hayamos tenido la fortuna de encontrar, nuestra fe crece hacia la fe de un adulto. Como Jesús dijo:

«A medida que progreséis hacia el cielo en el reino de Dios, deberéis producir cada vez más los frutos del espíritu. Podéis entrar en el reino como un niño, pero el Padre exige que crezcáis, por la gracia, hasta la plena estatura de un adulto espiritual». [Documento 193:2.2, página 2054.3]

Esto puede requerir experimentar algunas pruebas de fe. Hay ocasiones en las que cometemos errores y las consecuencias pueden ser dolorosas. En esas ocasiones podemos ser tentados a abandonar nuestra búsqueda espiritual, pero los reveladores señalan que:

«Pocas personas viven a la altura de la fe que poseen realmente. El miedo irracional es un fraude intelectual magistral ejercido sobre el alma mortal en evolución». [Documento 48:7.4, página 556.4]

La vida en un planeta evolucionario no es una cama de rosas pero nosotros aprendemos a tener fe en la bondad primordial del Dios del universo, incluso cuando nos equivocamos por miedo y confusión. En esas ocasiones podemos recordar que:

«El Monitor de Misterio no tiene la misión de suavizar vuestros sentimientos agitados o de socorrer vuestro orgullo herido; la preparación de vuestra alma para la larga carrera ascendente es lo que retiene la atención y ocupa el tiempo del Ajustador». [Documento 108:5.6, página 1192.1]

Necesitamos ser fuertes y al mismo tiempo sensibles.

El grupo del Sistema Local

A medida que progresamos a través de nuestra vida en Urantia, podemos aprender un poco, pero el progreso es enteramente por fe. Cuando resucitamos en las mansiones de los mundos como seres morontiales, vamos a través del régimen remedial para reparar aquello que no pudimos lograr en forma material. Es interesante notar que la terapia remedial destruye totalmente la dilación, la falta de sinceridad, problemas de evasión, injusticia y búsqueda fácil. Cualquiera que piense que esto será fácil no conoce estos vicios como yo los conozco!

Después de lograr el primer círculo, comenzamos a ser conscientes de la interacción con nuestro ajustador hasta completar eventualmente los círculos psíquicos. Debe de ser una experiencia sorprendente, encontrarnos a nosotros mismos en capacidad de comunicarnos con nuestro ajustador y recibir consejo de El, quien esta aún separado de nosotros mientras está dentro de nosotros. Nuestro progreso espiritual es mucho más acelerado, sin embargo la experiencia realmente asombrosa aún no ha llegado y es cuando nos fusionamos con nuestro ajustador.  Esto ocurre generalmente en el quinto o sexto mundo de las mansiones y constituye uno de los puntos más altos de nuestra carrera. Y ha llegado a ser posible por nuestra fe; fe en el Padre Universal, fe en que nuestro ajustador es un fragmento del Padre, fe en que lo que debemos hacer para vivir dentro de lo desconocido es aceptar la guía del ajustador, fe en que vale la pena hacer esto, fe en que nunca jamás volveremos a estar separados de nuestro Padre. Pero incluso después de la fusión, nuestro ajustador no puede enseñarnos mucho. El solo puede darnos aquello que estamos en capacidad de recibir y esa capacidad debe evolucionar con la experiencia. Esta es una situación peculiar porque después de la fusión el ajustador es una parte de «nosotros», por lo cual yo mismo estoy un poco confuso con lo que significa ese «nosotros». Hay una sola personalidad, aquella con la que comenzamos aquí y la que el ajustador viene a compartir, de manera que el aspecto absoluto del «tu» no puede revelarse al aspecto finito del mismo «tu», lo cual es un poco difícil de entender. Hay un parte de nosotros que está compuesta de realidad absoluta, Dios, y hay otra parte de nosotros que está compuesta relativamente de realidad morontial primitiva, que progresa por la experiencia de la criatura.

«En el mundo espiritual, la fe transmuta los potenciales en actuales, pero los potenciales sólo se vuelven actuales, en los reinos finitos del Supremo, llevando a cabo la experiencia de la elección y a través de ella». [Documento 110:6.16.4, página 1211.2]

Tenemos que evolucionar lo sufuciente a través de la experiencia para que el ajustador incremente la revelación de su conocimiento a la unión «nosotros».

«Note que nosotros somos llamados «hijos de Dios por fe». Conocemos a Dios por fe, no por haberlo «visto». Puesto que Urantia está aislada en razón a la rebelión de Lucifer, se nos conoce con el nombre de agondontarios, lo que significa criaturas volitivas evolutivas que pueden creer sin ver, perseverar cuando están aisladas y vencer dificultades insuperables incluso estando solas». [Documento 50:7.2, página 579.1]

La implicación es que en mundos aislados, el conocimiento es excepcionalmente restringido, así la fe debe ser más fuerte que lo usual para que ocurra el progreso. Esta situación persiste en los mundos de las mansiones.

Así que para el tiempo en que lleguemos a Jerusem, la capital del sistema, habremos erradicado más o menos nuestros malos hábitos, fusionado con nuestros ajustadores y comenzado nuestra educación. El conocimiento ha crecido pero solo tiene fe. Habremos experimentado la vida en ocho cuerpos morontiales diferentes, uno por cada mundo de las mansiones y uno por Jerusem. Todavía estaremos navegando por fe.

El grupo de la Constelación

Después de Jerusem procedemos al grupo de mundos de la Constelación, en el cual hay 70 mundos de estudio, cada uno con diez satélites, además de Edentia, que requieren 71 nuevas formas morontiales. (Debido a que estamos fusionados con el ajustador, no necesitamos más permanecer inconscientes cuando somos

re-afinados). Aquí nuestros estudios son sociológicos y éticos y debemos aprender a vivir con los univitatia y unos con otros tanto como con grupos más grandes. Los univitatia son los ciudadanos permanentes de Norlatiadek pero son diferentes de nosotros y nosotros tenemos que aprender a vivir con ellos en armonía. Nuestra fe será probada intensamente! Este parece ser el camino para aprender ética, aprender a trascender por encima de esas molestas pequeñeces que solo el contacto cercano con extraños puede superar. Somos ayudados en gran manera por los Artesanos Celestiales a través de 71 vidas en la sede central de la constelación. Sabemos mucho más pero necesitamos mucha más fe porque todavía vivimos en incertidumbre con seguridad. También aprendemos como los Altísimos conducen Norlatiadek, y espero, podamos aprender algo acerca de como ellos «rigen los reinos de los hombres», lo cual ha sido siempre un misterio para mi.

La Universidad Melquisedek.

Después de nuestra estadía en Edentia, procedemos al grupo de Salvington y entramos a la Universidad Melquisedek.

Aquí estaremos siendo gradualmente espiritualizados. Se nos recordará que nuestros cuerpos morontiales están compuestos de materia y espíritu entretejido. Cada vez que progresamos hacia un nuevo mundo, hay un aumento en la cantidad de espíritu en el tejido y para entonces habremos tenido 79 cuerpos y 491 más al pasar por la Universidad Melquisedek y llegar a Salvington. Es en Salvington, ante la presencia del mismo Miguel de Nebadon que llegamos a ser espíritus de la primera etapa, listos para ser lanzados entre los circuitos de Orvonton. Y todavía estamos navegando gracias a la fe.

Ciertamente, la mayoría de las personalidades del universo local dependen de la fe, pues con excepción de aquellos que han estado en el Paraíso y han tenido una experiencia personal con el Padre Universal, nadie tiene la seguridad suficiente de funcionar con la certeza de haberle «visto». Esto es particularmente significativo cuando consideramos las tres rebeliones en Nebadon, las cuales se originaron debido a la fe vacilante por parte de los Hijos Lanonandek. Puesto que Miguel deliberadamente creó sus hijos Lanonandek para que pudieran comprender las debilidades de los mortales planetarios, ellos estuvieron expuestos a la posibilidad de sucumbir a esas mismas debilidades y de hecho, algunos de ellos cayeron. Lucifer, nuestro Soberano del Sistema, perdió su fe en la existencia del Padre Universal, lo cual trajo como resultado la rebelión de Satania. Los Lanonandek no están habitados por ajustadores y puesto que nunca han estado más allá de Nebadon, su fe en el reino de Miguel puede ser sacudida.

En el caso de Lucifer, él era altamente competente pero no pudo respetar a los finalitarios que encontró mientras administraba Satania. El pensó que ellos eran parte del engaño de Miguel, que todo Nebadon y todas las cosas más allá dependen y están sostenidas por Dios el Padre y otras Deidades del Paraíso. El no pudo encontrar a Dios y tampoco creer que Miguel era su Hijo. El pensó que él había descubierto un fraude masivo que estaba inhibiendo su habilidad para completar su trabajo y decidió retar la autoridad de Miguel poniéndolo en el lugar de su propio esquema de desarrollo, lo cual, como sabemos, no funcionó.

Volviendo a nuestra jornada, para el tiempo en que somos espíritus de la primera etapa, nos hemos fusionado con nuestros ajustadores, quienes nos protejen contra la pérdida de la fe, la cual todavía necesitamos para revelar nuestro camino. Los ajustadores saben pero no pueden revelarnos la combinación «nosotros» la cual podremos conocer hasta que el requisito de la experiencia haga que «nosotros» podamos comprenderla.

Uversa y los grupos de Sector Menor y Mayor  

Como espíritus jóvenes, despegamos de Ensa, nuestro sector menor, cuya capital es Uminor Tercero, regido por los Recientes de los Días. Aquí estudiamos los aspectos físicos del control y estabilización de la energía en los siete mundos de estudio que rodean la capital, bajo la supervisión de los Controladores Físicos Maestros, quienes nos entrenan en conocimiento administrativo. Al término de estos estudios, hemos llegado a ser espíritus de la segunda etapa y procedemos a la sede central del sector mayor, Splandon, donde nuestro entrenamiento es intelectual a lo largo de los setenta mundos de estudio alrededor de la capital. Allí conocemos los Perfecciones de los Días, no solo de Splandon sino de los otros nueve sectores mayores de Orvonton, antes de avanzar como espíritus de la tercera etapa a los 490 mundos de estudio de Uversa, la capital del superuniverso, donde emprendemos nuestra preparación espiritual para Havona. En Uversa, el régimen de los Ancianos de los Días gobierna el superuniverso entero.

En el superuniverso hemos estudiado la realidad física en el sector menor, la realidad intelectual en los diez sectores mayores y la realidad espiritual en la capital del superuniverso, como preparación a nuestra carrera a Havona.  Todavía somos hijos de la fe. Hemos aprendido mucho, pero todavía necesitamos de la fe para hallar nuestro camino hacia el Padre.

«La fe arrastra con mucho gusto a la razón hasta donde la razón puede llegar; luego la fe continúa con la sabiduría hasta el máximo límite filosófico; y después se atreve a lanzarse a un viaje sin límites y sin fin por el universo en compañía únicamente de la verdad». [Documento 103:9.7, página 1141.5]

La fe arrastra con ella a la razón y luego la lleva hasta la sabiduría en preparación para la interminable búsqueda de la verdad. La fe ha contado con la ciencia y la filosofía, las ha incorporado dentro de su realidad y prosigue hacia la Verdad con todo lo que pueda abarcarla.

Las cosas van subiendo de temperatura!

Havona

Arribamos al séptimo circuito de Havona como hijos cuya fe ha sido perfeccionada. No somos perfectos en ninguna otra cosa más que en el propósito. Nuestra fe ha sido probada y ahora somos inmunes a la desilución. Todavía navegamos por fe y cuando alcanzamos el sexto circuito de Havona y comenzamos el reconocimiento del Supremo, nos transformamos en espíritus de la cuarta tapa. El quinto circuito desde donde visitamos el Paraíso para reconocer al Espíritu Infinito y el cuarto circuito, desde donde reconocemos al Hijo Eterno son los preliminares para alcanzar la gran meta, el intento por reconocer al Padre Universal del Paraíso. Y este encuentro cara a cara con Dios nos permite navegar finalmente por «vista». La perfección de nuestra fe se absorbió en sí misma dentro de un conocimiento de Dios personal e incontrovertible.

El Paraíso

A este punto hemos llegado a ser espíritus de la quinta etapa domiciliados en el Paraíso, en entrenamiento para ser congregados en los Cuerpos Finalitarios y tras hacer el Juramento Finalitario llegamos a ser espíritus de la sexta etapa. Después retornamos al superuniverso a servir en cualquier capacidad que se requiera de nosotros. En muchos casos este servicio es de un nivel aparentemente bajo, algo que fue notado por Lucifer en el tiempo de su rebelión en Satania y usado por él para argumentar que el esquema de la ascensión al Paraíso era un fraude. Cuán errado estaba! Los finalitarios pueden servir en un nivel humilde pero su fe es invulnerable y está fortalecida por un conocimiento personal e incontrovertible del mismo Padre Universal.

Eventualmente y en parte debido al esfuerzo propio de los finalitarios, cada universo local del Gran Universo entra en una era de luz y vida. Observe que el juramento finalitario no se hace al Padre sino a la Trinidad del Paraíso y que ese juramento es administrado por un Arquitecto del Universo Maestro, un ser trascendental asociado con la realidad absonita y los cuatro niveles del espacio exterior.

El Universo Maestro

¿Qué sucede ahora? El Gran Universo completa su crecimiento, Dios el Supremo emerge como una divinidad personal y se inaugura la edad del primer nivel espacial exterior. Los finalitarios comienzan la invasión del Universo Maestro trascendente y se encuentran la realidad absonita. Aquí descubrimos que nuestro conocimiento de Dios es solo parcial y relativo. Nuestra tarea de descubrirle como una realidad absonita, superpersonal, trasciende nuestro descubrimiento de El a nivel personal y una vez más es necesario navegar sin conocimiento. ¿Qué hacemos ahora? Regresamos a la fe, la misma fe que nos guió a través del universo finito, la cual ahora empleamos para ir a través del universo absonito, a través de las cuatro edades de los cuatro niveles espaciales externos. El recorrido de cada uno de estos niveles espaciales consume la edad de un universo entero, para un total de cuatro edades universales completas; trillones de trillones de años terrestres. Y al final de esa jornada, encontramos al Padre de una manera superpersonal, y lo encontramos por la fe. Así que después de haber encontrado a Dios como absonito, una vez más le alcanzamos por vía del conocimiento. Otra vez la fe nos guió hasta el conocimiento de Dios, esta vez como una superpersona.

«¡Qué aventura! ¡Qué gesta! Una creación gigantesca que será administrada por los hijos del Supremo, esos Ajustadores personalizados y humanizados, esos mortales eternizados y unidos a sus Ajustadores, esas combinaciones misteriosas y esas asociaciones eternas entre la manifestación más elevada que se conoce de la esencia de la Fuente-Centro Primera, y la forma más humilde de vida inteligente capaz de comprender y de alcanzar al Padre Universal». [Documento 112:7.18, página 1239.7]

Epílogo

Y así continúa. ¿Algo análogo ocurrirá después de que el Universo Maestro sea completamente establecido en luz y vida, y Dios el Último emerja, y los finalitarios comiencen la penetración del absoluto? Probablemente. Una vez más ellos navegarán por fe para enfrentarse a la realidad absoluta, tratando de descubrir a Dios el Absoluto. Pero nunca podrán llegar al final de esa jornada porque Dios el Absoluto no emergerá sino hasta que la totalidad de la Divinidad Absoluta haya sido agotada por experiencia, algo que es imposible, dado que los potenciales de la Divinidad Absoluta se expanden gracias a la experiencia pura, de la cual es la fuente.

«Es posible que los finalitarios alcancen parcialmente al Absoluto de la Deidad, pero incluso si lo consiguen, el problema del Absoluto Universal continuará todavía, en la eternidad de las eternidades, intrigando, desorientando, desconcertando y desafiando a los finalitarios que asciendan y progresen, porque percibimos que las relaciones cósmicas insondables del Absoluto Universal tenderán a crecer en la proporción en que los universos materiales y su administración espiritual continúen expandiéndose». [Documento 10:8.8, página 116.9]

En consecuencia, vemos que los finalitarios navegarán en el absoluto por fe y por siempre. Comenzamos aquí en Urantia como hijos de la fe y terminamos en la realidad absoluta dependiendo todavía de la fe, siempre aprendiendo más pero siempre encontrando más que descubrir; y descubrir por la técnica de la fe.

He aquí el camino de la fe.

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